María de los Ángeles Verón está perdida desde el 3 de abril de 2002
Tenía 23 años cuando desapareció el 3 de abril de 2002 mientras se dirigía a una consulta médica, en San Miguel de Tucumán. La Justicia concluyó que fue secuestrada y vendida a una red de trata de personas. Su madre, Susana Trimarco, encabeza una búsqueda incansable y se convirtió en una referente de la lucha y prevención de la trata.
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María de los Ángeles Verón
Tenía 23 años cuando desapareció el 3 de abril de 2002 mientras se dirigía al médico, en San Miguel de Tucumán.
La Justicia concluyó que fue secuestrada y vendida a una red de trata de personas.
María de los Ángeles Verón dejó su casa, en la ciudad de San Miguel de Tucumán, el 3 de abril de 2002 para ir a una consulta médica y en el camino, como un testigo revelaría más tarde, fue secuestrada y subida a un auto. Desde ese día, su mamá, Susana Trimarco, vive en la incertidumbre. ¿Qué hicieron exactamente con ella? ¿A dónde se la llevaron? Esas son las dos preguntas que llevan más de dos décadas sin respuestas.
Cuando “Marita”, como le decía cariñosamente su familia, desapareció tenía 23 años y una hija de 3 llamada Micaela Sol. Entonces, Susana empezó un recorrido que jamás se imaginó que haría: creó una fundación que lleva el nombre de su hija, ayudó a más de 100 chicas a salir de situaciones de trata, dejó al descubierto una red dedicada al tráfico de mujeres para forzarlas a la prostitución e impulsó la creación de la ley 26.364 y su posterior modificación, la ley 26.842, sobre la Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas. Además, en todo este tiempo, no ha dejado de buscar a Marita.
Con el transcurso de los años, sus padres, la investigación policial y los fiscales que intervinieron en la causa concluyeron que se trató de un secuestro con fines de trata de personas para la prostitución realizado por un grupo delictivo de Tucumán. “Yo sé que está viva. Las madres sentimos eso. Nunca voy a dejar de buscarla. Y voy a seguir gritando a los cuatro vientos todo lo que averigüe en el camino”, dijo Susana cuando se cumplieron 10 años de la desaparición de Marita.
Durante todo este tiempo, varios testimonios de testigos y víctimas de trata rescatadas, permitieron ubicar a Marita en distintos lugares del país e incluso, sospechar de la posibilidad de que haya sido trasladada a Europa. Pero hasta ahora ninguna pista ha llevado a encontrarla y la investigación que impulsó Susana como madre y parte de la fundación, estuvo llena de obstáculos: “En Argentina lo que yo veo es la falta de información, de empoderamiento de la familia y de la gente, la falta de herramientas que no tienen las fuerzas nacionales y provinciales para poder combatir la trata de personas”, cuenta en dialogo con LA NACIÓN.
En 2012, comenzó el juicio del denominado “Caso Marita”, ya reconocido a nivel nacional, con 13 imputados. A finales de ese año, todos fueron absueltos. Un año después la Justicia tucumana revocó de manera parcial ese fallo y condenó a 10 de los 13 acusados. Sin embargo, recién en el 2017 la sentencia quedó firme y los acusados comenzaron a cumplir sus penas. Unos meses después, los hermanos Rubén “La Chancha” y Ángel “Mono” Ale, dos hombres de los que Susana siempre sospechó que estaban involucrados en la desaparición de su hija, pero que no quedaron implicados en su juicio, fueron detenidos por lavado de activos a partir de denuncias realizadas por Susana. Sus penas fueron ratificadas en el 2021, pero actualmente se encuentran en libertad condicional.
Micaela Sol todavía era una bebé cuando su madre fue secuestrada, por eso sus recuerdos de ella son una construcción que ha ido armando a lo largo de los años con testimonios ajenos. “No la quiero idealizar, mi mamá era una persona común. La fui armando, conociendo por un libro, por lo que dicen otros. Fui descubriendo cosas que no son ciertas; nadie nunca me dijo claramente nada. Yo sola me fui armando la historia”, explicó hace un tiempo.
Marita tenía 23 años cuando desapareció, hoy tendría 44 y su búsqueda se convirtió en un emblema de la lucha contra la trata de personas. Hoy, a casi 21 años de la desaparición de Marita, a Susana le cuesta hablar y recordar a su hija porque le duele, pero eso está lejos de insinuar que esté pensando en dejar de buscarla.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470
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