20 de Junio. Haga su propia Bandera Nacional Argentina con códigos QR
En un experimento visual, el artista Fabio Doctorovich recreó el símbolo patrio con matrices de información sobre la actualidad sociopolítica del país; se puede descargar e imprimir
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Manuel Belgrano hubiera dado el visto bueno. Una bandera argentina “bordada” por el artista y poeta visual Fabio Doctorovich con una serie de códigos QR puede ondear en balcones y espacios públicos. Usando una aplicación de escaneo sobre los códigos impresos, se abren ventanas con enlaces y textos como “libertad, libertad, libertad”, “desempleo, pobreza, marginalidad”, información sobre el gasto en salud y otros aspectos de la realidad nacional. “Describen símbolos y leyes como la Constitución, el Himno y los códigos Civil y Penal, y muestran la progresión de nuestro país hacia la realidad actual -dice Doctorovich a LA NACION-. Intenta no mostrar partidismos”.
La bandera patria con QR comenzó a gestarse en 2019, en tamaño A3. “Actualmente se ha impreso a escalas mayores, con la idea de realizar distintas acciones: colocarla sobre paredes y leer los textos descifrados de los códigos QR, colgarla de balcones, ubicarla en carteles publicitarios de la ciudad o en rutas”, agrega. Para descifrar los códigos se utiliza la cámara o una app del celular, como QR Code Reader o Escáner QR.
“La ventaja es que pueden imprimirse diversas copias, por lo que puede mostrarse hoy en diferentes lugares de la ciudad y el país -agrega-. Y es una obra ‘transformable’ dado que pueden reemplazarse los códigos QR por otros, con diferente tamaño y color, y que muestren otros textos al decodificarse”. Es una obra “personalizable”: un individuo o una comunidad puede elegir el texto a codificar, y tener su propia bandera QR. “La bandera es decodificable a tamaño A3, y a ese tamaño el costo de impresión es mínimo”, cuenta. En este enlace se puede acceder a la bandera hecha con QR e imprimirla en formato A3.
Durante la performance La luz buena, auspiciada por la Dirección de Cultura de Junín, el pasado 4 varios poetas experimentales -Débora Daich, Hugo Masoero, Javier Robledo, Claudio Mangifesta, Silvio De Gracia, Rubén Liggera, Alejandro Thornton y Doctorovich- colgaron una bandera QR de dos por tres metros impresa en lona en una casa abandonada de la localidad de Agustín Roca. Doctorovich es uno de los editores, junto con Santiago Perednik y Carlos Estévez de El punto ciego. Antología de la poesía visual argentina de 7000 a.C. al Tercer Milenio.
En 1994, el código QR fue desarrollado con una finalidad industrial por una compañía japonesa. A diferencia del código de barras, el QR es un código de dos dimensiones que permite almacenar mucha más información. Existen usos -como el de Doctorovich- en el campo del arte y la literatura. “En la edición 2015 del Premio Itaú de Cuento Digital, ganó un cuento de César Lobos presentado en códigos QR, con imágenes que complementaban el texto”, destaca. “Pueden almacenarse poemas u otros textos con este código, pero esto no es lo que entiendo como poesía QR -se lee en su página de poesía experimental-. La poesía QR debería hacer uso de la visualidad de los códigos. Pueden estar intervenidas con colores o imágenes internas adicionales, sin perder legibilidad; combinarse entre sí o con textos, en un arreglo de poema visual, ya sea en el espacio de la página, o en un sitio web o temporalmente en un video. Un poema QR puede definirse como una imagen o un conjunto de imágenes estáticas, o que forman parte de un video, compuestos por uno o más códigos QR, que conjuntamente conforman un texto o conjunto de textos alfanuméricos relacionados entre sí. A su vez, las imágenes QR se relacionan entre ellas, conformando una pieza única o un conjunto de piezas relacionadas visualmente”.
Del 2 al 30 agosto, habrá una muestra de poesía visual al cuidado de Doctorovich en la galería porteña Arcimboldo con obras de Mangifesta, Robledo, De Gracia, Daich, Estévez y otros artistas en homenaje a Juan Carlos Alonso Barros Peña, de quien también se exhibirán trabajos.
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