Guillermo Mondino: “No hay nadie dispuesto a poner financiamiento para la dolarización de Milei”
El economista pone el foco en Wall Street: ¿Por qué los enviados de Milei a EE.UU. volvieron “bastante sopapeados”?¿Tampoco Massa, Bullrich o Melconian tranquilizan a los mercados?
“Bajo ninguna circunstancia y bajo ninguna condición financiera que hoy se pudiera plantear, hay demanda para proveer del financiamiento del cual está hablando Milei”, afirma. “No se lo van a proveer los mercados, ni el Fondo Monetario, ni el Tesoro de EE.UU., ni el Banco Central de China”, subraya. “Los enviados de Milei que vinieron a Estados Unidos se volvieron con las manos absolutamente vacías y bastante sopapeados”, dice. “Milei sabe eso y de ahí surge la idea de que, si va a tener muy pocos dólares, el tipo de cambio va a tener que ser muy pero muy alto. De ahí que se plantea generar una hiperinflación con tal de dolarizar”, advierte.
“Milei está obligado a generar una hiperinflación para avanzar con la dolarización”, analiza y desarrolla: “Pero como dice que la dolarización es una decisión tomada, el resto de las variables se tiene que acomodar a su decisión. Y eso es de enorme irresponsabilidad”. “Suena realmente delirante generar una hiperinflación para estabilizar”, alerta. “Massa, directamente no sabemos qué va a hacer, es un delirio lo que estamos viendo y es un delirio imaginar lo que va a venir”, se preocupa. “Hay una enorme inconsistencia macroeconómica pésimamente manejada. Es difícil pensar que pueda estar peor manejada que como está manejada por el ministro Massa”, sostiene. “Hay claramente una enorme irresponsabilidad en la emisión monetaria del gobierno y en la emisión de palabras por parte de Milei”, plantea. “Las palabras de Milei no hacen sino consolidar esta imagen de que vamos a ir hacia una dolarización desordenada porque no hay dólares”, explica y agrega: “Si Milei estuviera diciendo que va a sustituir el peso por el dólar al tipo de cambio de hoy, no habría corrida contra el peso”. “Todo el mundo anticipa porque Milei sugiere, que como no hay dólares, vamos a tener que dolarizar a un tipo “recontra alto”, para usar las palabras de Guido (Di Tella)”, desarrolla. “Si la hiperinflación era inevitable por el mal manejo económico, lo que uno trata de hacer es generar las condiciones para que sea lo más digerible posible y no va a echarle nafta al fuego para que todavía sea peor, más anticipada y lo más dura posible”, puntualiza. “No conozco ningún caso de una economía en el que se haya tratado de fomentarla para administrarla luego”, detalla. “Creen que pueden armar un Frankenstein, tienen acceso al cerebro, al cuerpo, a la capacidad de darle el shock eléctrico, pero cuando despertaste al monstruo, es muy difícil saber cómo controlarlo”, alerta.
"“Los enviados de Milei que vinieron a Estados Unidos se volvieron con las manos absolutamente vacías y bastante sopapeados. Milei sabe eso y de ahí surge la idea de que, si va a tener muy pocos dólares, el tipo de cambio va a tener que ser muy pero muy alto. De ahí que se plantea generar una hiperinflación con tal de dolarizar"
“Se están creando condiciones que llevan no sólo a una hiperinflación sino que, probablemente, también a muy serias dificultades en nuestras relaciones financieras con el mundo”, agrega. “El camino no es el enamoramiento con el instrumento, no es que la dolarización sea la panacea en sí misma: es un instrumento que puede funcionar bien en ciertas circunstancias pero que, en las circunstancias argentinas, va a generar muchos costos”, insiste. “BlackRock va a volver a entrar en la Argentina a proveer financiamiento en condiciones raras. Nunca fue un fondo buitre. Son muy conservadores para manejar sus recursos”, aclara. “Lamentablemente, con los equipos de Patricia Bullrich, Melconian, que ha sido el punto de contacto aquí, no ha sido muy convincente”, cuestiona. “La percepción es que todavía no hay un programa suficientemente elaborado, con los números suficientemente refinados, aún dada esta incertidumbre”, dice. “Esta es la incertidumbre que ha quedado con respecto al futuro de la Argentina. No sabemos qué puede venir”, concluye.
