Por primera vez, relevan las condiciones de vida de las personas del colectivo LGBTIQ+ de la Argentina
Lo hacen cuatro universidades nacionales y el Conicet; la encuesta se puede contestar online hasta el 31 de julio; qué diagnóstico anticipan las respuestas de las 10 mil personas que ya completaron el censo
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Nadie sabe con certeza cuántas personas conforman el colectivo LGBTIQ+ en nuestro país. Mucho menos de qué trabajan, cuánto han podido estudiar o cómo viven quienes lo integran. Si bien la sanción de la Ley de Identidad de Género, en 2012, habilitó enormes avances en materia de visibilidad y restitución de derechos, muchos de los aspectos que hacen a la vida y la cotidianidad de estas personas siguen siendo, todavía hoy, un enigma.
Después de algo más de una década se imponen varias preguntas: ¿cuánto cambió la realidad de quienes tienen una identidad de género o una orientación sexual considerada diversa? ¿Cómo impactaron las leyes y los avances en materia de género en su integración social? ¿En qué medida son objeto de discriminación?
Algunos de estos interrogantes comenzarán a despejarse con los resultados del primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica. Se trata de una encuesta realizada por un grupo de universidades nacionales, centros de estudio y el Conicet, que replica buena parte de las preguntas que se hicieron en el censo nacional pero para que las responda exclusivamente el colectivo. A diferencia de un censo, esta consulta es voluntaria, virtual y anónima y se puede contestar hasta el 31 de julio en el sitio www.censodiversidad.ar.
¿Por qué la necesidad de un relevamiento específico cuando venimos de un censo? El doctor en Estudios Sociales Hubo Rabbia, coordinador de la encuesta, responde de manera categórica: “El colectivo LGTBIQ+ está fuertemente invisibilizado en términos demográficos. Pero esto ocurre, en parte, porque obligar a que alguien se explaye sobre su identidad de género y su orientación sexual en el marco de un estudio censal puede ser violento y hasta peligroso para muchas personas que todavía no pueden expresar este aspecto de sus vidas en el ámbito en el que se mueven”, explica el especialista, quien agrega que el uso de esta clase de herramientas, a la par de los censos, es usual en países como México, Inglaterra, Polonia, Croacia, Perú y Canadá, entre otros.
Cuando todavía falta algo más de un mes para su finalización, ya son más de 10 mil las personas que respondieron. Una mirada preliminar al interior de este grupo revela que el 75% se considera cisgénero, es decir que se identifica con la identidad de género asignada al nacer en función de sus genitales. En tanto, el 21% se identifica como trans, travesti, no binario o de género fluido; y el 4% restante responde por otra identidad de género. En cuanto a la orientación sexual, el 39,2% se considera gay u homosexual, el 17,2% lesbiana, el 24,7 bisexual, el 8,5% pansexual (personas que se sienten atraídas sexualmente por cualquier sexo y cualquier género), y el resto se define por otras orientaciones.
Las agresiones o la discriminación por motivos de género y orientación sexual siguen siendo un tema preocupante entre quienes respondieron la encuesta. Entre quienes ya contestaron la encuesta, casi cuatro de cada 10 personas recibió en el último año insultos, amenazas, burlas u otras agresiones por parte de vecinos o desconocidos a causa de su identidad de género o su orientación sexual. Concretamente, el 37%. La cifra llega al 40,8% en el caso de las personas trans, travestis, no binarias o de género fluido. Mientras que el 18,3% aseguró haber sido agredido o discriminado en el trabajo en los últimos 12 meses. Finalmente, el 20,5% fue víctima de algún tipo de maltrato en el sistema de salud por la misma razón durante el último año.
El estudio también indaga en la realidad educativa y laboral de este colectivo. En este sentido, no sólo busca revelar de qué manera las leyes y las políticas de género impactaron en la vida de las personas que lo integran, sino que también intenta confirmar si son ciertas algunas hipótesis sobre las trayectorias laborales y profesionales.
“Se suele creer que los varones gays se inclinan por profesiones feminizadas, como las relacionadas con los cuidados, la salud o la educación”, ejemplifica Rabbia, uno de los responsables de la encuesta. De la misma manera, continúa, a las mujeres lesbianas, sobre todo a las de las generaciones más grandes, se las relaciona con actividades operativas, propias del mundo de la industria. Y a las feminidades trans se las ubica también en el campo de los cuidados personales. Una vez que estén los resultados, se podrá saber si esta hipótesis se cumple o no.
“En paralelo, queremos ponerle cifras a una problemática que denuncian muchas personas LGBTIQ+ con respecto a que llegan, comparativamente hablando, a menos espacios de decisión que las personas que no son del colectivo pero tienen el mismo nivel educativo”, agrega Rabbia, también investigador del Conicet y del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad Nacional de Córdoba.
Del total de las personas que respondieron hasta el momento, sólo el 9,7% tiene 45 años o más. “Hay muchas explicaciones posibles para esto. Debe de haber gente que no quiere responder o que no se enteró del relevamiento. Pero no desconocemos que las generaciones más grandes no han tenido las mismas oportunidades en términos educativos que las más jóvenes y no se sienten cómodas con tener que responder de manera virtual”, dice. Por eso, a la par de esta encuesta virtual, el equipo realiza entrevistas presenciales en diferentes puntos del país.
Hasta el momento, el lugar de procedencia del que más respuestas se recibieron es el AMBA, con el 43%. “Necesitamos que el estudio sea lo más certero posible. Todavía falta un mes y sabemos que nos falta contar muchas más historias. Esperamos que se sume a responder más gente del Conurbano y de otras provincias. Eso nos resultaría muy útil, porque sabemos que no es lo mismo ser no binario en Córdoba Capital que en un pueblito del interior”, puntualiza.
El relevamiento es llevado adelante por cincuenta investigadores pertenecientes a distintas instituciones: el Centro de Estudios de Población (CENEP), la Universidad Nacional de Comahue, a la Universidad Nacional de Córdoba, el Instituto de Investigaciones Geohistóricas, a la Universidad Nacional de Salta (UNSa), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). El equipo de trabajo se encuentra conformado por seis nodos que corresponden cada uno a una región: CABA, Centro, Patagonia, RMBA, Noreste/Litoral y NOA.
En paralelo al relevamiento, los investigadores están realizando un mapeo de las organizaciones que trabajan en la temática y un relevamiento de los estudios parciales y regionales para que toda la información esté disponible en un único sitio web. El equipo espera tener los resultados de la investigación durante el último trimestre de este año.
Más información:
- El Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica recolectará respuestas hasta el 31 de julio. La participación es voluntaria, anónima y virtual. Una vez concluido, será público y accesible respetando la confidencialidad de los datos. Asimismo, estará acompañado por un mapeo de organizaciones sociales y un relevamiento bibligráfico. Más información en www.censodiversidad.ar
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