5 libros para conocer a Tom Wolfe
Murió el dandi sureño cuya elegancia competía con una búsqueda de excentricidad, no solo en el vestuario y las costumbres sino, sobre todo, en la manera de crear un registro de escritura vívido sobre mundos desconocidos. Tom Wolfe escribió sobre astronautas, sobre experimentadores con drogas, sobre millonarios y personas que dormían en las calles, sobre revolucionarios y burgueses que apoyaban causas revolucionarias. A partir del éxito de La hoguera de las vanidades, su primera novela (que se convirtió en la biblia de lectores de todo el mundo y que tuvo, también en todo el mundo, imitadores célebres), escribió otras tres. La última, Bloody Miami, de 2012, parece proseguir en la senda de los infortunios de un héroe en ambientes desconocidos y se deja leer como se bebe un trago tonificante.
Tanto en sus investigaciones periodísticas y crónicas como en novelas y relatos cortos, Wolfe se propuso ser un desmitificador, un ojo profano y atento en ambientes de creencias asentadas, reinos de lugares comunes ideológicos y consensos. En su último libro, The Kingdom of Speech, de 2016, aún no traducido al español, se animó a discutir con un intocable de la cultura estadounidense: el lingüista Noam Chomsky. Al presentar en Francia ese libro, se lo consultó por el presidente Donald Trump. "Era como una página en blanco y fue un candidato extremadamente inusual. Era el único que no tenía experiencia política y, por lo tanto, no tenía antecedentes. La gente lo conocía como una personalidad de la telerrealidad, por El aprendiz. La mayoría de los políticos son, como él, extremadamente ricos pero tienden a minimizar esa riqueza porque no quieren espantar al estadounidense común. Trump hizo lo contrario, aunque la mayoría piensa que destacar la riqueza es antidemocrático. Y eso, paradójicamente, lo hizo más humano", declaró Wolfe a Le Figaro.
A continuación, cinco libros del autor que nació en Richmond en 1930 y murió hoy en Manhattan, a los 88 años. Todos fueron publicados en español por el sello Anagrama.
La izquierda exquisita & Mau-mauando al parachoques (1970)
Este "2 x 1" del trabajo crítico de Wolfe contiene el célebre texto sobre la elite neoyorquina con condiciones de existencia burguesas e ideales de izquierda. Subyugadas por las consignas radicales de los activistas de los años sesenta, personalidades como Elinor Guggenheimer y el célebre director de orquesta Leonard Bernstein apoyaban en ese entonces causas como las de los Panteras Negras. Por medio de un relato sarcástico y a la vez comprensivo de esas inclinaciones casi filantrópicas, el autor traza una perspectiva histórica sobre el impulso de las clases altas a identificarse con lo que imaginan que es la vida concreta de las clases populares (o lo que desean que sea). Wolfe se permite chistes que hoy serían considerados políticamente incorrectos: "Si recibes en tu casa a los Panteras Negras, ¿tus criados deben ser blancos?" El segundo artículo del volumen, "Mau-mauando al parachoques", es el resultado de una investigación sobre las técnicas que los jóvenes militantes negros, chicanos y samoanos desarrollaron para enfrentar la burocracia de los programas para paliar la pobreza en Estados Unidos. Wolfe ilumina otra manera de narrar los conflictos raciales desatados en una época de tensión social y reclamos hechos a viva voz.
El Nuevo Periodismo (1973)
Se considera que este volumen es la partida de nacimiento del periodismo narrativo. Wolfe postula que esa forma narrativa, en los años sesenta, entró en disputa con la novela, a la que él veía como un género poco fértil. La atención de los lectores vira hacia el periodismo de calidad. A partir de entonces, el periodismo tal como lo entiende el autor es el género literario más productivo del presente. Como héroes alternativos, los "nuevos periodistas" estaban donde sucedían los hechos. "Había que tomar contacto con completos desconocidos, meterse en sus vidas de alguna manera, hacer preguntas a las que no tenías derecho natural a tener respuesta, pretender ver cosas que no se tenían por qué ver", enumera Wolfe los deberes del nuevo periodista. De ese modo, el género se acoplaría a la tradición de la novela realista de las primeras décadas del siglo XX en Estados Unidos. Luego de esa declaración de principios, el autor ofrece una antología de textos de Rex Reed, Terry Southern, Nicholas Tomalin, Barbara L. Goldsmith, Norman Mailer, Joe McGinnis, John Gregory Dunne y el propio Wolfe, que sirven para ilustrar sus tesis sobre el modo de hacer un periodismo innovador.
Lo que hay que tener: elegidos para la gloria (1979)
Uno de los libros más apasionantes del autor, en el que Wolfe investiga la carrera espacial en Estados Unidos y averigua quiénes fueron los verdaderos héroes: los aspirantes a astronautas. Esos individuos, que provenían del mundo de los pilotos de pruebas, tenían aquello que había que tener para arriesgarse a probar primero aviones y luego naves de viajes espaciales: sangre fría, coraje, orgullo y un humor lacónico incluso bajo presiones inimaginables. El relato comienza antes de un viaje al espacio y muestra el estilo de vida de los pilotos de pruebas militares, entre los que se elegirían a los primeros astronautas, y concluye con la segunda promoción. En ese grupo aparece un joven Neil Armstrong. El libro cuenta, además, la transición a un mundo donde los valores reconocidos por los protagonistas son puestos a prueba por las leyes del rédito corporativo. Wolfe describe la maquinaria publicitaria e informativa de su país, que siempre necesitó héroes, símbolos y chivos expiatorios.
La hoguera de las vanidades (1987)
Protagonizada por una especie social ya extinguida (un yuppie) La hoguera de las vanidades narra la historia de un asesor financiero que se ha convertido en la estrella de una compañía de la Bolsa de Valores de Nueva York. A partir de un accidente en las calles del Bronx, Sherman McCoy se encuentra de pronto acosado por problemas legales, matrimoniales e incluso económicos. Atropellar a una persona en medio de la noche y huir no es gratis. A partir de ese episodio, Wolfe enhebra una trama tan compleja como atractiva en la que se alternan escenarios del mundo de las finanzas, los restaurantes de moda y las fiestas exclusivas de Park Avenue con el ambiente de la policía neoyorquina, los tribunales y las mafias del Harlem. Entretenida, maliciosa y con guiños al universo que el autor mejor conoció (el del periodismo), la obra cuyo título alude tanto a un festejo carnavalesco como a una de las novelas de William Thackeray fue un best seller imbatible y hoy es un clásico del siglo XX. Fue la primera novela de Wolfe y debido al éxito fue llevada al cine en 1990 por Brian De Palma.
Bloody Miami (2012)
La última de las cuatro novelas escritas por Wolfe está protagonizada por Edward T. Topping IV, un hombre blanco, anglosajón, miembro de una dinastía familiar, cuya misión consiste en reconvertir un diario de papel de Miami en una publicación digital moderna y no tan costosa para el público latino que vive allí. En la ciudad, muy pronto advierte que sus acreditaciones de hombre blanco de clase privilegiada le servirán de poco para sobrevivir. La novela se inicia con una pintoresca escena. Cuando sale con su mujer a comer en un restaurante de Miami e intenta estacionar su auto, se encuentra con que una latina enjoyada que maneja una Ferrari les quita el lugar y se burla de ellos. Para Wolfe, que como era su costumbre realizó cientos de entrevistas antes de escribir la novela, Miami es la única ciudad de Estados Unidos, y quizá del mundo, donde una población que llega de otros países y culturas se puede adueñar del territorio y el ejercicio del poder simbólico y real.
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