Manuel Alvarez Trongé: “Las condiciones no están dadas para la vuelta a las aulas en el AMBA”
El impacto de la actual pandemia sobre el sistema educativo argentino no solo expuso a todas luces sus deficiencias sino que promete agravarlas. El aumento del abandono escolar, un mayor deterioro en los aprendizajes y la profundización de la inequidad serán, para el presidente y fundador de Proyecto Educar 2050, Manuel Alvarez Trongé, algunos de los principales desafíos que deberá enfrentar la escuela pospandemia.
Abogado y docente universitario, Alvarez Trongé busca, a través de su organización, incidir en políticas públicas para que la educación argentina logre desplegar todo su potencial y pueda ubicarse entre las mejores del mundo antes de mediados de siglo. En ese sentido, desde su punto de vista, el actual contexto también sirvió para recordarnos el enorme rol social que cumple la institución escolar. "Uno no puede reemplazar todo lo que implica la escuela con computadoras", asegura convencido.
Sin embargo, reconoce que las condiciones no están dadas para la vuelta a las aulas en el AMBA. "Sí me parece que hay que hacer todos los esfuerzos en aquellas escuelas y en aquellos lugares de nuestro territorio en los que sí estén dadas las condiciones para empezar a volver", exhorta.
Antes de la pandemia, el sistema educativo argentino tenía grandes problemas en términos de equidad y calidad de los aprendizajes. ¿Qué queda esperar para el día después?
Ahí hay enormes riesgos en el aumento del abandono escolar, en el deterioro de los aprendizajes y en la profundización de la inequidad.
¿Tienen estimaciones del nivel de abandono?
Unicef estima que más de un millón de alumnos va a abandonar. Pero es muy difícil precisarlo hoy porque sigue pasando el tiempo y esto no cambia.
¿Qué se podría hacer para recuperar a esos chicos o para evitar que abandonen?
Una de las cosas que podríamos hacer son reuniones con los alumnos en la escuela, con protocolos, con diferentes secuencias. Que los chicos tengan la posibilidad de volver, aunque sea de a 10, de a 20, de a 50, en sus patios abiertos, con una reunión por mes en este último trimestre para que vean que el vínculo con la escuela no se cortó.
Uno no puede dejar de recordar la controversia que hace unas semanas se generó entre la Ciudad y la Nación por la intención de hacer retornar a clases a unos seis mil chicos porteños. ¿Están las condiciones dadas para ese retorno?
En el AMBA, para mí, no están dadas las condiciones. Es un momento de mucho riesgo, en donde volver a las clases como nosotros pensábamos es prácticamente imposible. Sí me parece que hay que hacer todos los esfuerzos en aquellas escuelas y en aquellos lugares de nuestro territorio en los que sí estén dadas las condiciones para empezar a volver. Ha habido algunos casos y en otros se ha tenido que volver atrás como sucedió en Jujuy o en San Juan. Pero me parece que son necesarios todo el esfuerzo y toda la creatividad.
¿No sería más simple y seguro darles computadoras y garantizarles conectividad a los chicos que nunca se conectaron?
Uno no puede reemplazar todo lo que implica la escuela con computadoras. Hay muchos obstáculos en la educación mediada por la tecnología. Hay quienes no tienen agua o luz. Hay quienes no tienen Internet pero tienen televisión o radio. Hay quienes tienen conectividad pero la tienen a medias, con problemas. Reemplazar la verdadera educación, que no es solamente transmisión de conocimientos sino también de los criterios necesarios para aplicar esos conocimientos, y esa transmisión muchas veces es con una mano en el hombro, es bastante complejo.
Tener una netbook y conectividad gratuita se acercaría a una solución en muchos de esos casos que Ud. enumera.
Contribuiría enormemente, pero también se requiere la habilidad para el manejo de Internet, aquellas consultas que les hacen los chicos a una madre o a un padre con algo que no entienden, ese tiempo que tienen que tener la madre o el padre para dedicarle a la educación de sus hijos como un sustituto del profesor, todo eso son pequeños obstáculos o escalones que se abren en este problema de la educación a distancia.
