Circo Beat, la gira de Fito Páez que siguió Enrique Symns y terminó en un libro, ahora reeditado
“La publicación en su momento estuvo opacada de conflictos, tal vez sobredimensionados”, cuenta Andrea Álvarez Mujica, coautora en las sombras
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“La biografía de un tipo de treinta y dos años, es ridículo”, fue la reacción de Fito Páez hacia finales de 1994, principios de 1995, ante la idea de un libro que abordara su vida. Si bien el artista no superaba los 40 años y todavía le quedaba mucha rienda creativa por delante, hasta ese momento los calendarios vividos habían acumulado una buena cantidad de historias. Por empezar, la trayectoria como músico: su despeque en Rosario, tocar el piano en la banda de Charly García, su éxito solista, donde hasta ese momento acumulaba siete discos de estudio –entre ellos La La La, junto a Luis Alberto Spinetta – y la obra consagratoria, El amor después del amor. Por otro lado, los sucesos familiares: la pérdida de su madre cuando tenía ochos meses; el asesinato de su abuela y su tía y un año antes, el fallecimiento de su padre. Material para tirar del hilo había de sobra.
La primera edición de su biografía se editó en 1995, en la colección Fin de Siglo que dirigía Jorge Lanata, bajo el sello de la (hoy extinta) editorial Espasa Calpe. En aquel trabajo participaron Sara Facio en la foto de tapa, Miguel Rep en las ilustraciones y Enrique Symns salió en la portada, como el periodista a cargo de la aventura, aunque después el creador de la revista Cerdos & Peces, en el interior, aclaraba que por cuestiones de contrato no la incluyeron a Vera Land como coautora.
“Por razones contractuales y de planificación original del proyecto, ante la mirada de la ley figuro junto con Fito Páez como autor de esta obra. Sin embargo, es necesario dejar claro ante la mirada de los lectores que Vera Land y Enrique Symns somos, ambos, coautores de la misma”, escribió, además de discriminar que ella se hizo cargo de los reportajes a músicos, cineastas, abogados y familiares de Páez, entre otros. “A mí no me importaba figurar. Yo tenía veintiséis años estaba feliz de ser parte del libro. Sentía que con ese libro iniciaba un camino interesante dentro de mi profesión”, dice Andrea Álvarez Mujica (antes conocida como Vera Land) a La Nación.
El libro se dividió en dos: Symns se fue de gira con Páez por distintas provincias y se metió en el backstage de lo que fue la presentación del disco Circo Beat. Mantuvo el grabador siempre listo y en distintos hoteles consiguió charlas íntimas con el músico rosarino, en las que opina sobre sus experiencias con el amor (con Fabiana Cantilo y Cecilia Roth), la plata, la literatura, el cine y la fama.
“Siempre me imaginé el éxito, lo deseé mucho e hice todo lo posible por llegar a esto. Esto no significa un nivel de creencia en uno mismo, significa que cuidando lo que se hace u observando las consecuencias de cada cosa que se hace se puede conseguir el éxito. El mundillo del rock me condena porque soy el primer tipo que se independiza en ese mundo: pongo mis abogados, mi propio estudio jurídico y fiscal. Ni remotamente estaba preparado para lo que se venía. Ahora me meto en mis finanzas, conozco el destino de cada peso que se mueve aquí dentro”, dice Páez en una de esas charlas, al ser consultado si realmente lo había agarrado por sorpresa el éxito de El amor después del amor.
Por su parte, Land se fue a la ciudad del monumento a la bandera para reconstruir a ese chico mundano, su infancia, su adolescencia, el crimen de su abuela y tía y su partida a Buenos Aires, donde estuvo mucho tiempo sin dinero, con la ropa que encontraba por ahí, metido en un gran consumo de alcohol y anécdotas de todo tipo. Por ejemplo, volver a su casa colgado del camión de la basura de Manliba o tener que luchar con unas ladillas que habían irrumpido la zona genital.
“Cuando faltaba poco para la presentación de Tercer Mundo, toda la ciudad estaba empapelada con afiches de Fito. Él vivía en la calle Hidalgo, en una casa en construcción. Tenía como mesa de luz un cajón de manzanas con un veladorcito, que el es el que tengo ahora en mi pieza. Ese era su hábitat. Siempre le digo: ‘Ahora estás en París y tomas champagne francés, pero cuando te conocí tenías un cajón de manzanas y un termidor’”, cuenta Fena Della Maggiora en el capítulo “Piojos y ladillas”.
