Pilar tiene 22 años, es de Tres de Febrero y llegó a tener pensamientos suicidas; ahora está en tratamiento y sus videos ya fueron vistos por más de 4 millones de usuarios; “Me ayudó a ver de lo que era capaz”, dice
- 9 minutos de lectura'
Un año atrás, dos días antes de dar un parcial, Pilar Ibáñez empezó a sentir mucha angustia. No quería comer ni bañarse, tampoco podía dormir: cuando se acostaba temblaba. Al final, decidió no ir a rendir y dejar las materias que estaba cursando en su primer cuatrimestre de cuarto año de medicina. “Parece una tontería, pero yo sabía que lo que me pasaba iba más allá de tener que rendir exámenes. Estaba agotada mental y físicamente”, dice.
Esto que sintió no era nuevo para ella, pero sí lo era el tener que dejar la carrera. A esa “recaída”, como la llama, le siguieron semanas de llanto y visitas a nueve psicólogas hasta encontrar a la indicada y tratarse, al mismo tiempo, con un psiquiatra. A Pilar, que hoy tiene 22 años, le diagnosticaron depresión por primera vez en 2019, después de empezar a tener pensamientos suicidas.
Pilar logró volver a cursar su cuarto año de facultad después de abandonarla dos veces por sus problemas de salud mental. En paralelo al tratamiento médico, encontró una herramienta que la anima a motivarse y seguir progresando: comparte su día a día en videos de un minuto en TikTok, donde acumula más de 93 mil seguidores. “Quería mostrar cómo es estudiar medicina realmente, pero me di cuenta de que era imposible compartirlo sin contar lo que me pasaba”, dice en diálogo con LA NACIÓN.
Los videos de sus rutinas diarias, que llevan títulos como “Cuando todo lo que puede salir mal, sale mal” o “¿Cómo es estudiar medicina teniendo depresión?”, acumulan más de 4 millones de visualizaciones. Son recopilaciones de lo que sucede en su día, con sus vaivenes en su estado de ánimo, narrados de una forma “tragicómica”. Además, están llenos de comentarios de personas que la alientan a seguir y que, en muchos casos, se sienten reflejadas en su experiencia.
@diasenvideo encima la clase con la batucada la dio un doctor que me cae muuuuuuy mal 😭 #undiaconmigo #estudiantedemedicina #fmeduba ♬ sonido original - Pili en fmed✨
Un día promedio, Pilar se levanta entre las cuatro y las seis de la mañana, desayuna, toma su medicación y sale de su casa en Loma Hermosa, en Tres de Febrero, rumbo a la Facultad de Medicina de la UBA. @diasenvideo, como se llama en su cuenta de TikTok, planeaba estudiar derecho cuando finalmente se interesó por la medicina. Un profesor del secundario la animó a seguir lo que quería y se anotó. Además, la decisión también tuvo que ver con algunos antecedentes de depresión en su familia: “Pensé que si me convertía en médica iba a poder ayudar”.
Actualmente está en cuarto año “por tercera vez”, como afirma ella en sus videos. Hace las prácticas en un hospital y cursa dos materias: Patología y Semiología. “No sé si mis profesores saben de mi diagnóstico, pero cuando de un día para el otro dejé, supuse que mis compañeros, que sabían lo que me había pasado, les comentaron”, dice y agrega que “por suerte” le tocó un “grupo muy lindo”.
El diagnóstico de depresión no fue algo que la sorprendió. Ella había comenzado la carrera “muy emocionada”, pero a fines de su primer año empezó a tener muchas dificultades para concentrarse y no tenía ganas de ir a la facultad. Además, empezó a tener pensamientos suicidas y llegó a intentar quitarse la vida más de una vez. Ahí fue cuando ella y su familia decidieron buscar ayuda.
Sin embargo, al mes y medio de tratamiento con un psiquiatra, lo dejó porque le “daba pena” que lo pagara su mamá. “Pensé que había mejorado y que iba a estar bien”. A fines del año pasado, cuando tuvo una “crisis muy grande” y decidió dejar la carrera por segunda vez, le contó a su mamá y ella la hizo volver a buscar ayuda.
@diasenvideo igual rendí, me fue bien, pero llegué a mí casa y me puse muy triste, me agarró la "garrotera" como me dice mí familia jajaja #undiaconmigo #fmeduba #estudiantedemedicina #saludmental ♬ sonido original - Pili en fmed✨
Los videos habían llegado un poco antes, cuando decidió volver a cursar por primera vez. “Yo veía contenidos de estudiantes y no me sentía nada identificada. La mayoría mostraba una realidad bastante perfecta, con su café de marca y recibiéndose con un promedio de 9″, explica. Entonces decidió mostrar cómo era cursar la carrera “realmente”. Pero tras volver a dejar medicina, se dio cuenta de que tenía que contar lo que le estaba pasando.
“Yo no lo quería decir porque me daba vergüenza”, reconoce, pero le parecía raro avisarle a sus seguidores que dejaba sin decir por qué. Así que hizo un video en el que contó “el problema de salud” que la llevó a dejar la carrera dos veces. Lo vieron 125 mil personas: “La mayoría de los comentarios fueron positivos, me sentí agradecida y pensé que tenía que seguir subiendo videos”.
