Natalia Liliana Soledad Acosta está perdida desde el 29 de mayo de 2009
Tenía 21 años cuando desapareció el 29 de mayo de 2009 en la ciudad santafesina de Santo Tomé. La Justicia cree que fue secuestrada y vendida por una red de trata de personas. Una persona fue procesada pero murió en la cárcel e hizo difícil avanzar con la investigación.
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Natalia Liliana Soledad Acosta
Tenía 21 años cuando desapareció el 29 de mayo de 2009 en la ciudad santafesina de Santo Tomé.
La Justicia cree que fue secuestrada y vendida por una red de trata de personas.
Ariel recuerda que cada vez que su hija los visitaba a él y a su esposa, entraba saludando desde la puerta y siempre decía lo mismo: “¡Hola papucho, hola mamucha!”. Tomaban mate y charlaban. A veces ella ayudaba a su mamá a coser algún encargo que le habían hecho, como el dobladillo de un pantalón, o la acompañaba a hacerse análisis al médico. Ariel lo cuenta y se pone feliz. “Así no la olvido”, dice.
Natalia Liliana Soledad Acosta tenía 21 años cuando desapareció la madrugada del 29 de mayo de 2009 de la esquina de Suipacha y 25 de Mayo, cerca de su casa, en la ciudad santafesina de Santo Tomé. Vivía con su pareja y cuando desapareció, Ariel afirma que descubrieron que “él obligaba a Natalia a prostituirse”.
Más allá de ese descubrimiento doloroso, la hipótesis de la Justicia es que Natalia fue secuestrada y vendida por una red de trata de personas. En ese sentido, una persona fue procesada y detenida, pero murió en la cárcel, en 2019, sin condena ni absolución. Con ese fallecimiento, los investigadores no pudieron avanzar mucho más con la reconstrucción de lo que pudo haber ocurrido.
Actualmente, hay una recompensa de 500 mil pesos para quien pueda aportar un dato sobre su desaparición. Hubo testigos que dijeron verla cuando la bajaban de un auto y su padre dice que “la policía encontró su teléfono” pero que ese hallazgo no implicó un avance en la investigación.
En todos estos años, Ariel y su esposa, María Cristina, no dejaron de buscarla: pegaban fotos de Natalia en la calle y en los almacenes, iban a prostíbulos para ver si la encontraban y viajaban a Buenos Aires para pedir que investiguen el caso de su hija. Hace tres años, María Cristina falleció sin saber qué le pasó a Natalia.
“Ella era la alegría de la casa”, dice Ariel. Soñaba con comprarse un auto y era muy unida a sus hermanos: “Le gustaba estar con su familia”.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470