Un ángel que custodia a los desamparados
Este cura español fundó la Asociación Mensajeros de la Paz, que crea hogares para albergar a niños en riesgo social
El nombre Asociación Mensajeros de la Paz (MdP) suena quizá demasiado modesto para tratarse de una organización que está presente en casi todos los continentes –salvo Oceanía– y que persigue la igualdad y la integración de los más necesitados en un mundo cada vez más convulsionado por los problemas socioeconómicos generados por la crisis del sistema capitalista. No obstante, tal vez sea a causa de esa simpleza y la modestia del proyecto que quien fue su fundador, hace 50 años, en Asturias, España, el sacerdote católico Angel García Rodríguez, afirma al comprobar los exitosos resultados de su fundación que "nunca hubo tanta solidaridad, amor y cariño en el mundo como la que estamos viviendo".
En el Centro de Niñez La Balsa, donde decenas de niños en situación de calle pasan sus días y también pernoctan, los ecos de las risas de los chicos que juegan con masilla llegan amortiguados hasta el sencillo despacho en el que el padre Angel recibe a La Nacion durante su estadía en Buenos Aires. De pelo blanco y cálida tonada española, es una de esas personas que matizan en su forma de ser la representación de aquella imagen dulce y compasiva de un abuelo o un padre que varios de los chicos por diversos motivos no tuvieron la suerte de conocer en sus propias familias.
Al ver el afecto que su figura genera en los chicos, resulta lógico pensar que su nombre, Angel, no es una mera casualidad: para esos chicos, jóvenes y ancianos que se sintieron abandonados por sus familias, este hombre representó la viva imagen de un ángel. "Hace 50 años vi en mi ciudad natal –Asturias– que alguien tenía que ayudar a los niños que estaban solos en la calle, o en los internados, que eran un gran número, para lograr que salieran de aquella situación. Esa pequeña idea fue la que dio a lugar a esta Asociación, que en la actualidad reúne a cientos de miles de mensajeros en más de 47 países del mundo, luchando en pos de erradicar la pobreza y mejorar la calidad de vida de esas personas que se encuentran en las más terribles condiciones de vulnerabilidad."
Ayuda humanitaria
Sucede que diez años de labor comunitaria no sólo llegan a miles de personas, sino que además generan ese cariño y contagian la solidaridad. Mensajeros de Paz desembarcó en nuestro país a comienzos de 2002, una época de crisis y desesperación en la cual era menester satisfacer las necesidades básicas de los más afectados. Por eso, la Fundación se abocó a la recepción y entrega de ayuda humanitaria recibida de otros países: se repartieron 800 toneladas de alimentos y medicamentos. "En España nos llovían noticias de que en la Argentina no tenían para comer, para ir a la escuela, para pagar la luz, y creímos que era hora de devolverle a la Argentina lo mucho que aprendimos de ella y lo que este país nos dio; entonces preparamos y mandamos casi 12 barcos con alimentos, medicamentos, material escolar y deportivo, y, sobre todo, personas, hombres y mujeres. La Argentina nos dolía", sostiene el padre.
Hoy en día, la fundación dirigida por el padre Angel ya cuenta en nuestro país con varios programas sociales, que abarcan las distintas problemáticas que sufren los sectores de bajos recursos más desprotegidos. "Hoy se están llevando a cabo varios proyectos que luchan por la protección infantil, el fortalecimiento familiar, la inclusión social de los adultos mayores y de los niños y adultos en situación de calle. La idea es que todos aquellos desamparados puedan encontrar en MdP una familia".
El padre Angel es un hombre humilde que elige las palabras que pronuncia con justeza y precisión. "En la Argentina escuché que cuando uno ha perdido todo ha perdido hasta el miedo, y eso es lo que tenemos que perder, el miedo." Además, cuando todo está perdido, nacen los recursos hasta entonces olvidados. "Estamos acostumbrados a trabajar en oficinas con comodidades y lujos: escritorios, ordenadores, un vaso de agua, máquinas de café y hasta secretarias y asistentes a disposición. Cuando en España comenzó la crisis, muchas personas no llegaban a fin de mes. En los comedores, cuando vi familias con niños pequeños, me acordé de la Argentina, donde no sólo iban personas en situación de calle, sino también hombres en traje y corbata, de oficinas, y hasta sacerdotes, sin vergüenza, con dignidad. Entonces nos preguntamos por qué no montar comedores para que los niños que sí comen al mediodía puedan también merendar y cenar. Entonces tomamos nuestras oficinas, movimos los ordenadores y los escritorios y abrimos un comedor allí. Pero no queremos que termine en eso: queremos que en el Congreso, en las empresas, en las salas de reuniones, también puedan hacer esto".
Comer en casa
Esta idea, cuenta con alegría el padre Angel, no sólo fue bien recibida por diversas organizaciones españolas, sino que muchas personas quisieron llevarla a la práctica en sus hogares. "No es cierta esa voz que corre de que hasta la familia está en crisis en España. Muchos abuelos invitan a sus nietos a comer a sus casas, les dicen, «venid, así aliviamos un poco a sus mamás y a sus papás»."
Lo más importante es concientizar a los más jóvenes y a los que tienen el poder de cambiar las cosas; se puede repartir alimentos, ropa y muchas cosas, pero lo primero que hay que hacer es crear conciencia de lo necesaria que es la ayuda al prójimo y de cómo cada grano de arena cuenta. Uno puede ver en los rostros de los chicos que juegan en el comedor de La Balsa, que en cada festejo y en cada reto valoran tener a alguien a su lado y recibir de esa persona la contención necesaria para formarse. El padre Angel y su fundación son la prueba de que una idea puede dejar de ser una idea y volverse un hecho con sólo ponerse en práctica. Es la muestra empírica de lo que expresó con genialidad Jean Jacques Rousseau: un buen padre vale por cien maestros.
BIO
Profesión : sacerdote.
ONG : Asociación Mensajeros de la Paz.
Fecha de nacimiento: 01/03/37.
Area de acción: asistencia de chicos en situación de riesgo social.
Logros: declarado Huésped de Honor por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
DIXIT
"Nunca hubo tanta solidaridad, amor y cariño en el mundo como la que estamos viviendo"
Padre Angel
COMO COLABORAR
- Asociación Mensajeros de la Paz
www.mensajerosdelapaz.org.ar