Para no quedarse con las manos vacías
Ante el freno de la ayuda internacional y la creciente inflación, las ONG apuestan a los donantes particulares locales y a ofrecer diferentes servicios
La crisis económica mundial ha llevado a gobiernos, empresas y fundaciones de todo el mundo a replantear las asignaciones de fondos en materia de cooperación internacional, sobre todo a países como la Argentina, considerados de renta media. Esta situación y la inflación local conspiran contra la salud financiera de las organizaciones sociales locales, que continuamente deben trabajar creativamente en el desarrollo de fondos para afrontar sus crecientes costos.
El comienzo de la historia es más o menos conocido: luego de la crisis de 2001, el país había comenzado a ser receptor de asistencia técnica y financiera, pero cuando el PBI comenzó a recuperarse, la ayuda internacional comenzó a redirigirse hacia otras latitudes que parecen tener necesidades más urgentes para los donantes.
"Hoy es mucho más difícil contar con donaciones provenientes de organizaciones internacionales, porque no están priorizando a la Argentina como zona a la que enviar su ayuda", afirma Mariela Becker, directora ejecutiva de Aedros, la organización que agrupa a los desarrolladores de fondos del sector social.
Luego, a esta situación se sumó la crisis económica que afectó a muchos de los países que tradicionalmente cooperaban con la Argentina y los obligó a recortar fondos. Italia es un ejemplo: su aporte en la Argentina en 2007 fue comparativamente negativo, registrándose una baja de más de 16 millones de dólares en comparación con los años anteriores y en 2010 sólo aportó 440 mil dólares.
Según estimaciones de la Red Argentina de Cooperación Internacional (RACI), hasta 2009 España fue el líder en ayuda hacia la Argentina, con un aporte de casi 200 millones de dólares en el período 2003-2010. El primer año la ayuda fue de 41 millones, pero fue decreciendo hasta que en 2010 tuvo una contracción de casi 7 millones. Ese año, Japón encabezó el ranking de donantes hacia la Argentina, seguido por España, Alemania y Francia.
Si bien hubo un aumento en la cantidad de fondos, que de los 98 millones de dólares recibidos en 2003 creció a 141,4 millones en 2010, hay una variante interna que comenzó a tallar cada vez más en los presupuestos de los últimos años: la inflación, que más allá de las polémicas puede estimarse en un 25% anual.
"Hoy es el principal problema que enfrentan las ONG argentinas. Los costos de los programas han aumentado en un porcentaje alto y las donaciones no se indexan tan fácilmente, no se puede hacer como una paritaria", explica Santiago Mazzeo, de Nesst.
En ese sentido, las cuestionadas cifras oficiales y los informes de organismos internacionales enfocados desde los índices macroeconómicos del país –que reflejan promedios y situaciones globales– promueven una imagen que poco se corresponde con las realidades puntuales que se encuentran en los ámbitos donde trabajan las organizaciones, pero son las herramientas que se utilizan en el exterior para definir la ayuda hacia el país.
Ante este panorama complejo, las organizaciones locales comenzaron a implementar nuevas estrategias, como indexar regularmente los montos de las donaciones que reciben. "Dos veces por año llamamos a todos nuestros donantes y los invitamos a actualizar sus montos. En general tenemos muy buena respuesta, porque buscamos equivalencias: comparar el monto que donan con lo que pagan actualmente, por ejemplo, por el servicio de cable o el celular, y explicamos lo que nos permite realizar esa cifra", ejemplifica Jonás Beccar Varela, responsable de captación de fondos de Médicos sin Fronteras en Argentina.
Además, también actualizaron los montos en todas las piezas de captación de nuevos aportantes. "Hace dos años pedíamos un peso por día y hoy pedimos dos. Más allá de la inflación tenemos montos establecidos porque simplifica la decisión. La gente muchas veces no sabe cuánto tiene que donar, si es muy poco o mucho, entonces como estrategia de marketing sugerimos importes y le mostramos qué podemos hacer con ese aporte para que vean cuál es la incidencia", agrega.
Filantropía individual
Sin embargo, más allá de la indexación, la clave está en aumentar la base de donantes particulares, tanto del exterior como argentinos. "A pesar de la crisis, no hubo caída de donantes particulares del exterior, pero sí de empresas y organismos oficiales. Apuntar a la filantropía individual hoy es una de las mejores estrategias para diversificar los ingresos", apunta Mazzeo.
Help Argentina es una de las organizaciones que trabaja para acercar a residentes en el exterior –en especial la comunidad de argentinos– a las organizaciones locales para conseguir donaciones. "Desde 2003 más de 5,5 millones de dólares han sido donados a Help Argentina a favor de más de 150 organizaciones en la Argentina. Buscamos fortalecer sus fuentes de financiamiento, incentivando a que busquen apoyo de personas que viven en el exterior", apunta su director, Federico Centeno Lappas.
