1984 , de Orwell, 60 años después
¿La obra maestra de George Orwell acerca de la censura y el autoritarismo fue víctima de la censura y el autoritarismo? La acusación circuló en los blogs la semana pasada a raíz de un incidente en que se vieron envueltas Amazon y la novela 1984. La historia es la siguiente: el mayor proveedor de ebooks ofreció durante unas semanas la versión electrónica de la novela de Orwell para descargar en el Kindle, lector del que lleva vendidos casi medio millón de unidades. Pero una mañana decidió borrar de manera remota todos los ejemplares electrónicos en poder de los usuarios, y acreditarles en su cuenta los US$ 0,99 que habían pagado por él. "Parece Gran Hermano monitoreando tu contenido en tu Kindle", se quejaron los usuarios en el sitio de Amazon. La decisión, según la empresa, se debió a una controversia sobre los derechos de autor del libro: una pequeña editorial había utilizado una herramienta de auto publicación para subir el libro al sitio de Amazon, pero a las semanas los verdaderos titulares de sus derechos hicieron el reclamo y Amazon decidió utilizar su largo brazo electrónico para borrar los archivos.
La anécdota actualiza dos de los temas más controvertidos que rodean la experiencia digital: el límite entre lo público y lo privado, y la vigencia o respeto de los derechos de autor. El Kindle permite ir haciendo anotaciones al margen de los textos que uno lee, y registra, por supuesto, qué libros uno leyó, en qué momento, hasta qué página... ¿Toda esa información está a disposición de Amazon? ¿Decidirá usarla con intenciones comerciales? ¿O ideológicas? ¿Qué hay de los rastros digitales que, como huellas dactilares, el navegante de Internet va dejando en sitios como Google, Facebook o YouTube? Consciente del temor que puede generar el fantasma de un Gran Hermano digital, dos días después del incidente Amazon anunció que está modificando sus sistemas para, en el futuro, evitar remover libros ya comprados por los usuarios.
Los especialistas apuntaron que la experiencia digital trasciende las fronteras del mundo físico, y por lo tanto la cuestión de los derechos de autor no admite soluciones sencillas: si bien en los Estados Unidos 1984 estará atada a copyright hasta 2044, en otros países, como Canadá, Australia o Rusia, la novela de Orwell ya es de dominio público.
Winston Smith, protagonista de esta novela publicada en 1949, no lo hubiera hecho mejor: parte de su actividad en el Ministerio de la Verdad consistía en... destruir libros.
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