María Florencia Pennacchi está perdida desde el 16 de marzo de 2005
Tenía 24 años cuando desapareció el 16 de marzo de 2005, luego de salir de su departamento de Palermo. Es de Neuquén y se mudó a la ciudad de Buenos Aires para estudiar en la UBA. Su familia cree que fue secuestrada y entregada a una red de trata de personas.
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María Florencia Pennacchi
Tenía 24 años cuando desapareció el 16 de marzo de 2005, luego de salir de su departamento de Palermo.
Es de Neuquén y se mudó a la ciudad de Buenos Aires para estudiar en la UBA.
Pasaron 18 años desde que Florencia Pennacchi desapareció y Pedro, su hermano, recuerda como si hubiese sido ayer que en una de sus últimas conversaciones discutieron porque ella había agarrado sin pedirle permiso su reloj despertador. Lo cuenta y se ríe: “Fue una pavada. Nunca pensé que iba a ser una de las últimas veces que íbamos a hablar”.
Ese reloj fue el mismo que Florencia usó para despertarse el 16 de marzo de 2005, el día en que salió del departamento que compartía con su hermano en el barrio porteño de Palermo. Se levantó sin hacer ruido para no despertar a Pedro y se llevó solo su celular y sus llaves. En cambio, dejó su DNI, la plata que tenía en la billetera y las tarjetas de crédito.
Antes de desaparecer, Florencia, entonces de 24 años, estudiaba Ciencias Económicas en la UBA. Pedro y ella habían dejado su Neuquén natal para instalarse en la ciudad de Buenos Aires y comenzar la universidad. Florencia eligió su carrera, en parte, inspirada en su papá, que es contador público. Además, trabajaba en el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC).
La noche del 15 de marzo, la joven recibió a algunos compañeros de trabajo en su casa. “Esa fue la última vez que la vieron”, recuerda su hermano. Al otro día, después de dejar su departamento, solo se comunicó por teléfono con Pedro y avisó en su trabajo que no iba a ir. Después, nadie volvió a saber de ella.
Su hermano tiene una sospecha que sostiene hasta el día de hoy. Cuenta que Florencia consumía drogas y se las compraba a una persona que supone que fue quien la secuestró y la vendió a una red de trata. Los investigadores no sostienen esta hipótesis como la principal, pero tampoco la descartan. Mientras, hay una recompensa de 500.000 pesos para quien pueda aportar información sobre la chica.
Por un tiempo, la habitación de Florencia fue un santuario para recordarla, pero de a poco Pedro la fue vaciando. Él aún vive en el mismo departamento de Palermo del que su hermana partió aquella mañana de 2005. Lo único que siente que no puede “vender, donar ni regalar” es un cartel de madera que tiene tallado “Villa La Angostura”, “Seguro Flor lo trajo de alguno de los viajes que hizo como mochilera por el Sur del país”, afirma.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470