El respetado economista basado en Nueva York, Guillermo Mondino, estuvo en La Repregunta. Mondino tiene una vasta trayectoria que une su experiencia en lugares clave del Estado, los mercados emergentes y la Academia. Fue secretario de Finanzas de Domingo Cavallo en los ´90s y su jefe de gabinete de asesores en su gestión durante el gobierno de la Alianza. Fue jefe de Investigación estratégica en Mercados Emergentes en el Citi y director de mercados emergentes en Barclays Capital. Es profesor en la Universidad de Columbia. Mondino es Doctor en Economía por la Universidad de Yale y economista por la Universidad Nacional de Córdoba.
¿El plan Milei es una hiper con dolarización? ¿Qué piensa Wall Street de la dolarización? ¿Hay fondos dispuestos a prestar los dólares necesarios… o todo lo contrario? ¿Y qué expectativas hay en relación a Massa? ¿Por qué Bullrich y Melconian tampoco tranquilizaron a los mercados? Mondino hizo su análisis. Aquí, la entrevista completa.
Del dólar “recontra alto” del ´89 al “peso excremento” de Milei. Corrida, ¿crisis de Massa o de Milei?
-En el debate político actual, el apellido Mondino resuena mucho por Diana Mondino, la candidata a diputada por la Libertad Avanza, y eventual canciller si gana Milei en las elecciones. Es su hermana. ¿Cómo son esas mesas familiares atravesadas por el debate económico?
-Sobre temas económicos, en general, hablábamos antes de que Diana asumiera este rol político. Siempre hemos tenido muchas coincidencias en los grandes lineamientos que debería tener la economía argentina. Desde que ella asumió este rol político, ha habido menos oportunidades de tener conversaciones en la mesa familiar y nos concentramos en hablar de otros temas más que de las propuestas políticas específicas del momento. La relación con ella sigue siendo excelente pero ahora hablamos un poco menos de temas económicos que antes de que asumiera este rol.
-La semana pasada hubo preocupación por la corrida cambiaria y por el impacto que puede tener en una corrida de depósitos. Inquietaron las declaraciones de Javier Milei: “jamás en pesos”, dijo, es decir, no tener pesos en plazos fijos, y el peso es “excremento”, es decir, ni siquiera sirve para abono. Este episodio remitió al “dólar recontra alto” que anunció Guido Di Tella en 1989, antes de que ganara Menem, que contribuyó a la hiper de Alfonsín. ¿Cuánto de este incentivo que Milei le puso a la crisis que tiene este gobierno tiene un impacto como el de aquellos años?
-La Argentina ya viene con un problema generado fundamentalmente por dos fuerzas que confluyen en lo mismo. Por un lado, una enorme irresponsabilidad por parte del gobierno en el manejo de la política macroeconómica a través de la política fiscal, con una situación fiscal desbordada, con una situación monetaria donde lo único que hace es imprimir dinero para financiar al fisco y donde a su vez, hay una inconsistencia con la política cambiaria, con el tipo de cambio oficial reprimido y una canalización creciente de áreas al tipo de cambio libre, que por lo tanto tiende a subir. Hay una enorme inconsistencia macroeconómica pésimamente manejada. Es difícil pensar que pueda estar peor manejada que lo que está manejada por el ministro Massa. Esa es la situación de fondo de la Argentina. Sobre esa situación, declaraciones poco felices no hacen sino atizar el fuego. Esas declaraciones son señal de inmadurez e irresponsabilidad y de ninguna manera era necesario decir que el peso no sirve ni para excremento. Ni era necesario salir el lunes a atizar la situación diciendo que saquen los depósitos a plazo fijo de los Bancos. Bastaba con decir que la política económica es mala, es inflacionaria y que, por lo tanto, a aquellos que tienen pesos, les termina pegando el impuesto inflacionario, pero no había que terminar generando el fantasma de una corrida. Acá, en estas circunstancias, hay claramente una enorme irresponsabilidad en la emisión monetaria del gobierno y en la emisión de palabras por parte de Milei. Estamos enfermos de emisión de palabras y monetaria.