Esta biografía con el paso del tiempo y la desaparición de la editorial quedó descatalogada. A su alrededor giraban muchos mitos en los que se decía que Páez no había quedado conforme con el trabajo final y eso alimentaba la intriga de los lectores que salían a pesquisar las librerías porteñas con tal de encontrarlo. 28 años después de aquella edición, con un mundo totalmente diferente y un Páez en la consagración absoluta, la que se encargó de volver a ponerlo en circulación fue Vera Land, a través de una reedición que lleva el sello editorial de Cerdos & Peces, un prólogo de su autoría y la foto de tapa, esta vez, de Andy Cherniavsky. Todo lo demás se dejó igual.
“Lo tenía en mente hace tiempo. Lo había hablado con Enrique Symns –falleció en marzo de este año– y él estaba de acuerdo. Siempre me sorprendió que el libro no fuera reeditado. Cuando yo estaba escribiendo la biografía de Estelares, empecé a conectar con el recuerdo de este libro, que fue la primera biografía de rock en la que participé. “La publicación en su momento estuvo opacada de conflictos, tal vez sobredimensionados. Lo paradójico es que el proceso de elaboración del libro fue muy armónico. La intervención de Fito Páez en el contenido del libro fue prácticamente inexistente: pidió eliminar un párrafo y reubicar otro. Se creó todo un mito del ‘capítulo censurado’”, dice Álvarez Mujica
¿Crees que este libro resistió el paso del tiempo?
Creo que sí. De todas formas, si hubiera envejecido mal, sería un objeto de culto. Pero el libro está vigente. La pluma de Symns se encuentra en esplendor. Hay tramos deliciosos. El libro está estructurado en distintas secciones que alternan la crónica, la entrevista y el monólogo. Es un formato entretenido y vital. Las crónicas de la gira de Circo Beat que componen los capítulos En el camino son espectaculares, y precisamente el paso del tiempo las revaloriza, porque congelan momentos evaporados y de a ratos aparece un humor emparentado con el comic, un perfume de los fabulosos Furry Freak Brothers. En las conversaciones de El mundo según Páez, se puede conocer el pensamiento más profundo de Fito sobre el arte, el amor y el dinero. Los monólogos de sus personas cercanas resultan un prisma que proyecta personalidades y relaciones que lo tienen a Fito como centro o figura sentimental fundamental.
Symns y Vera Land fueron compañeros de ruta. En su momento convivieron como pareja y luego, la mayor parte de la vida que siguieron en la misma vereda, lo hicieron por trabajo. Sus plumas se retroalimentaban y de esas cuatro manos, se nutrieron de historias el underground y la contracultura que forjaron parte de los ‘80 y ‘90 de este país. “En aquel tiempo Enrique y yo éramos amigos, colegas, opuestos y complementarios. Disfrutábamos de trabajar juntos”, dice.
¿Llegó a enterarse Symns de que se iba a reeditar?
Quería llevarle la reedición en una visita, pero no alcancé. De hecho, la mañana en la que terminé de escribir el prólogo, puse la fecha (16 de marzo de 2023), me fui a comprar naranjas y al volver recibí la triste noticia de su partida.
Para esta reedición cambiaron varios detalles estéticos y el diseño. En aquel momento, en 1995, la primera edición tenía más formato de cuaderno y se hizo mucho énfasis en la portada. “Mi idea fue llevarlo a Fito a hacer una sesión de fotos desnudo. La conecté a Sara Facio, le gustó la idea, hicimos las fotos y mi voluntad hubiera sido hacer una tapa con él solo sin ningún tipo de tipografía, pero solo logré que esté la foto en blanco y negro con él desnudo y una tipografía que diga ‘Páez’”, revela Rep a La Nación, quien en ese momento no sólo se encargaba de las ilustraciones, sino también del diseño de toda la colección Fin de Siglo.
