Soledad Elvira Olivera está perdida desde el 18 de noviembre de 2011
Fue vista por última vez el 18 de noviembre de 2011, cuando salió de su casa, en Lavalle, Mendoza. Un amigo de ella fue condenado por su homicidio y el de otra adolescente, pero sus cuerpos no aparecieron. No se sabe con exactitud qué le sucedió y su hermana sigue esperanzada en reencontrarse con ella.
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Soledad Elvira Olivera
Fue vista por última vez el 18 de noviembre de 2011, cuando salió de su casa, en Lavalle, Mendoza.
Un amigo de ella fue condenado por su homicidio y el de otra adolescente, pero sus cuerpos no aparecieron.
Habían pasado dos meses desde que la madre de Soledad Elvira Olivera falleció. Y a pesar de no ser la mayor de sus seis hermanos, ella, con solo 29 años, había quedado “al mando”. Por eso, decidió llevar a Romina, la más chicas de sus hermanas, y a su hija menor al centro de Mendoza para que compraran ropa para las fiestas. “Aunque no esté mamá, vamos a festejar igual”, le dijo a su hermana. A su hija le compró un vestido negro, a Romina uno celeste con brillos y ella eligió el mismo pero en rosado. Ninguna de las tres se hubiera imaginado que ese año pasarían las fiestas sin Soledad.
El 18 de noviembre de 2011, Soledad salió de su casa, en el departamento mendocino de Lavalle, para acordar un trabajo que iba a hacer la semana siguiente en una finca. Antes caminó los 500 metros que la separaban de la casa de Mariano Luque, un amigo con el que, según cuenta hoy Romina, “salía a veces pero no habían llegado a ser novios oficialmente”. De ese trayecto, jamás regresó. El último mensaje que recibió Soledad ese día fue de él y decía: “Venite, te estoy esperando”.
La familia declaró que Soledad salió con lo puesto, que había dicho que iba a regresar y que, además, sería incapaz de abandonar a sus tres hijos. La investigación no avanzó demasiado durante casi todo el primer año. Pero 11 meses después otra historia empezó a hacerse conocida en Mendoza: Johana Chacón, de 13 años, había desaparecido en la misma zona donde Soledad fue vista por última vez.
Ese caso tuvo mucha repercusión y la investigación concluyó con un culpable por homicidio: Mariano Luque, quien entonces era el novio de la hermana de Johana. Esa situación redireccionó la causa de Soledad. Finalmente, la Justicia encontró suficientes pruebas como para condenar a Luque a 32 años de prisión por los asesinatos de Johana y Soledad. Sin embargo, hasta el día de hoy no se sabe qué sucedió con los cuerpos de ambas mujeres y sus familiares siguen demandando respuestas.
A Soledad se la puede reconocer por sus tatuajes: una “C” en su mano izquierda y una araña en ese mismo brazo. Además, existe una recompensa de 500 mil pesos para quien pueda aportar algún dato sobre lo que sucedió.
Romina todavía conserva el vestido que iba a usar aquella Navidad y cree que el de su hermana debe estar guardado con las cosas que quedaron en su habitación, donde ahora duerme la hija de Soledad. “A veces tenemos la esperanza de que vuelva”, asegura Romina.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470
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