"Suena realmente delirante generar una hiperinflación para estabilizar"
-¿Si no hubiera un gobierno débil, las palabras de Milei no generarían tanto impacto?
-Creo que tienen tanto impacto no por la debilidad del gobierno sino porque Milei es el candidato que en las encuestas parece ser el que va adelante y tiene más chances de pasar al ballotage. Las palabras de Milei no hacen sino consolidar esta imagen de que vamos a ir hacia una dolarización desordenada porque no hay dólares, y que va a significar un salto del régimen del tipo de cambio. Si Milei estuviera diciendo que va a sustituir el peso por el dólar al tipo de cambio de hoy, no habría corrida contra el peso, la gente se quedaría en peso porque mañana le van a dar dólares. Lo que ocurre es que todo el mundo anticipa, porque Milei lo sugiere, que como no hay dólares, vamos a tener que dolarizar a un tipo “recontra alto”, para usar las palabras de Guido (Di Tella). Eso significa que la gente se anticipa. Esta declaración de Milei sugiere que ésta es su decisión de política económica en caso de que él llegue a la presidencia.
El plan Milei, ¿híper con dolarización? ¿Es posible o es un Frankenstein que se saldrá de control?
-Días antes, en Mar del Plata, sostuvo otra declaración muy en línea con lo que usted señala. Milei planteó que cuanto más alto esté el precio del dólar, más fácil la dolarización. En esta idea de una hiperinflación como el paso inicial de una política económica que luego llega con la dolarización, ¿es controlable un efecto como ése, la hiperinflación, para lograr un objetivo ulterior, la dolarización?
-Suena realmente delirante generar una hiperinflación para estabilizar. Hay un enamoramiento con el instrumento: genero primero la inflación. Es como plantear que me voy a pegar un tiro en la sien para después nacer como un objeto deseado. ¿Qué sentido tiene? Lo lógico sería tratar de evitar que caigamos en la hiperinflación, tratar de transitar este período tan complicado como el que está gestando esta pésima administración política económica que está legando Massa, y que eso contribuya con cierta racionalidad. A lo mejor así evitaríamos la hiperinflación. Es muy irresponsable plantear que hiperinflo, luego voy a controlar y administrar esa hiperinflación con precisión como si tuviera el control absoluto de la situación y, finalmente, voy a poder estabilizar con bajos costos, como si fuera algo sencillo. Y la realidad es que no es así, ni la dolarización es de bajo costo, ni las reformas que hay que hacer luego para que la dolarización funcione son fáciles de hacer y la hiperinflación es devastadora política, social y económicamente. Me parece un delirio todo este cocktail en el que nos están metiendo. Hay un elemento a analizar: quizás la inflación ya era inevitable. Si la hiperinflación era inevitable por el mal manejo económico, lo que uno trata de hacer es generar las condiciones para que sea lo más digerible posible y avanza ideas y propuestas en ese sentido, no va a echarle nafta al fuego para que todavía sea peor, más anticipada y lo más dura posible. Lo que Milei está intentando hacer es que explote la inflación lo antes posible, como si hubiera llegado a la conclusión de que la necesita. Quiere que explote lo antes posible para que le explote al gobierno actual y no le echen la culpa a él. Esa es una decisión de política bastante irresponsable porque estas cosas tienen muchas y muy serias consecuencias sociales y políticas como disolución y desencanto de la sociedad, lo que hace muy difícil la gestión de la política económica en los próximos cuatro años para el que sea.
