Un experimento de estudiantes de una facultad de la UBA terminó en una denuncia por falta de accesibilidad para personas con discapacidad
Seis jóvenes grabaron y subieron a las redes sociales un video en el que muestran las barreras físicas que encontraron al intentar ir a cursar a la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) usando una silla de ruedas
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En el país, son algo más de un millón y medio las personas que tienen certificado único de discapacidad. De ellas, el 25% presentan una deficiencia física motora, según datos del Registro Nacional de Personas con Discapacidad. Sin embargo, es sabido que aún existen muchas cuentas pendientes por parte de la sociedad y el Estado para garantizar que los edificios y los espacios públicos sean realmente accesibles para esta población.
Para visibilizar esta problemática, un grupo de alumnas de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires hizo un experimento social que se viralizó en las redes sociales. “El proyecto empezó como un trabajo práctico en la cátedra Diseño 3. Teníamos que diseñar una experiencia transmedia y debíamos elegir alguna temática que sea transversal a todos los usuarios de la FADU. Debíamos crear un diseño de experiencia de usuarios y tenía que darse en el ámbito de la facultad”, explica Virginia Goldschmidt (49), egresada de Administración de Empresas y estudiante de Diseño Gráfico.
Mientras buscaban temas para abordar en su trabajo práctico, Goldschmidt recordó las dificultades que tenía que enfrentar una compañera hipoacúsica que tuvo en 2022. “Pensé en ella, pero también observé que en nuestra facultad no es usual ver personas con discapacidad. Así fue como elegimos abordar el tema de la accesibilidad de personas con discapacidad motriz”, cuenta la estudiante, cuyo equipo estaba conformado por otras cinco compañeras: Micaela Baigún, Micaela Dubini, Paula Diaz, Paula Ponce, Martina Repossi.
De esta manera, estas seis estudiantes decidieron interpelar a los usuarios y como parte del plan de medios eligieron Instagram, TikTok y Twitter. “Nuestro objetivo era visibilizar la falta de falta de accesibilidad y concientizar sobre la necesidad de que esta situación cambie. Para eso hicimos investigación de campo, que se basó en encuestas a docentes y estudiantes con y sin discapacidad. Los datos que recopilamos son tremendos”, narra Goldschmidt y enumera: “El 50% de los docentes no sabía que en la facultad había una rampa de acceso, que ni siquiera estaba señalizada y justamente la encontramos al hacer este trabajo. En los talleres había mesas demasiado altas para personas que usan silla de ruedas. Sin embargo, vimos que en el cuarto piso hay mesas bajas. Solo era cuestión de bajar mesas de ese cuarto piso para cada taller”.
Las estudiantes también relevaron el tema de los baños: “Encontramos que hay pisos que directamente no tienen baños para personas con discapacidad, otros pisos los tienen pero no están señalizados; y, en otros casos, estaban clausurados o era muy complicado abrir la puerta”, detallan las estudiantes en diálogo con LA NACION.
Con toda esta información y para visibilizar la situación, las estudiantes llevaron una silla de ruedas y se propusieron usarla, para entender cómo se siente transitar la FADU sobre ella. Luego extendieron esta propuesta a muchos otros alumnos para que pudieran “ponerse en el lugar del otro”. Y, finalmente, subieron ese experimento a las redes sociales.
@stephenhawheels6 Día 2 del experimento social: puntuamos la amabilidad de la gente en FADU #discapacidadmotriz #accesibilidad #FADU #FADUaccesible #ubicate #uba #faduviral
♬ Aesthetic - Tollan Kim
“Hicimos un video donde estoy en una silla de ruedas esperando ingresar al ascensor. Los alumnos que estaban adentro no se bajaban para dejarme entrar. Lo hicieron cuando una profesora salió y les pidió con tono elevado que se bajaran todos. Ese video que subimos a TikTok tuvo más de 1 millón de vistas y casi 800 comentarios. Fue un mimo al alma”, relata la estudiante.
Goldschmidt cuenta que mientras hacían el relevamiento, un estudiante que estaba en silla de ruedas les dijo que para acceder al edificio de la FADU tiene que subir una rampa que desemboca a una puerta, pero los sábados esa puerta suele estar cerrada entonces no podía ingresar a la facultad.
“Resulta paradójico pensar que la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo justamente no tenga accesibilidad. Intenté contactar a las autoridades, pero no obtuve respuesta. Sí observamos empatía en los estudiantes y en los docentes, quienes se sorprendieron también porque hay muy pocos estudiantes con capacidad motriz. Aunque ya entregamos el trabajo, nuestra intención es que las cosas cambien para que no quede solo en una idea, por eso seguimos escribiéndoles a las autoridades de la FADU”, señala la estudiante de Diseño Gráfico.
