A diez años de su muerte, se abren los "archivos clasificados" de Roberto Fontarrosa
Originales, libros y cartas que el dibujante argentino se mandaba con Les Luthiers o Quino se exponen en el museo de la Biblioteca Nacional; la muestra respeta la organización de su estudio de Rosario
Del archivo personal de un gran dibujante argentino al único archivo de historietas del país: ese fue el camino de un centenar de originales de Roberto Fontanarrosa, donado por sus herederos a la Biblioteca Nacional. A modo de agradecimiento por el legado y en tributo a los diez años de la muerte del humorista, el material (dibujos, chistes, cuentos, cuadernos de apuntes) se exhibe en la muestra Roberto "El Negro" Fontanarrosa. Archivos clasificados. Hoy, a las 19, es el acto inaugural y se podrá visitar hasta fin de año en el Museo del Libro y de la Lengua.
Curada por Judith Gociol, coordinadora del Archivo de Historieta y Humor Gráfico Argentinos de la BN, la exposición está integrada en su mayor parte por dibujos, papeles y libros donados por la viuda de Fontanarrosa, Gabriela Mahy, y el hijo, Franco. Hubo, también, valiosos aportes de Ediciones de la Flor, histórico editor del trabajo del humorista rosarino; del grupo Les Luthiers, del que Fontanarrosa fue "colaborador creativo"; de Quino y de la hija de Cipe Lincovsky, que cedió al Departamento de Archivos de la BN una gran cantidad de papeles de la actriz y ahí aparecieron cartas del creador de Inodoro Pereyra y Boogie el aceitoso.
"El grueso del material son cerca de 100 dibujos; en su mayoría, chistes de humor gráfico. Es difícil establecer con exactitud las fechas de publicación porque él no las anotaba (o, al menos, no siempre), pero sí aparecen mencionados los medios donde fueron publicados. A partir de ese dato, pudimos establecer la época y detectar cuatro estilos de dibujo, según los trazos y las líneas. Los originales, que ya se incorporaron al archivo de la biblioteca, se exhiben enmarcados. Algunos permiten ver la cocina de su trabajo: por ejemplo, que dibujó del otro lado de un afiche publicitario creado por él", contó Gociol a LA NACION.
El nombre de la muestra, Archivos clasificados, es un homenaje al método que empleaba Fontanarrosa para clasificar su obra: guardaba los originales de los dibujos y de los cuentos en cajas y carpetas rotuladas: "médicos", "parejas", "chicos", entre otros ítems. Cuando visitó por primera vez el estudio de Rosario, poco después de la muerte del humorista, Gociol se sorprendió por el orden. "Es un caso inusual entre los dibujantes. Clasificaba el material por tema y lo archivaba en cajas de radiografías que le conseguía un primo. Había 75 cajas y 59 temas. Elegimos uno o dos chistes de cada tema porque nos comprometimos con los herederos a no desarmar la colección. Para la muestra priorizamos armar núcleos. La idea de curaduría fue mantener la organización que él había planteado en su archivo".
En una planera grande, Fontanarrosa guardaba los originales de Boogie e Inodoro; en un mueble más chico estaban los manuscritos y las copias a máquina de los cuentos con correcciones a mano; ahí también había cuadernos con apuntes, ideas para chistes y bocetos. Un baúl conservaba los materiales más antiguos. Explica Gociol: "Había cajas repletas de chistes. Nosotros nos llevamos cien y creo que ni se nota; también, páginas sueltas de Inodoro y de Boogie que, hasta donde pudimos comprobar, no fueron compiladas en los libros. Hay también materiales de impresión como películas y fotolitos. Además, donaron varios libros, incluso algunas ediciones poco conocidas".
Cartas con Les Luthiers
Todo ese material se exhibe en la muestra en la sección Archivo Fontanarrosa. Pero hay más: "El segundo archivo que conseguimos fue el intercambio de correspondencia con Les Luthiers, que conservaba Carlos López Puccio. Otras cartas aparecieron en el lote donado por la hija de Lincovsky. Entre ese material apareció correspondencia que la actriz mantuvo con el "Negro". Así nos enteramos de que él fue colaborador creativo de los espectáculos de Cipe. Al encontrar esas cartas, se me ocurrió preguntar a Les Luthiers si tenían correspondencia porque Fontanarrosa tenía con ellos una colaboración creativa formal. Efectivamente, tenían una buena cantidad de cartas, algún fax, notas a mano escritas en hojas membretadas de hotel", aseguró Gociol.
En los dos casos se trata de un intercambio laboral, pero en los textos y en el tono se advierte el vínculo: "Cómo fue creciendo la confianza con Cipe y la entrañable amistad que estableció con Les Luthiers. Esas cartas muestran la cocina de trabajo. Leímos la correspondencia y encontramos en qué espectáculos aparecen algunas de las ideas. Ahí se ve la mecánica de trabajo, qué quedó y qué no de sus propuestas. Vamos a proyectar extractos de esos espectáculos en la muestra", completó la curadora. "Fontanarrosa era un tipo de la industria cultural. Trabajaba al ritmo de los medios y de las editoriales. Se ve en algunos chistes que publicaba en medios distintos en distintas épocas o que aparecían en un espectáculo o en un cuento".
Por último, en la sección, Archivo Quino se muestran al público algunas cartas personales que se enviaban ambos humoristas. Las donó el autor de Mafalda al Archivo de Historieta de la BN. Una tarjeta de fin de año que Fontanarrosa le envío a su editor histórico, Daniel Divinsky, ilustra la tapa del último número de la revista Cuaderno, de la Biblioteca Nacional. Allí aparece Boogie en primer plano. En la parte de adelante se lee: "Quiero decirte algo hace tiempo". Y adentro, Boogie devela el asunto: "Te odio". Ese y otros personajes célebres del rosarino aparecerán en las nuevas estampillas que emitirá el Correo Argentino este mes en conmemoración de los diez años de la muerte de Fontanarrosa.
Para agendar
Roberto "El Negro" Fontanarrosa. Archivos clasificados. Martes a domingos, de 14 a 19, en el Museo del Libro y de la Lengua (Av Las Heras 2555).Entrada libre.
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