-¿Hay algún país del mundo que haya hecho esa apuesta, hiperinflar la economía buscando otro objetivo? ¿Se dio alguna vez eso?
-No que yo conozca. No conozco casos de estas hiperinflaciones quirúrgicas como las que imagina Milei. Conozco muchos casos de hiperinflaciones o seudo hiperinflaciones en las que se cae porque la política económica era muy mala y se trata de resolver. Pero no conozco ningún caso en el que se haya tratado de fomentarla para administrarla luego. Pareciera que ellos creen que es una cirugía que van a poder controlar, que tienen el bisturí y que van a ser capaces de administrar los detalles para que esto sea poco doloroso. Y rara vez es así. Aún cuando, a lo mejor, consigan bajar la inflación, las consecuencias son insospechadas. Es un Frankenstein, como decías al comienzo: creen que pueden armar un Frankenstein, tienen acceso al cerebro, al cuerpo, a la capacidad de darle el shock eléctrico, pero cuando despertaste al monstruo, es muy difícil saber cómo controlarlo. No lo conocemos los economistas, por lo menos, y por lo que entiendo, tampoco los politólogos o los sociólogos saben qué puede llegar a ocurrir en estas circunstancias.
Hiperinflación. ¿Hay chances hoy de evitar ese camino? Massa y los libertarios, ¿aliados hiperinflacionarios?
-Dada esta crisis que se profundiza con un candidato ministro que está instrumentalizando la economía como un factor de su campaña política, ¿qué chances hay de frenar el camino hacia la hiperinflación? Está claro que no hay que fogonearla con declaraciones. ¿Pero qué chances hay de que se frene en el camino a diciembre, cuando asuma un gobierno que no sabemos cuál va a ser?
-Lamentablemente, el Congreso, que es quien debería tener un rol activo frenando esto, pareciera estar yendo en la dirección opuesta con la votación de devolución del IVA desde el 1 de enero. Hay una irresponsabilidad fiscal y macroeconómica muy grande. Esta ley fue votada por el gobierno, por algunos partidos provinciales y por los libertarios. Es una muestra de irresponsabilidad política dada las circunstancias y la situación en la que estamos. No funcionan los sistemas de control y de check and balances del Ejecutivo y el Ejecutivo está planteando una situación inmanejable hacia el futuro. Este tipo de votaciones de la última semana, ganancias, el IVA, van claramente hacia una dirección opuesta a las que podrían llegar a facilitar acuerdos financieros para poder tener acceso a mercados y a financiamiento con el Fondo Monetario el año que viene. Con ese antecedente, de ninguna forma El FMI nos va a dar apoyo, que va a ser indispensable. Entre diciembre y enero, tenemos 5 mil millones de dólares de vencimiento con el Fondo Monetario. En ese momento, después de haber votado estas cosas, no vamos a tener un programa en marcha. Tenemos 1.500 mil millones de dólares de vencimiento con los mercados de cupones y no vamos a tener para pagar. Estamos creando condiciones que llevan no sólo a una hiperinflación sino que, probablemente, también no llevan a muy serias dificultades en nuestras relaciones financieras con el mundo. No quiero llamarlo default porque puede haber otros caminos, pero sí muy serias dificultades. Y si están apostando a que el mundo nos va a dar los dólares para la dolarización en medio de esas dificultades, es muy difícil que no los den. Es de mucha responsabilidad y de mucha miopía que, por ganar un voto, por no pagar el precio de aparecer como el que se comporta responsablemente, vamos a pagar precios muy altos a la hora de gestionar la economía en 2024. Por eso los bonos valen lo que valen en el mercado, por eso es que las expectativas están tan derruidas con respecto a la Argentina.
"Hay una enorme inconsistencia macroeconómica pésimamente manejada. Es difícil pensar que pueda estar peor manejada que como está manejada por el ministro Massa"
Los riesgos de una dolarización sin dólares. ¿Por qué Wall Street no está dispuesto a financiarla?