Les dijimos que nadie nos para y ya estamos en Tik Tok!! Vayan a seguirnos para más contenido.https://t.co/CXE8SwfIcfhttps://t.co/Nv817wJW7G pic.twitter.com/DAx62TXBGN
— Stephen Hawheels (@Stephenhawheels) May 28, 2023
Deuda pendiente
La falta de accesibilidad, lamentablemente, se replica en varios edificios y espacios públicos. “En la Argentina tenemos una deuda enorme pendiente con la accesibilidad. Las ciudades se construyeron excluyendo a las personas con discapacidad, que en el pasado permanecían aisladas en su casa. Ahora, que estamos avanzando en los discursos, en el marco legislativo y en el paradigma de la inclusión total en todos los espacios, todavía eso no se ve reflejado en algo tan básico como la accesibilidad. Esto, que se observa en espacios educativos, de salud, recreativos, es una barrera enorme que las personas enfrentan todos los días de su vida”, sostiene Belén Arucci, politóloga y coordinadora programa Derechos a las personas con discapacidad de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
Sobre el marco legal, la politóloga explica que el derecho a la educación inclusiva en todos los niveles está plenamente garantizado por el marco normativo vigente. En primer lugar, porque Argentina adhirió a la Convención de derecho de las personas con discapacidad. “No sólo adhirió sino que tiene jerarquía constitucional en el país a partir de 2014. Dentro de la convención, la accesibilidad está como un apartado, pero el artículo 24 consagra el derecho a la educación inclusiva en todos los niveles, explícitamente, y a lo largo de toda la vida. Una de las condiciones necesarias para garantizar un nivel educativo inclusivo es la accesibilidad no solo física sino también comunicacional y de todos los aspectos en todas las instituciones del sistema educativo, tanto públicas como privadas y en todos los niveles”, detalla Arucci.
Particularmente con respecto al sistema universitario, Argentina tiene la ley 24251 de educación superior, cuyo artículo 7 consagra el ingreso libre e irrestricto a la universidad. “Para una persona con discapacidad motriz que una facultad no sea accesible vulnera completamente el principio de ingreso libre e irrestricto. Mientras que en el artículo 2 inciso D, se habla de la responsabilidad del Estado para garantizar la igualdad de oportunidades a las personas con discapacidad en el ámbito superior. Sin dudas si un edificio universitario no es accesible vulnera completamente las responsabilidades del Estado vinculadas a la Ley de educación superior”, agrega la politóloga.
Por último, Arucci destaca que en términos de accesibilidad todos los edificios públicos tienen que estar realizados bajo la lógica del diseño universal que significa garantizar la plena accesibilidad física, pero también comunicacional. “Actualmente hay estándares legales que establecen cómo se deben construir para garantizar estos aspectos, pero los edificios más viejos todavía no contemplan esta idea del diseño universal que es justamente que todas las personas, sin importar las características personales, puedan acceder, permanecer y llegar a todos los espacios en igualdad de condiciones”, dice.
Consultadas por LA NACIÓN sobre el video que se viralizó, fuentes de la FADU aclararon que la nueva gestión -que asumió el año pasado- está trabajando en una puesta en valor del edificio en diferentes etapas. “En ese marco instalamos ascensores nuevos que, a partir de una importante obra civil, ahora paran en los entrepisos, ya que antes no lo hacían. Una parte se inauguró a principios de este año y la segunda estará en funcionamiento en breve. Además, estamos trabajando tanto en la señalética como en el cambio de conductas”, agregan desde la institución.
Por otro lado, aclaran que se puede acceder al edificio por rampa en todos los niveles y que se está reparando el elevador para subir los escalones del patio central. “Tenemos un equipo de funcionarios compuesto por personas con discapacidades motrices que nos ayudan a identificar distintas problemáticas. Es posible que los estudiantes sin dificultades motrices desconozcan la ubicación de los baños para discapacitados, pero todos los pisos cuentan con esas instalaciones. En el video que circuló por redes se muestran mesas de trabajo especiales, aunque se pueden encontrar en algunos entrepisos son residuales y usan bancos bajos, que ya casi no hay en la FADU. En una población de 30.000 personas y con el presupuesto disponible entendemos que contamos con la infraestructura necesaria, aunque nos gustaría poder ofrecer más comodidades a nuestra comunidad educativa, y en especial a quienes presentan discapacidades motrices. Estamos trabajando para ello”, finalizan fuentes de la FADU.
Más información
- INADI. Para denunciar un acto de discriminación, podés contactarte con el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo en las delegaciones que tiene en todo el país. Además, las 24 horas, todos los días del año, se pueden hacer consultas a través de la línea telefónica gratuita: 168.
- La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) ofrece información sobre inclusión educativa en su plataforma “Por una educación inclusiva”.