A los 87 años, murió Joan Didion, la escritora que retrató con mirada clínica la sociedad norteamericana
Escribió “El año del pensamiento mágico” y fue guionista en Hollywood, así como símbolo del Nuevo Periodismo
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La escritora, periodista y ensayista Joan Didion, cuya prosa seca y mirada límpida sobre la sociedad de su país la convirtieron en un emblema del llamado Nuevo Periodismo de los años 60 junto a Gay Talese, Truman Capote, Hunter S. Thompson y Tom Wolfe, murió a causa del Parkinson en Nueva York, según confirmó su editorial a The New York Times. Tenía 87 años.
“Mi única ventaja como periodista es que soy tan pequeña físicamente, tan temperamentalmente molesta y tan neuróticamente incapaz de expresarme que la gente tiende a olvidar que mi presencia en un lugar suele ir en contra de sus propios intereses”, explicaba en Slouching Towards Bethlehem (1968), uno de los ensayos fundamentales para entender los caóticos años 60 y los violentos 70, como también lo fue The White Album (1979). “Nos contamos historias para así poder vivir”, afirmaba en éste último volumen, en lo que es quizás uno de los quotes más reproducidos de la literatura contemporánea. Los modos en los que esos relatos divergían de la realidad se convirtieron en una materia prima inagotable para la “única intelectual de California”, como solían definirla sus amigos y rivales de la Costa Este.
Didion comenzó escribiendo ensayos para el Saturday Evening Post y la revista Life, dos de las publicaciones centrales para la pujante sociedad norteamericana de posguerra. Desde allí, comenzó a tirar del ovillo del sueño americano para demostrar todas las formas en las que el relato del progreso continuo contenía las semillas de su propia destrucción, encarnada particularmente en el legado de violencia, codicia, exhibicionismo y pragmatismo de los primeros pobladores de California, entre los cuales se contaba su propia familia.
En Los que sueñan el sueño dorado (2003, que estará disponible el año próximo en nuestro país), Didion trazaba una sorprendente línea punteada entre las historias de canibalismo entre los pioneros, la contracultura con epicentro en Haight Ashbury y la construcción de Hollywood, alimentada además por sus experiencias de primera mano como guionista junto a su marido, John Gregory Dunne, con quien escribieron Pánico en el parque, Nace una estrella (la versión de 1976, con Barbra Streisand y Kris Kristofferson) y Algo muy personal, entre otras películas. Había llegado al mundo del cine de la mano de su cuñado, Dominick Dunne, periodista y productor.
Su capacidad de reenfocar una imagen muchas veces vista con esa analítica primera persona de sus ensayos –tan imitada desde su aparición en la escena literaria– es uno de los legados de su prolífica obra, que se extiende a lo largo de una decena de volúmenes e incontables artículos para las más prestigiosas publicaciones de su país. Didion había nacido el 5 de diciembre de 1934, en Sacramento, California, y aprendió a escribir tipeando novelas de Ernest Hemingway y después desarmándolas, para descubrir “cómo funcionaban”. Recién recibida de la Universidad de Berkeley, se mudó a Nueva York y comenzó a trabajar en la revista Vogue tras ganar un concurso de ensayo (rechazó el viaje a París que constituía el premio).
Su capacidad de desarmar, examinar su propia vida y volverla de escenificar en busca de la verdad alcanzó su cumbre ya en el siglo XXI, con su relato descarnado de la muerte de su marido, de un ataque al corazón, en 2003, y de su hija, Quintana Roo, tras un shock séptico, dos años después, reunido en El año del pensamiento mágico (2005) por la que ganó el National Book Award y fue adaptada a un unipersonal de Broadway protagonizado por Vanessa Redgrave, cuyo comienzo famosamente rezaba: “La vida cambia deprisa. La vida cambia en un instante. Te sientas a cenar y la vida que conocías se acaba. La cuestión de la autocompasión”, las cuatro oraciones que Didion escribió al enterarse de la noticia y a las que vuelve en el inicio del relato, dispuesta a “adentrarse en esa terra incognita”. Años después volvió a transitar el recuerdo de su hija y sus desgarradores últimos meses en Noches azules (2011). Buena parte de su producción se mantiene inédita en castellano.
Aunque es famosa por sus ensayos periodísticos y autobiográficos, también escribió ficción. “Escribir una novela es como adentrarse en una noche muy larga y oscura. El ensayo es luminoso, su escritura tiene lugar a pleno sol”, distinguía cuando se la consultaba por las diferencias entre ambos registros. Su primera novela, El río en la noche, de los 60 se tradujo por primera vez en 2018. Además publicó Río revuelto, Su último deseo, Una liturgia común, y la más famosa de sus ficciones, Según venga el juego, adaptada al cine por Didion y Dunne en 1972, y protagonizada por Tuesday Weld y Anthony Perkins.
The Center Will Not Hold, casi un epitafio para la escritora –cuya natural y circunspecta elegancia, eterno cigarrillo, coronados por enormes lentes negros, consolidaban la infaltable crítica de “tener demasiado estilo”– le dio título al documental que su sobrino, Griffin Dunne, filmó para Netflix en lugar de la ficción que no permitió que escribiera. Su cámara orbita a Didion sin lograr quitarle el control de la narración de su propia vida. Como corresponde.
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