"El trabajo me apasiona. Me concentro porque me encanta", cuenta Milena Querinuzzi, de 25 años, mientras estira sobre la amplia mesada de granito la masa que pronto se convertirá en panes saborizados. A su lado está Nahuel Gatica Puebla, de 22, que enseguida agrega: "Acá soy feliz. Es como mi casa. Me gusta cocinar de todo y con mi plata pienso irme de vacaciones con mi grupo de amigos".
Los jóvenes integran el emprendimiento gastronómico Nos Sobra Motivos Eventos y llevan puestas las típicas chaquetas blancas de chef, delantales a la cintura, guantes negros, gorros y barbijos. Tienen síndrome de Down y para ambos es su primer empleo, el trampolín sobre el que están empezando a proyectar un futuro y una vida autónoma.
Entre fines del año pasado y comienzos de este, en una esquina de San Isidro, ellos y el resto de los integrantes de Nos Sobran Motivos convirtieron una antigua librería en ruinas, en una amplia cocina profesional. Son unos 200 metros muy luminosos, donde chicos y chicas con discapacidad intelectual preparan todos los días viandas gourmet que luego envasan al vacío para entregar a particulares y empresas.
Las ganancias de Nos Sobran Motivos van directo al bolsillo de los jóvenes. Pero, además, parte de lo recaudado tiene un fin solidario: todos los martes, se elaboran cerca de 50 viandas que se entregan a Red Solidaria, cuyos voluntarios las reparten a personas en situación de calle; mientras que los jueves hacen pizzas, empanadas y más viandas para dos comedores a los que llegan mediante las organizaciones Damos Más y Mamis Solidarias.
Para las personas con discapacidad en la Argentina, el derecho a un trabajo digno es uno de los más vulnerados. De hecho, solo un 32% de esta población en edad laboral logra acceder a un empleo, según los últimos datos del Indec. En este contexto y con un claro objetivo, nació Nos Sobran Motivos. "Buscamos promover la inclusión laboral real: ese es nuestro hashtag", resume en el lenguaje de las redes sociales Leandro López, cofundador del proyecto junto con su hermano Sebastián.
"Este trabajo para muchos jóvenes es el primero. Lo que lo caracteriza no solo es la continuidad, sino que acá se igualan las condiciones y cobran igual que cualquier mozo o cocinero que trabaja para eventos", cuenta Leandro, que tiene 36 años y desde los 21 se especializa en la temática de la discapacidad. Tras una pausa en la que les reparte a Milena y Nahuel dos bollos de masa para que sigan trabajando, sigue: "Lo que buscamos es una inclusión plena. Esto logra, a largo plazo, que puedan tener una independencia económica y pensarse con un proyecto a futuro".
Esa mañana, en la cocina está también Alan Morellini, que tiene 29 años y discapacidad intelectual. Sus ojos azules sobresalen por encima de su barbijo y, sin soltar la cuchara con la que revuelve el estofado que acompañará los fideos de las viandas del día, cuenta que vive en Beccar con su mamá, la pareja de ella y su hermano. Al igual que sus compañeros, también es su primer trabajo. "Con la plata ayudo a mi mamá", cuenta.
A Nahuel le gusta, sobre todo, cocinar tortilla, guiso y lentejas. "Mi comida preferida es milanesas, papas fritas, pizza y asado", aclara. Hacer viandas solidarias, lo entusiasma: "Es para gente pobre que no tiene comida, no tiene baño, no tiene agua, nada", cuenta.
Promover la autonomía
Nos Sobran Motivos empezó a gestarse el año pasado, cuando tras empujar distintos emprendimientos de jóvenes con discapacidad, Leandro le planteó a su hermano Sebastián (41), chef y contador, que quería hacer algo "más gourmet". Durante 2019, más de 30 jóvenes y adultos de entre 18 y 38 años, participaron en distintos eventos atendiendo a un total de 1000 personas. Además, empezaron a diseñar productos y servicios para empresas y particulares.