“Desestigmatizar la enfermedad”
Lejos de ser un caso aislado, la historia de Pilar tiene puntos en común con el sufrimiento psíquico que padecen miles de chicas y chicos. Psiquiatras y psicólogos infantiles y juveniles no dudan en calificar este fenómeno global como una “crisis de salud mental adolescente”. En la Argentina, después de la pandemia las consultas por intentos de suicidio, ideas de muerte, autolesiones y cuadros de depresión se duplicaron.
Manuel Villapriño, psiquiatra y expresidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), explica que uno de los grandes problemas de salud en el país tiene que ver con la salud mental: “Uno de cada tres argentinos mayores de 18 años presentó un trastorno de salud mental en algún momento de su vida”, según el primer Estudio Epidemiológico Nacional, realizado por la Facultad de Medicina de UBA y financiado por el Ministerio de Salud. Las enfermedades más frecuentes son la depresión y la ansiedad. “Cada vez crecen más estos diagnósticos y el poder hablar de estas realidades puede ser muy positivo”, aclara el psiquiatra.
“Para una persona con un cuadro de depresión, estar en contacto con la gente en redes es bueno y ayuda a desestigmatizar una enfermedad”, añade. Si el mensaje es cuidado, positivo y además motiva a otros pacientes, “compartirlo puede ser muy bueno”, siempre y cuando se arme una red de comprensión.
@diasenvideo les cuento mí paso por la carrera hasta ahora #fmed #fmeduba #estudiantedemedicina #medicina ♬ sonido original - Pili en fmed✨
“Hay días en los que me levanto muy angustiada y me cuesta salir de mi cama. También me pasa que me levanto muy bien, pero a lo largo del día me voy desgastando y me agarra una angustia que no me deja hacer nada”, cuenta Pilar. Antes de tratarse con profesionales, sentía un gran desinterés por todo lo que hacía y le resultaba muy difícil estudiar. “Me concentraba al principio y después me ponía a pensar en lo mal que me sentía”.
Suele encontrarse con mensajes que la alientan y le piden consejos. “¿Cómo hago para estudiar si estoy triste?” o “¿Cómo hacés para levantarte de la cama?” son dos preguntas que recibe seguido. Eso la motiva mucho a seguir con la cuenta en TikTok, sobre todo cuando son experiencias de personas que pasan por lo mismo que ella, o incluso, que ya han obtenido su título teniendo depresión, ansiedad o algún otro diagnóstico. “Eso me da muchas esperanzas”, dice Pilar.
También, recibe comentarios negativos: “Cómo pensás ser médica si ahora estás con depresión durante la carrera”, le han llegado a comentar en sus videos. “Yo soy muy sensible y me pongo mal. No me importa que sea una persona sin foto de perfil y un nombre de usuario falso, no lo puedo evitar”, reconoce Pilar.
@diasenvideo les comparto mí mañana 😊 #vlog #rutina #undiaconmigo #estudiantedemedicina #saludmental #depresion ♬ sonido original - Pili en fmed✨
Carina Tornatore, su psicóloga, trabaja con ella la recepción de comentarios que puedan dañarla. “Pilar recurre a las redes como un recurso para poder expresarse y pone en juego lo creativo con lo lúdico”, dice. Para una persona que padece depresión, leer estos mensajes puede exacerbar esto y empeorar, en algunos casos, el estado de ánimo. “Por eso es importante que estos pacientes puedan sostener un espacio terapéutico donde abordar estas cuestiones y manejarlas”.
Incluso, Pilar intenta entender algunos de esos comentarios: “Antes de tener depresión pensaba igual que la gente que me critica diciendo que no puede ser que no tenga ganas de hacer nada”. Pero cuando le pasó a ella, se dio cuenta de que se trataba de “una enfermedad que no se cura ‘con voluntad’ o ‘con ganas’, y que es mejor informarse antes que comentar”.
Hace poco, rindió su primer parcial desde que dejó la carrera por primera vez. “Tenía mucho miedo, pero compartirlo con mis seguidores me dio un empujón enorme que me ayudó a ver de lo que era capaz”, dice tras haber aprobado con un 9. “Yo siento que ayudo a visibilizar algo, la carrera no es un proceso lineal”, asegura. “A veces empezás bien, retrocedés, recursás, volvés. Uno se puede enfermar en el camino y no pasa nada”.
Consejos para quienes ven este tipo de contenidos
El psiquiatra Manuel Villapriño, expresidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), ofrece tres recomendaciones para quienes consumen contenido de salud mental en redes sociales:
- No estigmatizar. “No hay que rotular, ya que es la realidad que vive una persona y la puede sufrir cualquiera. Estos cuadros no tienen que ver con su propios recursos sino con una enfermedad que los condiciona”.
- Ser empáticos. “Hay que entender al otro desde el lugar en que comparte su experiencia. La visión negativa del otro lado puede lastimar a una persona que está sufriendo. Si tenemos eso más presente, podemos ayudar a personas que sufren una problemática que los estigmatiza”.
- No caer en generalizaciones. “Tomar lo que le ocurre a una persona como su experiencia personal y verlo desde su lugar es importante, pero no hay que asumir que es el caso de todos. En las redes sociales no encontramos verdades universales, sino la experiencia de cada uno. Algunas personas con depresión prefieren compartirlo, pero otras eligen alejarse de todo eso y está bien”.
Más información
- En las guías Hablemos de Suicidio y Hablemos de Depresión, de Fundación La Nación podés encontrar información sobre señales de alerta, a dónde recurrir en busca de ayuda, cómo acompañar a personas en crisis y mucho más sobre problemáticas.