A los 46 años murió la escritora Mariela Laudecina
La cronista, poeta y narradora mendocina residente en Córdoba estaba internada desde hacía semanas y esperaba un trasplante; conmoción en el ambiente literario local
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Esta mañana, en la ciudad de Córdoba, murió la escritora Mariela Laudecina, a los 46 años. Había nacido en agosto de 1974, en Guaymallén, Mendoza. Desde hacía tiempo estaba enferma de leucemia y esperaba un trasplante de médula. Se radicó en Córdoba en su juventud; allí desarrolló su actividad como cronista, poeta, narradora y docente en talleres literarios. “Nunca pensé que la escritura se convertiría en una forma de ganarme la vida”, declaró en una videoentrevista con Juliana Rodríguez Salvador, para el ciclo “Escribir” producido por la la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba. Laudecina no solo se ganó la vida con la literatura; también la recuperó en textos “contaminados”, como decía, por vivencias propias y ajenas, recuerdos y lecturas. “No me importa si lo contás en primera, segunda o tercera -publicó en su cuenta de Facebook a mediados de abril, en una suerte de defensa de la autoficción-. Quiero que me cuenten historias. Nunca voy a saber qué es lo más o menos real o lo más o menos ficticio. Me gusta lo contaminado. Aguante la crónica, sucia y rastrera. Millones de escritorxs han escrito obras inolvidables sobre sus vidas”.
La noticia de su muerte causó conmoción en el ambiente literario local, que compartió su tristeza en redes sociales. En las últimas semanas, mientras estaba internada, Laudecina publicó en Facebook algunos textos breves. “Estoy internada con oxígeno y transfusiones. Mi situación es delicada. Estoy muy anémica. Encima como tengo fiebre estoy en el área covid. Una locura. Me hicieron una tomografía pero no es claro el diagnóstico. Hoy le llegó la caja de Ponatinib a mi médico. Pero hasta que no me estabilicen no puedo comenzar a tomarla. Mil gracias a todes por todo el apoyo y los movimientos y contactos”. El último posteo, del 5 de mayo, la pinta de cuerpo entero, dulce y confiada. “Voy a salir de esta. Gracias por su cariño y fuerza y alegría. Me pone contenta”.
Laudecina publicó varios libros de poemas en sellos independientes. Hacia la cavidad, Tomo las decisiones con los pies, Perfume de jarilla y Ciruelas formaron parte del catálogo de Llantodemudo, la editorial autogestiva que dirigía Diego Cortés. Intiyaco fue publicado por Flor de Cardo, y La culpa es del sueño, por Yaugurú. Su novela corta El cielo es para los ángeles, que fue reeditada con ilustraciones de Cuqui, salió en Textos de Cartón. En 2020, dio a conocer el notable Los caprichos de Leonora (Caleta Olivia), donde estableció un contrapunto poético con la obra de la pintora y escritora Leonora Carrington. “Me atrae la rareza, lo dislocado, lo fantástico, el mundo de los sueños, lo monstruoso, hasta lo siniestro -le dijo al escritor Augusto Munaro en una entrevista-. También lo extraordinario. Supongo que va por ahí la cosa”. En 2018, presentó la novela Lo mejor es no tener padres (Borde Perdido) y, en 2019, una serie de crónicas eróticas, Leeme que me gusta (Chamuyo Ediciones).
Un poema de Mariela Laudecina
Estoy tan triste
como si hubiese muerto alguien, dije
Vos me veías llorar, desesperabas
yo insistía, se me va a pasar
Pero no
el llanto ascendía hasta rajar el techo
caían pedazos de cielo raso, de ladrillos
y vos me cubrías con los brazos primero
luego ponías el cuerpo
no te importaba el dolor
Y cuando al fin silencio
yo exhausta, vos magullado
nos sacudíamos el polvo
limpiábamos el living
y nos acostábamos abrazados.
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