Teniendo en cuenta que no sabemos hasta cuándo va a continuar la pandemia y que lo que nos va a dejar es un modelo de educación híbrida, ¿sería esperable que el Ministerio de Educación invierta más en tecnología y provisión de conectividad no solo para alumnos sino también para maestros?
Sí, yo creo que es esperable y deberíamos reclamarlo, porque no puede ser que esto nos vuelva a suceder. Pero también se necesita mucha eficiencia y alianzas porque hay sistemas, plataformas, instituciones que pueden ayudar y atento a la dimensión de la gravedad del momento, la educación nos une como Patria, como país.
¿Cuál es su opinión sobre la gestión nacional del sistema educativo durante la pandemia?
Lo más destacable fue que, después del choque con el iceberg del Covid-19, se salió rápidamente al bote salvavidas que era la distribución de cuadernillos, los programas de televisión, la apertura de sistemas de educación a distancia con diferentes plataformas. En donde sí creo que se hizo lo que se pudo fue en que nos encontramos con que el Plan Conectar Igualdad no se había cumplido y con que había computadoras que no se habían distribuido. Creo que también ahora se conjuga otro problema que es el de la ideología, que hace que cualquiera de estas cosas se mire políticamente. Entonces si algunos lugares deciden empezar las clases esto se mira en términos de: "es la oposición". Y eso es un error. Podríamos pelearnos por cualquier cosa, pero que haya diferencias ideológicas que hagan a la educación es grave como país.
¿Han tenido los docentes un acompañamiento adecuado en este contexto?
No. Puede haber excepciones, pero todo esto los tomó por sorpresa, y les agregó trabajo. Casi todos ellos lo respondieron así en la encuesta desarrollada por el Ministerio de Educación. Inclusive, un porcentaje importante tiene problemas de conectividad. Con lo cual tuvieron que abordar esta tarea de dar clase a distancia sin estar preparados, con muchos horarios que se les superpusieron, y además tratando de mantener este vínculo del que hablábamos antes a través de Whatsapp, con videos o también tenemos a algunos héroes que van a visitar a sus alumnos porque no los contactan.
¿La vacuna es una condición previa necesaria para retomar las clases presenciales?
Sin duda en los lugares más peligrosos, como en nuestro país es el AMBA, vamos a darle absoluta prioridad a la salud, pero tenemos que pensar sistemas muy diferentes a los normales para reforzar el vínculo con la escuela para atacar el gran enemigo que tenemos que es la deserción escolar.
Todo indicaría que para marzo no va a estar la vacuna.
Creo que tanto 2020 como 2021 van a estar muy transversalmente impactados por la pandemia. Además, cuándo la vacuna llegue al país ¿cómo se va a distribuir, cómo vamos a hacer para que llegue como prioridad a todos los alumnos del país? Estas con cosas que ya tenemos que estar discutiendo en esto de poner a la educación como prioridad.
¿Se está discutiendo eso?
Sé que se han discutido en el Consejo Federal Educativo algunas pautas, como la consideración de la evaluación en forma conjunta.
¿Qué opina de la decisión de consolidar un bloque entre 2020 y 2021 y la promoción de este año?
Estoy de acuerdo en no hacer una evaluación tradicional, que la evaluación sea más formativa que otra cosa. En 2021 se van a tener que recuperar muchos contenidos que no se dieron. Sí me parece importante estar detrás de eso para que no se haga borrón y cuenta nueva.
Muchos padres piensan que este ha sido un año perdido. ¿Qué les diría a esos padres?
Yo les diría que este es un año en el que hemos tenido una pandemia mundial que afectó a 1500 millones de alumnos y que, como todo en la vida, tenemos que aprender a detectar la experiencia o la oportunidad de la crisis. Probablemente no puedan aprender la matemática de quinto grado o de segundo año, pero sí pueden aprender literatura, lectura, o tratar temas del cine o de novelas, las habilidades socioemocionales también son importantes de trabajar y pueden trabajarse, con lo cual no lo daría por perdido. Tenemos que asumir con mucha resiliencia la posibilidad de que madres y padres también colaboren en otros aspectos de lo que es la educación. No rendirnos antes de tiempo. A la escuela la tenemos que ayudar.