Valeria Estefanía López está perdida desde el 26 de enero de 2020
Su familia la vio por última vez el 26 de enero de 2020, en su casa de Virreyes, San Fernando; unas horas después, una filmación la muestra caminando junto a una mujer y un joven; cuando desapareció tenía 39 años y su madre cree que fue secuestrada.
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Valeria Estefanía López
Su familia la vio por última vez el 26 de enero de 2020, en su casa de Virreyes, San Fernando.
Unas horas después, una filmación la muestra caminando junto a una mujer y un joven.
La última imagen de Valería Estefanía López es de una cámara de seguridad de Virreyes, en el partido bonaerense de San Fernando. Se la ve caminando junto a una mujer y un joven a eso de las 2 de la madrugada. “Yo la había despedido de casa unas horas antes, cuando me contó que se iba a un cumpleaños”, relata Fanny, la mamá y sigue: “Ella es muy confiada, incluso con quienes conocía hace poco”.
Cuando desapareció, Valeria tenía 39 años y estaba buscando trabajo. Había conseguido cubrir unos francos en un lavadero de autos del barrio. En ese lugar, ese domingo 26 de enero de 2020, iban a festejar un cumpleaños y ella estaba invitada. Pero el festejo se suspendió y la reconstrucción de lo que hicieron los invitados esa noche tiene distintos relatos y una certeza: Valeria nunca volvió a aparecer. “Pasaron tres años y la seguimos buscando. Hace poco estuvimos con el fiscal, pero no hay noticias. Para mí está viva y la tienen secuestrada fuera del país o en una provincia”, cree Fanny y avisa que hay una recompensa de 500 mil pesos para quien sepa algo.
La familia tiene plena seguridad de que Valería jamás abandonaría a sus hijos, que ahora tienen 24 y 18 años. “Es muy familiera y los adora”, dice Fanny y cuenta que el más grande llora desconsoladamente cada vez que la radio pasa algún tema rockero que solía escuchar su madre. Sus hijos son los guardianes celosos de la ropa, los zapatos y todas las pertenencias de su mamá.
Valeria sintió mucho la separación de sus padres y tenía consumos problemáticos. “Pero siempre volvía a casa y me avisaba todo lo que hacía”, asegura Funny y enumera los trabajos que tuvo: fue empleada de maestranza en la Municipalidad de San Isidro, vendedora en locales de ropa de San Fernando y niñera. Como si recorriera el cuerpo de su hija en su mente, Funny recita: “Tiene una cicatriz en el labio, del lado derecho y varios tatuajes: un duende en el hombro, una pisada de perro en el ombligo y una flor en un glúteo”.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470