“Lo que no recuerdo bien es si ese libro lo ilustré antes de un viaje que hice con Fito para conversar sobre el storyboard de lo que después terminó siendo su película Vidas Privadas. Ese fue el primer largometraje que hizo con libro de Alan Pauls. Y para hablar de eso, lo acompañé a su gira por Brasil y Colombia. Finalmente, después no lo hice porque me di cuenta de que no era el dibujante para esa película”, dice Rep. Y agrega: “Le puse mucha energía al formato de ese libro bien distinto al que se publicó ahora. La reedición es diferente. El de ahora es otro proyecto. No es un facsimilar de aquel libro que con tanto cuidado hicimos en Espasa Calpe”.
Para la portada actual, la foto seleccionada es de Cherniavsky, “la fotógrafa del rock”, quien entre los ‘80 y ‘90 fotografió a los artistas sobresalientes de la época. Entre ellos, Charly García, Spinetta, Pedro Aznar, León Gieco, Los Twist, Fabi Cantilo, Hilda Lizarazu, Andrés Calamaro, Los Abuelos de la Nada, Virus y Luca Prodan.
“La foto es de una sesión que hicimos con Gabriel Rocca para el libro Corazón Argentino. En el año ‘99/ ‘2000″, dice Cherniavsky, sobre este retrato intimista en el que se lo ve a Fito, guiñando un ojo y con un cigarrillo en su boca a punto de consumirse. “Habiendo sido súper amiga de Charly y pareja de Andrés, Fito era una de esas personas que estaba siempre en mi casa. Además, tenía relación con Cecilia (Roth). Mi viejo había sido representante de Dina –mamá de Cecilia Roth–. Era como una situación casi de familia. Lo convoco a Fito para ser parte de este libro y había muchos personajes de la cultura y el deporte”, agrega a fin de aportarle un poco más de contexto a esa foto seleccionada para esta reedición de Páez.
“Yo quería recuperar esa cosa que se transmite mucho en la serie (El amor después del amor). Sacarlo del rockstar, lo fashion y transmitir más ese chico de barrio. Más de la época de Del 63, cuando venía a hacerse las fotos con la ropa de calle. Con esa remera del cirulo rojo y letras chinas o con la que decía Perón, Perón, Perón”, completa.
En el prólogo de esta nueva edición, Land hace hincapié en que recupera “el esplendor de la pluma de Symns. Pintó un mosaico de personalidades contrapuestas, mostró la típica desfachatez estudiantil de las giras de rock, el hastío de la soledad, el humor y la camaradería”, escribe. Pero no sólo rescata esto, también es un viaje introspectivo de su propia prosa, hacia ese personaje que la acompañó durante muchos años –inhallable en un momento– en lo que fue el proceso de su escritura. Vera Land y Álvarez Mujica traccionan un punto de encuentro.
“Todos mis libros se relacionan. Después de Páez coescribimos Los Tres, la última canción (Aguilar, 2002), que también resultó envuelto en desacuerdos con los biografiados y fue el último trabajo importante que realicé con Symns. Esos dos libros tuvieron un proceso de escritura alucinante y una publicación incómoda. Algo se rompió en la sociedad creativa que formábamos y nuestros caminos se bifurcaron. No nos vimos por quince años. Mi tercera biografía de rock es Estelares, detrás de las canciones (Hormigas Negras, 2022) y es sin duda una continuidad de los dos anteriores, con el agregado de que, al ser la autora en soledad, no tuvo líos y pude disfrutar de apoyar y acompañar el encuentro del libro con las y los lectores. Mis tres novelas se relacionan, Tu maquillaje de fuga se evapora con la luz (Ediciones B, 2002), Los novios muertos (Hormigas Negras, 2015) y La vida es extraña (Hormigas Negras, 2021) forman parte de una expansión de mi pluma. La cuestión de abandonar el seudónimo fue en parte porque el personaje proyecta una imagen equivocada de mí”, dice.
¿Por qué refleja una imagen equivocada ese personaje?
Soy familiera. Estuve 29 años en pareja con el papá de mi hijo. Trabajé con Symns, pero no tengo nada que ver con la onda sexo, drogas y rock & roll, en todo caso lo mío es paz, amor y música. En ese sentido el seudónimo proyecta una imagen equivocada y por eso lo dejé.
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