La propuesta nació en el seno de Taller Sumando, una iniciativa más amplia que Leandro dirige. Busca promover la autonomía de jóvenes con discapacidad a partir de diferentes espacios, desde salidas recreativas hasta experiencias de viviendas autónomas y emprendimientos laborales.
Por la cuarentena, los integrantes de Nos Sobran Motivos tuvieron que recalcular. El 21 de marzo, Día Mundial del síndrome de Down, tenían previsto inaugurar su restaurante. Aunque la pandemia hizo que se retrasaran los planes, piensan retomarlos ni bien sea posible. Funcionará solo con reserva previa y contará con mesas en el espacio que antecede a la cocina y una larga barra donde los comensales podrán ver a los chicos y chicas trabajando en vivo. Los jóvenes con discapacidad prepararán los platos y atenderán las mesas.
Milena se especializa en las delicias dulces. Aprendió a hacer pastaflora, scones y pepas, pero también pizzas, empanadas, milanesas con puré y pan trenzado. Antes de la cuarentena, trabajaba de lunes a viernes en un puesto de venta de Nos Sobran Motivos en una empresa. Dice que no para un minuto. "¿Yo descansar?, nunca. A mí me gusta hacer de todo", asegura. Con lo que gana, está ahorrando para irse de viaje con su novio y sueña con darse un lujo: una heladerita para guardar gaseosas en su cuarto.
Derribar mitos
"Las personas con discapacidad no pueden trabajar". "No pueden manejar su propio dinero o lograr autonomía". Esos son solamente algunos de los mitos que desde Taller Sumando enfrentan a diario no solo en la sociedad en general, sino también dentro de muchas de las familias de los chicos y chicas, donde la sobreprotección de los padres les juega en contra.
"Todo el tiempo hay que derribar prejuicios", resume Leandro. Si bien dice que en el ámbito laboral se fueron generando cambios, ya que hay cada vez más empresas dispuestas a la inclusión, sostiene que aún son lentos. "Otras de las cosas que pasa es que todavía se piensa mucho a la persona con discapacidad desde la infantilización. Cuesta verlos como adultos que pueden generar su futuro", agrega.
Con respecto a la posibilidad que tienen los jóvenes de asumir responsabilidades, el fundador de Nos Sobran Motivos sostiene que "desgraciadamente hay muchos a los cuales no se los preparó para poder hacerlo, ni siquiera tienen la llave de su casa o los dejan quedarse solos". Por eso, destaca que los integrantes del equipo llegan siempre a horario y que son extremadamente minuciosos con las normas en el marco de la pandemia. "El tema es darles las herramientas y las posibilidades de que puedan desarrollarlas. Obviamente que hay cosas en las que van a necesitar más apoyos que en otras", resume Leandro.
Los jóvenes no solo fueron tomando el espacio de Nos Sobran Motivos como propio, sino que el objetivo es conformar una cooperativa. Con respecto al uso que le dan a lo que ganan, Leandro concluye: "De a poco van tomando dimensión de lo que significa manejar su propio dinero. El tener un trabajo estable les permite ir ganando autonomía, ser protagonistas de sus vidas y pensarse en un futuro, que es lo más importante".
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Nos Sobra Motivos
Ofrecen las viandas con siete platos distintos por semana. "Se pueden regenerar en agua caliente o en el microondas, con bolsas especiales que conservan el sabor, con una presentación muy linda y eficiente que permite aprovechar mejor el espacio de guardado en la heladera o el freezer", cuenta Leandro. Actualmente, se sustentan principalmente por una empresa que compra unas 200 viandas por mes. Para poder seguir creciendo y generando oportunidades laborales para más chicos y chicas con discapacidad, necesitan sumar nuevas empresas comprometidas con la inclusión y particulares que quieran disfrutar de sus viandas gourmet. Hacen envíos a zona norte, oeste y CABA.
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