Pero cada vez más, los apoyos surgen dentro del país. "En la Argentina la filantropía está en vías de desarrollo, con buenas expectativas", sostiene Blecker, y bajo ese axioma, la oficina argentina de Médicos sin Fronteras (MSF) introdujo hace tres años una técnica de captación de fondos muy extendida en las principales ciudades europeas: el diálogo directo o face to face, donde representantes de la organización salen a la calle a pedir el apoyo de los transeúntes para su causa.
Este método lo introdujo exitosamente Greenpeace en Austria a principios de los 90. "Pero se creía que en la Argentina la gente se iba a negar a darle el número de su tarjeta de crédito a un desconocido en la calle. Sin embargo, hoy es nuestro primer canal de donantes regulares", explica Beccar Varela.
En gran parte gracias a esa técnica, MSF ya cuenta con 15 mil donantes particulares regulares y 26 empleados trabajando en las calles de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, aunque la organización hoy esté enfocada principalmente en las urgencias de Africa y no en la Argentina. El método ya fue replicado aquí por otras organizaciones como Unicef, Aldeas Infantiles S.O.S. y Greenpeace.
Servicios
Otra opción para diversificar los ingresos es ofrecer servicios derivados o relativos a la misión de cada organización. Nesst es una entidad internacional que trabaja para ayudar a las ONG a armar empresas sociales sostenibles que logren ingresos que les permitan cumplir con su misión.
Andar es una de las asociaciones civiles que se unió a ellos para desarrollar un emprendimiento. Trabajan en Moreno, provincia de Buenos Aires, para dar oportunidades a jóvenes con discapacidad. Si bien ya contaban con algunos emprendimientos productivos, en 2007 crearon un servicio de catering que tenía como meta demostrar que era posible un desarrollo productivo competitivo y sustentable operado por personas con discapacidad.
Luego de una larga planificación, que incluyó planes de negocios, capacitación y marketing, el emprendimiento hoy cuenta con 63 empleados –50 con discapacidad– e ingresos anuales por casi 190 mil dólares, que cubren el 36% del presupuesto de la organización. Además logró aumentar los ingresos de sus operarios con discapacidad en un 55%, cumpliendo las metas sociales planteadas en el diseño de su actividad.
"Aprendimos a hacer foco y profundizar el negocio, pero cuidando nuestra misión. Pudimos equilibrar nuestra empresa con nuestra misión social, que en nuestro caso significa mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad", afirma Raúl Lucero, director ejecutivo de Andar.
Otro caso similar es el de Fundación Reciduca, que trabaja desde 2003 en el acompañamiento de jóvenes en riesgo de deserción escolar para que terminen sus estudios secundarios, amplíen sus oportunidades de empleo y promuevan el cuidado ambiental.
A través de su Centro de Formación en Competencias Laborales prepara a jóvenes de los últimos dos años del secundario para facilitarles el ingreso al mercado laboral formal, y realizan prácticas en empresas u organizaciones sociales antes de terminar sus estudios. Luego pasan a formar parte de la base de datos de la entidad, que funciona como una consultora de recursos humanos para las empresas que requieren cubrir puestos iniciales. Y con el pago que obtienen por la selección de personal financian la formación de más jóvenes.
"El diferencial de este servicio de empleo es que conocemos en profundidad a los jóvenes y es principalmente la concreción de nuestra misión, más allá de una forma de generar sustento a la organización. Desarrollamos un modelo donde cada joven que es incorporado por una empresa es valorado desde sus competencias y no desde su condición de vulnerabilidad", afirma Magdalena Olmos, su directora ejecutiva.
Actualmente, la organización capacita a 250 jóvenes de los dos últimos años de secundario, más de 50 han realizado pasantías rentadas en empresas y 25 están empleados en relación de dependencia. En cuanto a finanzas, su presupuesto institucional ha crecido un 38,5% con ingresos por un millón de pesos.
Cualquiera que sea la opción elegida para el desarrollo de fondos, los especialistas coinciden en que debe invertirse tiempo y recursos para elegir la estrategia que mejor se adecue a sus necesidades. "Existen mucha organizaciones, tanto grandes como pequeñas, que realizan campañas exitosas de desarrollo de fondos. Pero todas han trabajado en una buena planificación y han definido la inversión necesaria en tiempo y dinero para lograr los resultados esperados", asevera Blecker.
Es que ante panoramas adversos o inciertos, la sustentabilidad se torna un desafío muy grande para el sector que "debe seguir buscando formas de poder consolidar su equilibrio financiero y así lograr invertir esfuerzos en cumplir su misión", finaliza Centeno Lappas.
COMO COLABORAR
RACI
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Congreso sobre frundaising
4 y 5 de septiembre
Aedros organiza estos días el 5° Congreso Internacional de Fundraising con disertantes nacionales e internacionales sobre técnicas innovadoras en desarrollo de fondos.
Informes e inscripción: www.aedros.org y (011) 4823 6365