-Si eventualmente Milei gana las elecciones y tuviera la voluntad de dolarizar, la pregunta es de dónde va a sacar los dólares. En relación a cuántos dólares se necesitan, Milei ha ido variando: ha hablado de 30 mil millones, también de 60 mil millones y la semana pasada, de 40 mil millones de dólares. Sostiene que hay fondos de Estados Unidos que están listos para aportar ese dinero. ¿Cuán creíble es esa versión de acuerdo con su experiencia y según la mirada de Wall Street sobre el panorama argentino?
-Imposible es poco. No existe. Esos recursos no existen. En este momento, no hay nadie dispuesto a poner financiamiento para la dolarización en la Argentina. Bajo ninguna circunstancia y bajo ninguna condición financiera que hoy se pudiera plantear, hay demanda para proveer del financiamiento del cual está hablando Milei. No se lo van a proveer los mercados, ni el Fondo Monetario, ni el Tesoro de EEUU, ni el Banco Central de China, no se lo va a proveer ningún fondo soberano del resto del mundo, no en la magnitud de la que estamos hablando, 30, 40 o 60 o lo que sea de miles de millones de dólares. Puede ser que le provea una línea de financiamiento para que la Argentina no caiga en default con el Fondo, o para que pueda pagar los 1.500 millones de dólares de cupones de la deuda, o puede ser que le permita financiamiento por chauchas y palitos para que el próximo gobierno pueda comenzar a operar. Pero no estamos hablando de los órdenes de magnitud necesarios como para iniciar una dolarización como la que ha sugerido Mieli. Milei es consciente y sabe que no están esos dólares: los enviados que vinieron a Estados Unidos se volvieron con las manos absolutamente vacías y bastante sopapeados porque se encontraron con enorme reticencia a apostar a estas ideas que traían. Milei sabe eso y por lo tanto, de ahí surge la idea de que si va a tener muy pocos dólares, el tipo de cambio va a tener que ser muy pero muy alto. De ahí que se plantea generar una hiperinflación con tal de dolarizar.
"Lamentablemente, con los equipos de Patricia Bullrich, Melconian, que ha sido el punto de contacto aquí, no ha sido muy convincente. La percepción es que todavía no hay un programa suficientemente elaborado, con los números suficientemente refinados, aún dada esta incertidumbre"
-Sería una hiperinflación de una escala que no hemos conocido.
-Así es. Es al revés, lo que tiene que decir Milei es: quiero la menor inflación posible para, de esa forma, poder implementar el esquema necesario para estabilizar. El camino no es el enamoramiento con el instrumento, no es que la dolarización sea la panacea en sí misma: es un instrumento que puede funcionar bien en ciertas circunstancias pero que, en las circunstancias argentinas, va a generar muchos costos.
Dolarización argentina, ¿un negocio para los “fondos buitres”? ¿BlackRock le prestaría Milei?
-Otra versión dice que el fondo BlackRock, caracterizado como “fondo buitre” en parte de la opinión pública, en la medida en que hace apuestas para ganar en situaciones de estrés económico y financiero, estaría dispuesto a llegar a la Argentina para poner los dólares que se necesitan. ¿Cómo ve esa posibilidad? ¿Qué se dice en Estados Unidos?
