Jorge consiguió que María y su hijo, que vivían en una casilla muy precaria, pudieran mudarse a una de madera mucho más digna

Tiene 22 años y ya ayudó a más de 70 familias que duermen en la calle, no tienen para comer o viven en casillas: “Hay mucha gente dispuesta a dar una mano”

Jorge consiguió que María y su hijo, que vivían en una casilla muy precaria, pudieran mudarse a una de madera mucho más digna
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