Un gesto emotivo: el policía que ayudó a un joven en situación de calle a estudiar
Muchas veces los pequeños gestos son los que hacen la diferencia: un consejo dicho al pasar, ejercer con pasión la profesión sin saber que eso puede inspirar a otros; escuchar a alguien, interesarnos por su realidad, darle esperanza.
En el caso de Maximiliano Montivero, un policía sanjuanino, fue ayudar a Ariel "Tapita" –un joven en situación de vulnerabilidad social– a hacer sus tareas escolares. El miércoles por la noche, mientras ordenaba las mesas del refugio El Águila después de la cena, Viviana –su fundadora– vio la emotiva escena: "De repente miro y estaba este hombre enseñándole a Tapita a hacer sus deberes", cuenta. Viviana publicó la imagen y no tardó en hacerse viral.
En el refugio ubicado en la capital sanjuanina, en el que Maximiliano ayuda como guardia de seguridad, además de dar la cena a personas en situación de calle, brinda un espacio para que quienes asisten pasen un rato acompañados. Junto a Ariel se encontraba otro hombre al que le dicen "Topo"; ambos están terminando la primaria en una escuela para adultos.
Todas estas acciones cotidianas pueden abrir un mundo nuevo de posibilidades para otros que no cuentan con redes de apoyo o referentes que les muestren caminos diferentes. Por eso, a través del proyecto Redes Invisibles, LA NACION busca visibilizar la importancia de las redes de apoyo para las personas en situación de vulnerabilidad: personas e instituciones que los miren, que los escuchen y que los sostengan.