A 85 años de la muerte de Lorca se realizan homenajes en España y la Argentina
Mientras continúan las investigaciones sobre sus restos, se conmemora hoy un nuevo aniversario del asesinato del poeta durante la Guerra Civil Española
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MADRID.– “Se le vio, caminando entre fusiles,/por una calle larga,/salir al campo frío,/aún con estrellas de la madrugada./Mataron a Federico/cuando la luz asomaba”, escribe conmovido Antonio Machado y denuncia desde el título de su famoso poema, contenido en La guerra, el lugar del horror: “El crimen fue en Granada”. Hoy se cumplen 85 años del asesinato de Federico García Lorca durante la Guerra Civil Española. Distintos homenajes, de un lado y otro del Atlántico, recuerdan al poeta. Además varias asociaciones exigen que La Colonia de Víznar, el lugar donde estuvo detenido el autor, sea declarado “lugar de la memoria”.
La estatua de Lorca, en la plaza Santa Ana, frente al Teatro Español, en Madrid, amaneció desde el lunes perfumada con flores. Sus lectores, en estas últimas horas le rinden con efusión un homenaje a su estatua, aunque a menudo, sin efeméride mediante, dejen flores en el monumento. Homenajes de diversa naturaleza se llevan a cabo desde ayer para recordar al poeta y dramaturgo que fue asesinado en la madrugada del 18 de agosto de 1936. La cantante Pasión Vega brindó un concierto en el Parque Lorca, de Alfacar [pueblo vecino de Víznar], Granada, en un evento llamado Lorca sonoro, y también a las víctimas del franquismo.
La televisión argentina también le dedicará su homenaje al poeta. En Canal Encuentro estrena hoy, a las 21.40, Mataron al poeta, de Andrés “Gato” Martínez Cantó. Francisco Lumerman interpreta a Lorca en esta producción construida con poemas (“Casida del llanto”, “Poema de la Siguiriya gitana: la guitarra” y “Romance de la luna, luna”), coreografías y bailes de Mariela Moreno Pazos, y el recitado y la composición musical de María de los Ángeles “Chiqui” Ledesma. Antes de la emisión de este corto, a las 20.30, se emitirá la versión de Bodas de sangre que propone Martínez Cantó junto con Eloísa Tarruella: Bailar la sangre.
Televisión Española también le dedicará un espacio a la memoria de Lorca. Esta semana emite la serie documental Lorca, muerte de un poeta (1987), dirigida por Juan Antonio Bardem, con el cuidado historiográfico del hispanista Ian Gibson. Esta producción podrá verse en RTVE Play (antes llamado TVE a la carta) desde hoy.
La llama de Lorca nunca se extingue sobre los escenarios españoles. Solo en la última temporada, que culminó en julio, antes del receso estival, María León protagonizaba La pasión de Yerma, en los Teatros del Canal. En este mismo complejo Marina Heredia le daba vida a Lorca y la pasión. Un mar de sueño, mientras que en el Teatro Español Juan Diego Botto brillaba en Una noche sin luna, dirigida por Sergio Peris-Mencheta. Esta misma sala oficial anunció que para su próxima temporada ofrecerá La casa de Bernarda Alba, con versión de José Carlos Plaza, y En tierra extraña, de José María Cámara y Juan Carlos Rubio, sobre el encuentro imaginario entre la cantante Concha Piquer y Lorca.
En busca del cuerpo de Lorca
En julio pasado se sancionó en España, impulsada por oficialismo, el Partido Socialista Obrero Español, la ley de memoria democrática, que sustituirá a la de memoria histórica del año 2007 (que declaraba ilegítimos los tribunales franquistas). El objetivo de esta nueva legislación es “situar en primer plano a las víctimas de la guerra civil y la dictadura”. En este contexto cobra vigor y protagonismo el reclamo de quienes buscan a sus antepasados, desaparecidos durante la guerra y el franquismo. Estas voces y diversos equipos forenses y de antropólogos trabajan en todo el territorio español en busca de fosas comunes y en la identificación de los cuerpos. De este escenario da cuenta la literatura de Marta Sanz en su reciente novela pequeñas mujeres rojas (Anagrama).
