Más compromiso
El 2011 fue un año con varias situaciones especiales, con algunas muertes que nos marcaron –sobre todo de chiquitos–, con el volcán Puyehue que con sus cenizas afectó a los que estaban lejos y cerca.
Pero quiero destacar el gran acontecimiento de que hubo elecciones y se vivieron con naturalidad. La cultura solidaria tiene mucho que ver con la cultura cívica, que este año se consolidó un poco más, y me parece rescatable que para las nuevas generaciones sea natural el hecho de ir a votar y tener elecciones en democracia. Esto sin dudas hay que celebrarlo.
Otro aspecto que me impresiona es que hace 30 años el tema social era hasta peligroso, hace 15 años era como exótico y ahora genera hasta prestigio, y parece casi cool. A cualquier sector de la sociedad, sea político o religioso y de cualquier estrato social, le parece prestigioso que una persona se dedique a mejorar el bienestar de la sociedad.
Sin embargo, todavía el mundo social no aporta en cantidades líderes a la política. Todavía existe una separación entre estas dos esferas y pareciera que el que se dedica a una cosa no se pudiese dedicar a la otra. Y yo creo que sería muy valioso que existiese un pasaje de ciertos líderes sociales a la política.
El volcán, las tragedias, los chicos perdidos, una emergencia nacional de trasplante. Ante todos estos hechos la participación de la sociedad explota, se incrementa y las caras son cada vez más jóvenes. También las redes sociales con Facebook y Twitter se llenan de comunidad y de servicio hacia los que más necesitan.
El compromiso se profundiza, aunque todavía seguimos teniendo una reacción emocional. Es positivo ver en los últimos años que empezás a escuchar que alguien se dedica a la comunicación o la medicina porque le interesan los desamparados.
Ahora que el hambre cero es inminente, hay que concentrarse de lleno en la educación. El año que viene va a haber fondos, capacidad económica y tenemos que apuntar a niveles altísimos de estudiantes secundarios y universitarios.
Que falta un montón es verdad. Pero es importante ver que hay un proceso positivo y un desarrollo de la cultura de pensar en el otro. Como siempre, mi mirada es buena, alentadora y positiva.
El autor es fundador de la Red Solidaria
lanacionar