-Esa definición está toda mal. BlackRock no es un fondo buitre, nunca lo fue ni lo será. BlackRock es una gran institución financiera en tamaño, en prestigio y en forma de operar. No opera en casos de extremo distrés o de extremas tensiones económicas. Al contrario, son bastante conservadores a la hora de administrar sus recursos. Participó en la Argentina en 2018 porque estaban invertidos en la Argentina y creyeron que la Argentina tenía una solución. Ahí les fue mal, se quemaron, se arrepintieron de haberlo hecho. Luego terminaron liderando el comité de reestructuración de la deuda para contribuir a facilitar la reestructuración, tan mal administrada por el exministro (Martín) Guzmán. ¿Y ahora vamos a creer que BlackRock va a volver a entrar en la Argentina a proveer financiamiento en condiciones raras? Esto, te lo garantizo, es imposible. Soy amigo personal de quien administra el área de renta fija de BlackRock: no existe esa posibilidad. No es correcto. Cambiemosle el nombre: no hay nadie dispuesto a poner fondos de esa envergadura como para poder llevar adelante una dolarización. Eso no existe, por eso es que Milei está obligado a generar una hiperinflación para avanzar con la dolarización. Pero como dice que la dolarización es una decisión tomada, el resto de las variables se tiene que acomodar a su decisión. Y eso es de enorme irresponsabilidad.
Bullrich y el plan Melconian. ¿Decepcionó en Wall Street?
-Queda clara la situación crítica de este gobierno y del candidato Massa. Quedan claros los riesgos de lo que propone Milei. ¿Cuál es su análisis sobre la propuesta de Patricia Bullrich con su eventual ministro de Economía, Carlos Melconian, y cómo se percibe esa propuesta desde Wall Street?
-La visita de Carlos Melconian, que ocurrió hace diez días, tampoco fue buena. Vamos a ser justos con todo el mundo. Quizás fue marginalmente mejor que la de los enviados de Milei pero no fue una buena visita. No dejó contentos ni satisfechos a aquellos que participaron en la reunión. No está la percepción de que Melconian en sí mismo tenga la capacidad de comunicarse con los mercados de la forma necesaria, o al menos ésa es la sensación que quedó aquí.
"BlackRock va a volver a entrar en la Argentina a proveer financiamiento en condiciones raras. Nunca fue un fondo buitre. Son muy conservadores para manejar sus recursos"
-¿Cómo sería esa forma necesaria? ¿A qué se refiere?
-No está la transparencia de los números, la prolijidad de una presentación articulada, con ideas ordenadas, la forma adulta y madura de conversar e interactuar con inversionistas y economistas profesionales. No se percibieron ninguna de esas cosas en esta visita. Hay mucha confianza en alguna gente que trabaja con Melconian, como Daniel Artana, Enrique Szewach, Rodolfo Santángelo. Pero para mi sorpresa, y lamentablemente, esta no fue una buena visita de Melconián con los mercados. Hay muchas dudas con todos. En relación a Massa, directamente no sabemos qué va a hacer, es un delirio lo que estamos viendo y es un delirio imaginar lo que va a venir. Milei, ya hablamos. Y lamentablemente, con los equipos de Patricia Bullrich, Melconián, que ha sido el punto de contacto aquí, no ha sido muy convincente. La gente que va a Buenos Aires y habla con otra gente de los equipos viene un poco más optimista. Pero para ser justos en la crítica a todos, debo decir que esta visita a Nueva York de Melconian no fue todo lo buena que hubiera sido deseable.
-En algún momento el año pasado, usted estuvo cerca de los equipos económicos de Patricia Bullrich. El cuestionamiento que usted hace, y que hace Wall Street, ¿es a Melconian pero no a la candidata?
-El cuestionamiento no es ni siquiera a Melconian sino que no se ha enfocado la comunicación con los inversionistas internacionales con el profesionalismo debido. ¿Quién es el responsable de eso? No lo sé. Pero vos me preguntaste cómo se percibe aquí. Y la percepción es que todavía no hay un programa suficientemente elaborado, con los números suficientemente refinados, aún dada esta incertidumbre porque todo el mundo es consciente de que de acá a diciembre van a cambiar mucho las cosas. La comunicación no ha sido todo lo profesional que uno hubiera deseado en estas circunstancias. No lo fue en ninguno de los casos de la gente de los distintos candidatos que ha venido de visita a New York. Esta es la incertidumbre que ha quedado con respecto al futuro de la Argentina. No sabemos qué puede venir.