Luego de sufrir un grave accidente vial, Beatriz Pellizzari tuvo tiempo para saber a qué quería dedicarse; a través de una organización social busca que las personas con discapacidades puedan trabajar
“Yo nunca tuve miedo al qué dirán. Me parece muy importante tomar un tiempo para darse cuenta lo que realmente uno quiere hacer en este mundo en el poco tiempo que estamos”, opina Beatriz Pellizari, de 55 años y socia gerente en la organización social Libertate.
Cuando estaba a punto de cumplir 18 años, sufrió un accidente que cambió su vida de forma drástica. Durante unas vacaciones de verano en Pirápolis, viajando en moto con su novio, fueron atropellados por un micro de larga distancia. Como resultado, él falleció y ella tuvo graves lesiones en su cabeza, en la rodilla y pierna derecha.
Comenzó una intensa rehabilitación para lograr recuperarse. Beatriz cuenta que: “Casi me amputan una pierna. Pase varios momentos de mucho miedo. Miedo de cómo volver a la vida. Pero uno lo supera con recursos que no sabe ni que tiene, que aparecen en las situaciones más críticas”. Luego de mucho tiempo y esfuerzo, logró volver a caminar.
Para explicar cómo logró sobrepasar esa situación, Bea, como le dicen sus más cercanos explica que: “Yo creo que el miedo es una cárcel, es algo que te limita, el miedo te recorta. Creo que el que tiene miedo tiene que agarra al toro por las astas. El miedo no se va apretando un botón, hay que dedicarle un poco de tiempo”.
Pero cuando retomó su trabajo, la percepción de sus compañeros cambió. La miraban con lástima. "No me miraban a los ojos, sino a mis muletas. Sin mala intención, pero uno lo nota", cuenta Beatriz. Desde ese momento su objetivo fue buscar generar conciencia y evitar esa mirada que devalúa.
Beatriz tiene una larga trayectoria en el campo de la ayuda social. Fue directora de la Fundación Par, fundó La Usina y la empresa social Red Activos, siempre para generar trabajo para personas con discapacidad".
Desde marzo de 2015 concentra todo su trabajo en Libertate, una organización social que crea e impulsa el trabajo sustentable para personas con discapacidad. "Estamos trabajando con un equipo profesional diverso e interdisciplinario. Re invertimos nuestras ganancias para acelerar el paso de la exclusión a la inclusión económica, por eso somos una empresa social sin fines de lucro. Imaginamos un mundo donde las personas con discapacidad sean más libres y aporten su valor a la vida económica de las comunidades", afirma Beatriz.