Cómo conocer la casa francesa donde vivió y murió el Padre de la Patria
El productor argentino Patricio Orozco recreó en 3D la vivienda ubicada en Boulogne-Sur-Mer en Francia para recorrer y descubrir dónde pasó sus días José de San Martín
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La habitación donde murió José de San Martín, el cuadro con un bouquet de flores hecho por su nieta, el piso intacto de madera por el que caminó a diario… La casa de Boulogne-sur-Mer, donde el Padre de la Patria pasó sus últimos días es un lugar que a la mayoría de los argentinos le gustaría conocer.
En ese rincón de Francia, a más de 11.000 kilómetros de Buenos Aires y a casi 300 de París, la Casa Museo del General San Martín en Boulogne-sur-Mer está abierta al público, pero no muchos de los argentinos que viajan a Europa llegan hasta allí. Sin embargo, es posible realizar una visita virtual por los distintos ambientes. Un recorrido acompañado por la explicación del Granadero que custodia la casa-museo y aporta detalles de la vida del prócer.
Este tour virtual es posible por la iniciativa del argentino Patricio Orozco que, viviendo en Londres, se dispuso a documentar la vida de San Martín en Europa.
Curioso y emprendedor, se encontró en Inglaterra con la tecnología que encendió la idea de cambiar el documental por el proyecto que permitiría poner a disposición de todos, en la palma de la mano –lo que ocupa un celular–, cada rincón de las casas que habitó San Martín en Europa. La de Boulogne-sur-Mer es la primera en escanearse y compartir con el público.
Organizador de eventos, director, productor, traductor, documentalista, consultor, conferencista, publicista… Patricio Orozco parece haber vivido varias vidas en una. Él se autodefine como shakespeariano –por su pasión por William Shakespeare– y gestor cultural. Su pasión lo llevó a convertirse en el primer latinoamericano en recibir la Orden del Imperio Británico por difundir la obra del autor inglés.
Se mudó a Londres hace cinco años para estar en contacto con las tierras del autor, en honor a quien creó el Festival Shakespeare. La cercanía de su actual hogar con el destino final del General San Martín lo llevó a visitar su última casa y a ahondar en la vida que el prócer llevó allí. “Mis actividades son muy diversas. Ahora estoy preparando un documental sobre Margaret Calvert, la diseñadora de todos los road signs, las señales de tránsito de Inglaterra en los 60 y de la señalética del aeropuerto de Gatwick y la de los trenes”, cuenta.
Orozco tiene 50 años y trabaja desde los 14. “No me quiero quedar con las ganas de nada. Lo mío es como ir de tapas, como el zapping”, confiesa. A partir de la pandemia se introdujo en el mundo de los documentales, cuando estaba recién mudado a Londres. Entonces, sus planes tenían que ver con el teatro. “Pero todo se cortó y vi la posibilidad de hacer una serie para Film & Arts. Trabajé con Norma Aleandro produciendo Norma en la nube, las historias que ella había grabado en su casa. Escribe unos cuentos divinos”, cuenta. El trabajo consistió en curar los cuentos y darles el formato que necesitaba el canal y que más tarde se tradujeron en podcasts.
Siguió con una serie sobre la vida de Graciela Borges, y una serie de televisión sobre las obras de teatro que se estrenan en el West End. Su último documental, sobre el First Folio, se vendió a 30 países. “Se cumplieron 400 años de la primera edición de las obras completas de Shakespeare. Sin ese libro, la mitad de sus obras no hubieran sobrevivido. En Inglaterra se hicieron dos documentales, uno de la BBC y otro, nosotros. Del team el único extranjero era yo, que lo dirigía. Tuve que dar examen, pero salió divino”, admite.
Pero, ¿cómo pasó del mundo del teatro al histórico, puntualmente al sanmartiniano? La corta distancia que separa a Londres de Boulogne-sur-Mer fue el disparador que lo llevó bucear en la vida en Francia del Libertador. Estando en Europa decidió desarrollar un proyecto (una serie o un documental) de su vida en Europa.
“San Martín se va de América y llega a Southampton el 23 de abril de 1824. El 23 de abril es una fecha shakespeariana: es la fecha en la que nació y murió Shakespeare –señala Orozco, quien una y otra vez vuelve al escritor–. San Martín, siendo un niño, tuvo su educación formal y militar en España, y por eso estuve recorriendo Málaga. Luego, su vida en Inglaterra, sus amigos en Escocia, como Paroissien, Miller y Cochrane. También vivió en Bélgica y Francia y tiene un paso por Italia”, enumera. En este recorrido, Orozco encontró aspectos desconocidos. “Cuando se va de América lo primero que hace es venir a Londres. Estando acá revisé los archivos, la escuela a la que fue su hija, que estaba pupila. Él alquiló una casa cerca de Regent Park y ella fue a un colegio llamado Hampstead College”, cuenta. “Como Shakespeare –dice–, hay muchos años de la vida de San Martín que no se tiene información”.
–¿La intención de la investigación era el documental?
–Sí, lo primero fue audiovisual.
–¿Cómo pasaste de la preparación del documental al escaneo en 3D de la casa de Boulogne Sur-Mer?
–Buscando casa me crucé con una tecnología que escanea casas en 3D. Es la tecnología del real estate.
–Y fuiste al lugar de los hechos.
–Hay que ver qué hay, qué sobrevivió. Por eso fui al hotel donde se hospedó para buscar el libro de huéspedes de hace 200 años. Me dijeron que el hotel se vendió hace cinco años y que no había nada. Pero estoy en eso porque en Inglaterra nada se pierde. Hay un registro, se dona a una biblioteca, a una universidad. Alguien tiene ese libro.
