A los 79 años, murió la escritora Alicia Digón
La autora publicó libros de poemas y de cuentos, novelas y relatos para niños y jóvenes; dirigió la revista literaria “Guka”, auspiciada por la Biblioteca Nacional
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A los 79 años, el pasado 26 murió en la localidad de Moreno la escritora y editora Alicia Digón. Tenía cáncer. Había nacido en Morón, el 16 de diciembre de 1944. A los doce años, había ganado un certamen de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y, a los dieciséis, por consejo de su amigo Isidoro Blaisten, participó del concurso Municipal de la ciudad de Córdoba con el cuento “El mandarino”, que obtuvo el primer premio (el jurado estaba integrado por Abelardo Castillo, Dalmiro Sáenz y Miguel Ángel Bustos). Ese relato forma parte de Mundo Javier, su primer libro de poesías y cuentos, de 1970. Siempre recomendaba a los escritores que enviaran sus materiales a concursos.
Era licenciada en Psicología y Filosofía, y trabajó como psicóloga forense. Colaboró en las secciones culturales de los diarios Clarín y La Razón y, desde 2004, dirigía la revista literaria Guka, cofundada con el escritor y director de la Biblioteca Nacional Horacio González.
“Conocí a Alicia en los años 80 -dice a LA NACION la escritora y periodista Graciela Melgarejo-. Gran amiga de Isidoro Blaisten, ella y su marido nos ayudaron en una de las tantas mudanzas que hicimos por Buenos Aires. Como directora de la revista Guka en la Biblioteca Nacional, abrió la publicación a escritores conocidos y a los que recién empezaban. De su obra, me gusta destacar el cuento para chicos Los juguetes, en la colección de Los Cuentos del Chiribitil, y la intensa y alucinada novela-poema Emma canta. Tetralogía de la locura”.
Entusiasta, cálida y perspicaz, estaba atenta a las producciones de las nuevas generaciones, y participaba como tallerista y docente en talleres literarios. Publicó libros de poemas y cuentos, novelas y literatura para niños y jóvenes. Su poemario Los juegos necesarios, de 1980, recibió el premio de la Fundación Argentina para la Poesía.
“Me gusta escribir sobre lo que cambia, sobre el destino y el origen del mundo, según qué etapa de vivencia esté atravesando -dijo en 2020 al portal El Argentino Digital, donde colaboraba con una sección sobre formas breves-. Y sobre ensayos que surgen o bien en la duermevela o bien en el sueño. Me interesa aquello que se dice ‘irreal’ pero que es tan real como lo que vivimos a diario y cuestionar en forma permanente la realidad de la realidad”.
“Alicia contaba con una sensibilidad arrolladora -dice la poeta y coordinadora de talleres literarios Bea Lunazzi-. Dueña de una voz sutil, pero a la vez hiperbólica, era una poeta siempre, incluso escribiendo narrativa. Participaba de mis talleres como una más, celebrando y alentando las escrituras del grupo. Cuando nos leía sus poemas se producía ese silencio ‘redondo como un templo’ como dice en un verso de Teoría de los ojos, uno de sus últimos libros, un silencio lleno, de nosotros, lectores y lectoras en trance. Ella sabía tocar el punto ciego de la poesía, el que vibra más allá de los nombres. Alicia Digón seguirá surtiéndonos de belleza y crispación en cada lectura que hagamos. La vamos a extrañar aunque haya cometido el sacrilegio ‘de volverse maga / y desaparecer’”.
En 2006, publicó el poemario Five O’Clock; en 2010, la novela juvenil Ciudad del mar y, en 2012, la novela El country de los milagros (Cumbia villera), donde retrató el mundo común de la mafia narco, el poder político y la marginalidad. En 2016, publicó Emma canta, que obtuvo la Faja de Honor de la SADE. Con su micronovela Punto de fuga, de 2019, y Teoría de los ojos, poemario de 2021, ensayó una forma de escritura híbrida y original. En 2021, publicó la “fantasía política” Perón, Perón... Su novela más reciente, de 2023, es La tenista.
En diálogo con LA NACION, su hija, Paula Iturbide, contó que Digón dejó obra inédita de poesía y narrativa, y que la autora, que fue despedida con cariño y gratitud en redes sociales, trabajaba en una antología personal de poemas.
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