Redes sociales: cómo evitar que los chicos estén en peligro
En las últimas horas, la noticia de un profesor de lengua acusado de grooming y abuso sexual contra niños volvió a estremecer a la opinión pública y a poner a las familias del país en alerta. En un contexto en el que se multiplicaron las horas que pasan frente a las pantallas, quedándose muchas veces hasta altas horas de la noche sumergidos en sus redes sociales, los chicos y las chicas se volvieron mucho más vulnerables.
Según los referentes consultados por LA NACION, durante la cuarentena para prevenir la propagación del COVID-19 los casos de grooming –un ciberdelito que se caracteriza por el acoso de parte de un adulto a niños, niñas y adolescentes a través de internet para obtener algún tipo de gratificación sexual o imágenes sexuales–aumentaron significativamente. Para María Zysman, psicopedagoga, fundadora de Libres de Bullying y quien lleva años trabajando sobre el uso responsable y seguro de las redes sociales, es importante no demonizar esta herramienta fundamental, pero sí entender que traen aparejados muchos peligros.
Para la especialista, el primer tip para trabajar con los chicos es construir un vínculo de confianza, "transmitirles que si alguna vez sienten miedo, asco, rechazo a algún contenido que están consumiendo o frente a un intercambio con una persona, tienen que pedirle ayuda a mamá, papá, un hermano mayor, la abuela o cualquier adulto de referencia para poder detectar situaciones de riesgo".
Enseñarles a configurar sus opciones de seguridad, a ser críticos con lo que ven en internet, a que hay cosas que no se comparten y espacios que son íntimos, son algunas de las claves. Pero, sobre todo, generar canales de diálogo. En ese sentido, Zysman señala que instalar aplicaciones de control parental en los dispositivos tecnológicos de los chicos es una opción válida, "pero mucho más importante es ofrecernos como referente para que no solo hablen, sino que griten cada vez que alguien les pida mantener en secreto su relación".