Con la tecnología 3D, Orozco, scanner en mano, recorrió la casa de Boulogne-sur-Mer. En la presentación virtual, en la planta baja el visitante es recibido por un Granadero –que vive allí y es reemplazado cada dos años– que cuenta su historia. La casa, adquirida por el Estado argentino, fue sede del Consulado Argentino en Francia, hasta que finalmente se convirtió en casa-museo.
–¿Cuándo descubriste la tecnología 3D decidiste cambiar el proyecto?
–Me pareció algo increíble para los museos, y decidí avanzar en el proyecto y en la investigación. Es un lugar oculto; una minoría tiene el privilegio de reunir los fondos y visitar la casa. Ni siquiera está cerca de París, son tres horas de tren.
–¿Quién visita la casa?
–Está abierta al público. Es muy visitada por argentinos, peruanos, chilenos, gente que vive en Europa.
–¿Cuál es el aporte de tu trabajo?
–Tratamos de democratizar este contenido y, literalmente, ponerlo en la palma de la mano a todos los chicos en las escuelas. También dar un contenido a los docentes y hacer que la gente pueda entender mejor esta parte tan importante de la vida de San Martín.
El Padre de la Patria no ocupaba toda la casa, que era del doctor Adolphe Gérard, a quien le alquilaba las habitaciones del segundo piso. Vivía en una habitación, y en la de al lado, su hija Merceditas con su marido, Mariano Balcarce y en otra, sus nietas. “San Martín y Gérard se hicieron muy amigos”, dice.
–¿Cómo era su vida en Francia?
–Las crónicas dicen que iba a la playa con las nietas, ese abuelo después tenía que subir dos pisos por una escalera empinada. Entre su habitación y las del resto de la familia hay un hall, y él muere en la cama de la hija.
–¿Cómo era la vida de San Martín dentro de la casa?
–En el primer piso había un comedor dividido en dos, uno para cada familia, y un salón de fumar. En toda la planta baja había oficinas del doctor Gérard, un patio de uso común y un jardín con rosas, la flor preferida de San Martín. Todo dicho por el Granadero que custodia.
–¿Cómo transcurrían sus días?
–Las crónicas dicen que le gustaba mucho caminar por dentro de la ciudad amurallada. Creo yo, indudablemente que todo en coche, no había otra manera. El último recorrido lo hace el 6 de agosto de 1850 –hace un paseo, pero ya se siente débil–. La subida de la escalera del 6 de agosto, once días antes de fallecer, ya la tiene que hacer con ayuda. Después empieza a tener problemas digestivos, se recupera, iba y venía hasta que el 17 de agosto a la mañana mejora, pero después se siente muy fatigado y a las 3 de la tarde fallece. En la habitación donde fallece hay un reloj que está clavado en las 3 de la tarde.
–¿Qué objetos se conservan en la casa?
–Hay un cuadro en la habitación de su hija Mercedes, que se lo hizo Merceditas (la nieta), un bouquet de flores de papel que dice “a mi abuelo”. Los pisos del segundo piso son los originales. También, una reproducción del sable de San Martín. Cuando se llevan los muebles a Buenos Aires, la nieta dibujó un croquis de cómo era su disposición en la habitación de su abuelo. El croquis está en el Museo Sanmartiniano, pero hay una copia en la casa de Boulogne-sur-Mer. Donde él dormía está la disposición de los muebles tal cual. Era una cuestión minimalista propia de un estoico. Si bien la casa es increíble, vivía sin grandes lujos.
–¿Dónde se podría replicar la experiencia?
–El Ministerio de Defensa tiene como cincuenta museos. Más allá de eso, están el Cabildo, la Casa de Tucumán, la Casa de Sarmiento, Yapeyú, un montón de espacios a los que uno no va a dejar de ir, pero que se pueden democratizar más. En España hay un museo en Cervatos de la Cueza, que es la casa de los padres de San Martín. El padre nació ahí, y la madre, Gregoria Matorras, en un pueblo cercano. Quiero ver si están ahí las partidas de bautismo.
–¿Cómo se encaró el proyecto desde el principio?
–El proyecto se lo presenté a Luis Petri, el Ministro de Defensa. Él es sanmartiniano también, es mendocino así que enseguida se entusiasmó. Además, contamos con el apoyo de la Embajada Argentina en Francia, porque son ellos los custodios de la casa. Y, como estamos en una época en que no hay plata, tuvimos que tener un sponsor, Droguería Meta, que aportó los fondos para empezar a recorrer este camino. Escanear todo un edificio no es sencillo.
–¿Qué otros apoyos pueden sumar?
–El apoyo de las embajadas es importante, sobre todo cuando tienen una relación tan cercana con los lugares históricos. En España hay un museo en Cervatos de la Cueza, que es la casa de los padres antes de ir al virreinato. El padre nació ahí, hay que ver la iglesia. La madre, Gregoria Matorras, nació en un pueblo cercano. Quiero ver si están ahí las partidas de bautismo. Es el recorrido ¿Qué pasó con los hermanos? Tenía hermanos. Hay que investigar un poquito. El apoyo de los historiadores va a ser muy importante y va acelerar los tiempos. En su momento, para hacer un documental en capítulos, hablé con Adrián Pignatelli.
Patricio Orozco tiene una posición tomada respecto a la historia. Considera que lo mejor es mostrar todo, desde la visión de los historiadores hasta la voz del Granadero que conserva la casa-museo, y que luego sea cada uno quien saque su propia conclusión. “El Granadero tiene la casa de punta en blanco ¿y cuánta gente la ve? Ahora van a ver el trabajo que hace el Granadero. Yo fui con un scanner y lo que hice es como decir “la luna es esto”, concluye.
El resultado: un lugar histórico para conocer aunque sea virtualmente en www.sanmartineneuropa.org
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