Nieves García Catalán, nieta del maestro Díscoro Galindo, quien fue secuestrado junto con Lorca, y quien habría sido enterrado en la misma fosa, junto con dos banderilleros, es una de las tantas familiares de víctimas que exigen la acción de las autoridades. Su objetivo es poder hallar el cuerpo de su abuelo. La Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación y otros seis colectivos memorialistas acompañan a García Catalán en un acto que se llevará a cabo hoy. Allí mismo, se realizará una marcha que une los casi 3 kilómetros que separan los pueblos de Víznar de Alfacar, o, mejor dicho, la distancia que hay entre el que fuera el centro de detención durante la Guerra Civil hasta las fosas donde se arrojaban a los cuerpos. Esta marcha se realiza cada 18 de agosto y cada año reúne a más personas. Estas asociaciones exigen que la Colonia de Víznar sea declarada “lugar de la memoria”. Este antiguo molino, que durante la República funcionó como un espacio de recreación para niños de obreros, fue convertido en cárcel cuando estalló el conflicto. “Cuando los caminantes pasan por allí no hay ninguna información de lo que significó aquel lugar tan emblemático, que hoy está desprotegido y sin señalizar”, explica a LA NACION el periodista Paco Vigueras, portavoz de todas las asociaciones, y destaca que seguirán reclamando a la justicia que se busquen los cuerpos desaparecidos: “Lo menos que podemos pedir es conocer la verdad”.
Hallar el cuerpo de Lorca ha sido la tarea desde hace varios años de un equipo multidisciplinar conducido por Javier Navarro, -quien acaba de aportar a la historia española un capítulo que había sido imposible de reconstruir: el nombre de todos los españoles muertos en la Guerra de Cuba-, a través de la Asociación Cultural Regreso con Honor. Este equipo realizó tres excavaciones nacidas a partir de rigurosos estudios historiográficos. La última de ellas, fue efectuada con la tecnología de un georadar, en 2016. Si bien no se encontró ningún resto óseo, pero sí de municiones, pudieron precisar los investigadores que aquella tierra excavada había sido, años antes que ellos, removida por la mano del hombre. Aún se trabaja en esta investigación y Navarro considera que aquel fue el lugar del fusilamiento. “La duda está en si allí estaba el cuerpo de Lorca y fue entregado a la familia o si fue luego arrojado al barranco de Víznar”, dice Navarro a LA NACION. La indiferencia de la familia de Lorca y la fundación que preside su sobrina, Laura García Lorca, para dar el con el cuerpo del poeta ha sido siempre llamativa por parte de los investigadores [”Es algo que pertenece al ámbito familiar y privado”, decía a LA NACION en 2016 sobre la búsqueda del cuerpo del poeta]. La experiencia de este equipo en su búsqueda de Lorca será llevada en breve al papel y a una publicación colectiva donde además de Navarro, aparecerá el testimonio de otros expertos en la materia: Miguel Caballero, José Ignacio Olave, Francisco García y Miguel Ángel Zapater.
En el pueblo de Víznar, Francisco Carrión Méndez lidera el proyecto arqueoforense de la Universidad de Granada, “Barranco de Viznar, lugar con memoria”, donde se han encontrado este año restos óseos, un terreno donde en un período de cuatro meses, en 1936, se asesinó y arrojó el cuerpo de entre 300 y 400 personas, aproximadamente. En mayo decía el profesor Carrión a LA NACION que esta búsqueda que emprende en la actualidad no tiene como objetivo específico hallar el cuerpo de Lorca, sino exhumar a todas las víctimas que se encuentran en fosas comunes.
Hay varias dudas y versiones sobre la desaparición y asesinato de Lorca, quien había huido de Madrid poco antes del estallido de la Guerra Civil, el 18 de julio, y se había instalado en casa de sus padres, en Granada, primero, y luego en la residencia de los hermanos Rosales, sus poderosos e influyentes amigos, cercanos a la Falange, donde pensó el poeta estaría más seguro. Una versión muy extendida es la de los tres días que pasó el poeta en la cárcel antes de ser fusilado, pero, lentamente, con la investigación de Miguel Caballero, Las trece últimas horas en la vida de García Lorca (La esfera de los libros), se conoce, a partir de testimonios fidedignos, que el tiempo que habría estado detenido se reduce al periodo que señala el título de la investigación. También la hipótesis política sobre su secuestro, es decir su popularidad y defensa de la República, contraria a la Falange, es cuestionada. Caballero señaló que el poeta habría quedado inmerso en una rencilla familiar y que la rama antagonista, vinculada a la Falange, habría buscado vengarse del padre de Lorca a través del secuestro y asesinado del escritor.
Lorca no es una sombra, es una presencia; Lorca no es olvido; es una voz. Y aunque el polvo, la política y el tiempo quizá jueguen en su contra, sus lectores custodian y mantienen viva su obra.