Mondino criticó a una diputada por no haber terminado el secundario y generó un debate sobre el factor socioeconómico en el abandono escolar
La titular de la cartera de Relaciones Exteriores acusó a Natalia Zaracho de legislar sin haber terminado el colegio; cuáles son las razones por las que el 15% de los adolescentes no termina sus estudios, según Unicef
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Más allá de las chicanas y los prejuicios, el cruce en las redes sociales entre la canciller Diana Mondino y la diputada de Unión por la Patria (UxP) Natalia Zaracho, quien es conocida como la primera legisladora cartonera pone en foco una realidad cuyo análisis es más que complejo y viven miles de chicas y chicos, la deserción escolar.
“El problema no es que tengas o no convicciones, el problema es que legislás sin tener secundario”, dice en un extracto del posteo de la canciller ante una agresión de Zaracho contra un periodista que había hecho hincapié en que ella no había terminado sus estudios.
Ante ambos comentarios, Zaracho explicó que tuvo que salir a trabajar para su familia. Hace un par de años, la legisladora contó en una entrevista que de niña había cursado hasta sexto grado porque salía a trabajar o debía cuidar a sus hermanos.
Según un estudio de Unicef que analiza la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes hecha entre 2019 y 2020, las razones por las cuales un adolescente deja la escuela en un 49% se debe a factores escolares y un 29% a factores sociales y económicos. El resto de los encuestados prefirió no especificar razones.
El problema no es que tengas o no convicciones, el problema es que legislas sin tener secundario.
— Diana Mondino (@DianaMondino) March 4, 2024
Encima como agravante, viviste prácticamente toda tu vida durante el kirchnerismo. Sos la evidencia empírica del absoluto fracaso que fue el curro del Estado Presente.
Hay un dato positivo: en los últimos cuatro años, el abandono escolar cayó 9,3 puntos porcentuales, según el informe “Trayectorias escolares: ¿Cuántos estudiantes abandonan la secundaria en Argentina?”, del Observatorio de Argentinos por la Educación.
En el estudio se señala que “en 2018 el 24,4% de los estudiantes de 17 años había abandonado la escuela. Cuatro años después, la cifra desciende al 15,1% entre los estudiantes que tenían 17 años en 2022″.
El documento analiza los niveles de abandono escolar en la escuela secundaria para el período 2012-2022, a partir del seguimiento de cohortes de estudiantes, utilizando los últimos datos del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación de la Nación.
Por qué se deja la escuela
Desde el informe de Unicef, se explica que entre los motivos económicos y sociales por lo que los y las adolescentes dejan la escuela es por la necesidad de salir a trabajar; las dificultades económicas que atraviesan las familias de las y los adolescentes; la migración, la organización de las tareas domésticas y de cuidado en el hogar; y situaciones de embarazo.
En cuanto a las situaciones relacionadas con factores escolares, se hace referencia a la repitencia; las dificultades para aprender; la pérdida de la condición de alumno regular (expulsiones, inasistencias); el desacople entre los intereses de las y los adolescentes y la propuesta pedagógica (no les gusta la escuela o no la consideran necesaria) y los problemas de disponibilidad de la oferta (falta de escuelas y vacantes).
El peso de los factores de índole social y económico tienden a incrementarse entre quienes viven en hogares más vulnerables. Sin embargo, las mayores diferencias se advierten en relación con los factores escolares, que son señalados en mayor medida en los hogares destinatarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
“Para las y los adolescentes en contextos más vulnerables, la desvinculación escolar no sólo se ve favorecida por mayores dificultades en el plano económico sino también porque experimentan mayores obstáculos para relacionarse de manera satisfactoria con la escolaridad, aprender y avanzar en su trayecto por la educación secundaria”, indica el informe.
Lo complejo de esta realidad es cuando las razones económicas y sociales se cruzan con el desinterés, la dificultad para aprender, los problemas de convivencia, la pérdida de regularidad por diferentes motivos o la falta de estímulo para continuar con la escolaridad.
Desde Unicef se alerta en que esos factores escolares “ponen de manifiesto hasta qué punto algunos elementos del formato institucional de la escuela secundaria pueden constituirse en barreras para la concreción del derecho educativo de una porción significativa de adolescentes, y en particular para quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad”.