Trabajo infantil: aumenta la cantidad de menores de 14 años que ayudan a la economía familiar
Cerca de medio millón de niños de la Argentina trabajan en tareas domésticas, realizan venta ambulante y cartonean; la cifra crece desde la salida de la pandemia; son datos del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA
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La niña, que carga a otra niña más pequeña en la cintura, deja un cartoncito con hebillas sobre la falda de una mujer que está sentada en el coche de un subte.
El niño sube al vagón del tren, coloca un pequeño equipo de música sobre el piso y comienza a rapear.
Dos hermanitos, de entre 6 y 10 años ayudan a su padre a revisar contenedores de basura, desarman unas cajas, las colocan en un carro y se suben a la pila de cartones para seguir la jornada en otro punto de la ciudad.
Esas estampas, de niñas y niños que no están en el colegio y que no juegan, son las que se suelen ver en los ámbitos urbanos del país. Lejos de menguar, esas imágenes se multiplican de manera preocupante desde 2020 entre los chicos de entre 5 y 13 años. Es que cerca de medio millón de chicos, unos 456.531, en esa franja etaria, realizaron algún tipo de trabajo en el segundo semestre de 2023. En porcentajes, son un 7% de los chicos de esas edades: en 2022 eran un 6,4%; en 2021 un 3,6% y en 2020, en plena pandemia, eran un 2,2%, de acuerdo a un informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA.
Si se suma el trabajo adolescente, de los chicos entre 14 y 17 años (unos 803.722), la estadística señala que el 13,7% de los menores de edad que viven en centros urbanos realizan algún tipo de trabajo infantil, lo que según los especialistas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) debe ser leído como algo preocupante ya que eterniza los ciclos de pobreza pues esos chicos no logran insertarse en el sistema educativo.
Es por eso que en este 12 de junio se determinó el Día contra el Trabajo Infantil, una manera de poner en agenda una problemática que según las organizaciones consultadas por LA NACION no es abordada desde una política de Estado efectiva.
Las razones del trabajo infantil
Para que quede bien claro de qué se habla cuando se analiza el trabajo en la niñez y adolescencia, la OIT determinó que es cualquier actividad que los prive de su infancia, desarrollo y dignidad, y que afecta su salud mental y física. Es por eso que en la Argentina el trabajo de menores de 16 años está prohibido por la Ley 26.390 (año 2008) y se penaliza a quienes lo alientan (Ley 26.847, art. 148 bis, año 2013).
Las trabajos que las niñas, niños y adolescentes del país realizan son tareas domésticas como limpiar la casa, cuidar a hermanos menores, cocinar y son realizadas por el 5,2% de los menores. En tanto, el segundo tipo de actividades son las llamadas “económicas” que son la recolección de cartones, metales, cobre; limpiar vidrios de autos; y venta ambulante, entre otros y son realizadas por el 9,5% de ese universo.
“Hay un aumento del trabajo infantil entre 2020 y 2023 en el país que está relacionado con el aumento del trabajo informal y precarizado de los adultos después de la pandemia de Covid-19″, explicó a LA NACION Ianina Tuñón, la investigadora y coordinadora del informe.
Tuñón explica que la reactivación de las actividades económicas después del periodo de aislamiento hizo que las personas que pertenecen a los sectores sociales más precarizados de la economía comenzaran a tener trabajo y a incorporar como mano de obra secundaria a sus hijos.
El contexto de esta problemática, que se da en pleno siglo XXI, es la pobreza, que de acuerdo a las últimas cifras de la UCA, para el primer trimestre de 2024, alcanza al 55,5% de la población, de la cual el 17,5% es indigente. Para el mismo periodo, la pobreza infantil sería del 70,8%, y la extrema del 34%, según el último informe de UNICEF. En este contexto, Tuñon indica que las proyecciones de trabajo infantil para esta primera mitad del año son semejantes a la del último semestre 2023.
Muchos planes, poca efectividad
Desde Aldeas Infantiles SOS Argentina, una organización que trabaja para brindar oportunidades a los niños de familias carenciadas, destaca que el trabajo infantil es una violación a los derechos de las infancias.
“La pobreza no debe ser una causa que justifique la constante violación de derechos que sufren los niños obligados a trabajar, sino que debe ser tomado en cuenta para revertir el contexto social, económico y cultural en el que se concreta la ilegalidad”, explicó a LA NACION la directora de Aldeas Infantiles, Alejandra Perinetti.
Para Tuñón, esa lógica solo se rompe con una política pública, ya que, de hecho, el índice de trabajo infantil en la franja de los menores de 13 años había bajado de 2010 a 2019 gracias a la Asignación Universal por Hijo, cuya condición era la escolarización de los menores.
“Salvo que exista alguna política pública que sea más atractiva en términos de costo de oportunidad, por la cual los chicos deban estar en la escuela, como ocurrió en su momento con la AUH, el trabajo de los hijos es la opción para sostener la economía familiar en los sectores relegados”, explicó Tuñón.
Tanto Tuñón como Perinetti destacan la importancia de reforzar las políticas públicas que aseguren que los niños no sean un factor de ayuda más en una economía familiar.
“Hay que mejorar las condiciones de inclusión escolar para los niños menores de 13 años, ya que la AUH seguramente ha llegado a un límite en su incidencia para que baje el trabajo infantil. Pero también hay que generar políticas para que los adolescentes opten por el sistema educativo para insertarse en la sociedad”, señaló Tuñon.
Es por eso que tanto los trabajos domésticos como los denominados económicos son realizados con más frecuencia por adolescentes que por niños en edad de cursar el preescolar o el colegio primario.
Desde Aldeas Infantiles, se preguntan por qué no hay políticas más activas y en terreno para prevenir el trabajo infantil, tanto en áreas urbanas como rurales.
Si bien el 5 de diciembre de 2023, la resolución 1570/2023 del Ministerio de de Trabajo, Empleo y Seguridad Social aprobó el Plan nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente 2024-2028, cuyo diseño fue elaborado junto a las Comisiones Provinciales (COPRETI), Perinetti afirma que es el cuarto plan aprobado y aún no hay cambios.
Entre 2006 y 2023 se planificaron y ejecutaron otros tres, pero no se aplicaron de manera eficaz y federal, explicó y resumió: “Tiene que haber políticas claras, medidas de prevención, sistemas de monitoreo y mecanismos de intervención, para que los chicos puedan disfrutar de su infancia, jueguen, se diviertan, tengan tiempo de ocio, y accedan a una educación de calidad en un entorno seguro y saludable”.
Más información
- Aldeas Infantiles SOS Argentina es una organización que trabaja para que los niños, niñas y adolescentes puedan ejercer su derecho a vivir en familia en un entorno que garantice su desarrollo. Para conocer más, hacé click aquí
- En caso de detectar alguna situación de trabajo infantil, se puede denunciar por mail a denuncias@trabajo.gob.ar o llamar, de lunes a viernes de 8 a 20, al 0800-666-4100 (opción 1, luego opción 2.