Pinamar. Rescatan 5200 kilos de residuos por día
MAR DEL PLATA.– Hay visitas que llegan en el momento justo y marcan para siempre. Eso le pasó a Carlos Méndez hace más de 10 años, cuando recibió en su casa de Pinamar a su amigo, el arquitecto Juan José Bugni, quien antes de irse le dejó los residuos prolijamente separados según sus distintas posibilidades de recuperación. Cuando le preguntó el porqué de ese esfuerzo, la respuesta de su amigo fue tajante: “¿Vos de qué lado querés estar: del 10% que hace las cosas bien o del 90% que las hace mal?”.
Desde entonces, Méndez, ahora con 42 años, es parte de esa inmensa minoría que aporta a esta cultura de seleccionar desechos y darles una segunda oportunidad con el reciclaje. Primero, mano a mano, con su compañera, Marilin Minhot, y su pequeña hija, Enya. Siempre con algún vecino colaborador, con activismo ambiental, tareas sociales, limpieza de microbasurales y luego algo más. Una pasión que creció junto a un grupo de amigos hasta convertirse en 2010 en Reciclando Conciencia, una cooperativa que ahora integran 36 personas.
De aquel viejo Dacia con un carro cargado de cartón, botellas plásticas y otros materiales recuperables, llegaron a esta realidad, con un flamante camión que se incorporó al parque vehicular y a la par uno eléctrico, para trabajar en las islas de separación. Además, bajo el lema “No es basura son recursos”, se convirtieron en promotores del cuidado del medio ambiente e invitan a la comunidad a ser parte de la limpieza en las playas.
“La cooperativa tiene algo que no todas tienen: se la reconoce como proveedora de servicio, es casi una experiencia única en el país”, cuenta Méndez a LA NACION sobre esta relación directa que tienen con el municipio de Pinamar, donde se hacen cargo de la planta de selección y transferencia de residuos para su recuperación. Es bien distinto del formato más habitual que se encuentra en otros distritos, donde la retribución por la tarea realizada se paga con residuos para vender o con planes sociales.
En estos días de temporada, con la llegada masiva de turistas, salen a hacer campañas de limpieza de playas. La última fue hace unos días en La Frontera, en Pinamar, para juntar desechos reutilizables, pero también para concientizar a la gente, a partir de charlas y actividades donde se cuenta el porqué de la limpieza, la separación y el reciclado. Las próximas serán en Mar del Plata, este domingo y el próximo 24. Y de nuevo en Pinamar, el 26, durante la Semana de la Educación Ambiental.
Al principio fue cuestión de juntar y acopiar. En el fondo de la casa propia tenía una montaña de plástico. Pensaron en vender todo para comprar una compactadora. Consiguieron comprador para el material: por el total les dieron 160 pesos. La máquina costaba 70.000. Ahí supieron que nada iba a ser fácil, pero también que no se iban a resignar.
Hoy, con socios que tienen un ingreso asegurado a fin de mes, trabajan para el municipio costero con una planta de separación con capacidad y recursos humanos para rescatar unos 5200 kilos de residuos reciclables por día. Tienen islas de acopio y selección de residuos, repartidas por las calles de las localidades de Pinamar, Valeria del Mar, Cariló y Ostende. Ajustadas a la estética del distrito, estas 44 estaciones –que se duplican en verano– aportan al cambio de hábitos de la comunidad local, que poco a poco naturaliza esto de separar cartón por un lado, plástico por otro y vidrio en un tercer recipiente.
Según información aportada por la propia cooperativa, entre lo recolectado hay 60% de plástico (bolsas, nylon), 20% de material de pesca (sogas, cuerdas, etcétera), 10% de vidrio (principalmente botellas) y el 10% restante son metales. Méndez rescata que la incorporación de la cooperativa a esta cadena asegura la trazabilidad de esos residuos, que son recibidos y enviados con certeza a un destino sustentable. Y lo que no, también tiene alternativas genuinas.
A lo que el mercado no recibe, entonces la cooperativa se encarga de darle valor agregado a ritmo de 500 kilos/hora y capacidad para procesar 14 toneladas por día. Con dos molinos trituradores de plástico generan placas con las que hacen maceteros, cuchas de perro y cestos de residuos.
Aliados ambientales
A los socios de la cooperativa se suman voluntarios que aportan en trabajo social e integración. En esa línea, el grupo firmó un convenio con la Oficina de Empleo de Pinamar para un programa de entrenamiento de jóvenes, por el que ya pasaron más de medio centenar, realizando tareas de promoción ambiental. “Bajamos un mensaje de levantar la cabeza, emprender, y se ganaron un lugar”, destaca Méndez. Además, tienen convenios con el Consejo Provincial de Educación y Trabajo (Copret) para que chicas y chicos con discapacidad realicen prácticas, y otro con la Universidad Nacional de La Plata y la Dirección de Gestión Sustentable de esa casa de estudios. Con su Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU -UNLP) y el Centro Experimental desarrollaron un bloque de telgopor que se utiliza para paredes divisorias. Pueden producir entre 120 y 130 unidades diarias, y el municipio utilizó unos 3000 en obras propias.
Gracias a un subsidio que próximamente recibirán desde la Fundación Vida Silvestre, contarán con un montacarga y un Eco Torky eléctrico –un triciclo para reciclado urbano–, un recurso importante para el trabajo en planta, pero también para los que se realizan en vía pública.
Méndez hace un reconocimiento especial a los promotores voluntarios de las jornadas de limpieza de playas, a los responsables de los balnearios sustentables y al intendente de Pinamar, Martín Yeza, por la posibilidad de trabajar para esa comunidad. En estos últimos diez meses en pandemia, donde todo se volvió más difícil, la cooperativa siente que también creció. Cerca, pero a distancia, por videoconferencia, sus miembros aportaron con asesoramiento a otras cooperativas. Por ejemplo, a una de Salta que reúne a miembros de las comunidades wichi y toba. Además, brindaron sus conocimientos en el municipio de Mar Chiquita y también a la cooperativa de reciclaje Cura, de Mar del Plata, a quienes consideran “aliados ambientales”.
¿Cómo sumarse?
-Si estás de vacaciones en el partido de Pinamar, separá los residuos reciclados y llevalos a las islas o puntos de acopio de cada localidad del distrito.
-Podés participar de las próximas limpiezas de playas: en Mar del Plata, el 17 y 24 de enero, a las 17, desde Boulevard Peralta Ramos y Peña; y en Pinamar, el 26 de enero, a las 17, desde Marketing Registrado, o en las mini charlas que se darán en la playa por la Semana de la Educación Ambiental.
Más propuestas
Los voluntarios de Movimiento Playa convocan espontáneamente por redes a todos los sectores de la comunidad, con el objetivo de limpiar las playas de Necochea y Quequén, el río Quequén y el parque Miguel Lillo. Los motiva la necesidad de concientizar a la población sobre la catástrofe ecológica marina, debido a la contaminación de las playas, y de promover una acción participativa. “Buscamos que toda la comunidad se involucre en el cuidado de nuestro ambiente. Desde la infancia hasta adultos mayores, comprometidos desde el voluntariado. El mejor ejemplo es la acción”, destaca Aitor Bolado, uno de los promotores de este espacio. Las acciones de limpieza que realizan pueden conocerse en su Instagram @movimientoplaya
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