A los 90 años, murió el filósofo y profesor italiano Toni Negri
Fue un militante y teórico marxista y, a finales de la década de 1970, se lo acusó de insurrección contra el Estado italiano; electo diputado en 1983, recuperó la libertad y se exilió en Francia por varios años
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A los 90 años, en París, murió el filósofo, politólogo y profesor italiano Antonio Negri, conocido como Toni Negri. Había nacido en Padua el 1 de agosto de 1933. Fue también un militante y pensador de izquierda, fundador de la agrupación Potere Operaio en 1969 y miembro de Autonomia Operaia; por eso, se lo conoce también como un filósofo “obrerista”. Su pareja, la filósofa francesa Judith Revel (hija del historiador Jacques Revel), y su hija, la directora de cine Anna Negri, confirmaron hoy la muerte del intelectual al diario italiano La Repubblica.
Participó de la vida política de su país desde la juventud en agrupaciones heterodoxas: católicas, socialistas y marxistas. A finales de los años 1970 se lo acusó de integrar el grupo terrorista de extrema izquierda Brigadas Rojas y de haber participado en el secuestro y asesinato del primer ministro de Italia Aldo Moro en 1978 (fue absuelto de este y de otros cargos de asesinato), que conmocionó a Italia. Fue detenido en 1979, acusado entonces de ser “moralmente responsable” de atentados terroristas, y recuperó su libertad en 1983 gracias a la inmunidad parlamentaria al ser electo diputado. Se exilió en Francia y en Italia se lo condenó en rebeldía a treinta años de prisión.
Amparado por la “doctrina Miterrand”, llamada así por el compromiso del presidente francés François Mitterrand de no extraditar a los terroristas italianos de extrema izquierda refugiados en Francia, Negri dio clases en la Universidad de Vincennes y en el Collège International de Philosophie, junto con Jacques Derrida, Michel Foucault (que sostuvo que Negri era perseguido por su condición de intelectual) y Gilles Deleuze (Negri sumó a su teoría política los aportes del “esquizoanálisis” de Deleuze y Félix Guattari). En 1997, después de alcanzar un acuerdo con el fiscal, se redujo su condena de treinta a diecisiete años; estuvo preso y luego en libertad condicional, hasta 2004.
En 1985 entrevisté a Toni Negri, exiliado en París. Él me dijo que ningún gran diario europeo querría publicarlo; yo le dije que no fuera paranoico
— Martín Caparrós (@martin_caparros) December 16, 2023
Ningún diario europeo quiso publicarlo: estaba cancelado. Fue un gran intelectual de izquierda; le costó mucho volver del ostracismo pic.twitter.com/T9wydgeChE
Muchos de los libros más célebres de Negri, como el primero de la trilogía que escribió con el filósofo estadounidense Michael Hardt, Imperio (completada con Multitud y Commonwealth), El tren de Finlandia (donde narra su primera experiencia carcelaria), Del retorno. Abecedario biopolítico y Spinoza subversivo, se publicaron mientras cumplía su condena. En Spinoza ayer y hoy, contrapuso el pensamiento del filósofo “herético” del siglo XVII con las contingencias sociopolíticas del presente.
“Tanto la vida como la obra de Negri muestran a un personaje muy particular que comenzó su vida política como comunista y que, al igual que otros grupos, establecieron una crítica a los límites del reformismo que mostraba el Partido Comunista Italiano -dice a LA NACION el editor de la revista Nueva Sociedad, Mariano Schuster-. Negri vio acertadamente las transformaciones que se estaban produciendo en el mundo de la clase obrera y las estableció como el fundamento de una política de izquierda. Así nació su proyecto del marxismo autónomo. Fue detenido por su militancia y sus batallas en la llamada ‘izquierda extraparlamentaria’. En Imperio, libro con el que no comulgo con su perspectiva política, decía que la apuesta comunista debía pasar por el ejemplo de san Francisco de Asís, que había dejado sus propiedades. Eso lo conectaba con una idea de la izquierda que es la austeridad, que no es la austeridad del neoliberalismo sino de la ética de la izquierda. Con la idea de ‘multitud’, abrió camino a la comprensión de que había demandas culturales y sociales que debían ser consideradas por la izquierda, como la diversidad sexual y el feminismo”.
“No existe emancipación como concepto derivado de la hegemonía o simplemente como propuesta simbólica -dijo a este diario en 2012, al afirmar que en América Latina se había dado una ‘transformación antropólogica’ que afectó la esfera política-. La emancipación es práctica política efectiva de resistencia y creación cooperativa”. El pensamiento de Negri, al igual que el de su compatriota Paolo Virno, influyó en las acciones de los movimientos sociales antes y después de la crisis de 2001 en la Argentina, en contra de las políticas neoliberales.
Se fue a los 90 años Toni Negri (1933-2023) el buen maestro, el que nos ayudó a pensar y a hacer durante estas últimas largas décadas. Lo leímos, lo estudiamos, lo tradujimos, lo editamos. Compartimos con él muchos momentos y discusiones. pic.twitter.com/Jx8HESzBsL
— Tinta Limón Ediciones (@tinta_limon) December 16, 2023
El norte de su actividad intelectual y política fue la lucha de clases. “Hoy día resulta necesario reconstruir el internacionalismo, y hay que reconstruirlo a partir de la derrota inmediata de los nacionalismos que se están reconstituyendo y que pretenden conformar una línea posible, realista -dijo al presentar su autobiografía Historia de un comunista, de 2019, publicada en el país por Tinta Limón y Traficantes de Sueños en dos tomos-. Y no es cierto. El nacionalismo no es realista porque el mundo, la globalización, son una realidad dentro de la cual hemos de situarnos. Si no nos concienciamos de que la globalización es el punto central, de que es más fuerte que todas las formas del Estado; si no nos damos cuenta de que la globalización es ya un dato físico... Si no nos damos cuenta de todo eso, estamos perdidos. Los nacionalismos son elementos totalmente provinciales respecto de la realidad actual de la lucha de clases”.