Madres solas que salen adelante aún en la pobreza
Se estima que el 14,7% de las madres argentinas está sin una pareja estable. En contextos vulnerables esta situación es más extrema por la falta de estudios, las uniones de hecho y la precariedad laboral
Todas las mujeres que enfrentan la maternidad a solas precisan de una herramienta indispensable: la fortaleza. Es que ellas deben dividir su tiempo para ejercer dos roles: por un lado, el cuidado y la educación de sus hijos sumado a las exigencias propias de las tareas domésticas, y por el otro, como jefas de hogar, presionadas por la responsabilidad de velar por la economía hogareña.
Cuando esta situación se encuentra agravada porque la madre vive en un ámbito de pobreza donde predomina la falta de estudios, la precarización laboral y los frágiles vínculos familiares (ya sea por tener familias fragmentadas o parejas basadas en uniones de hecho), la vulnerabilidad de la madre y el hijo se multiplican.
Según datos del Observatorio de la Maternidad, son jefas de hogar con hijos el 30,9% de las madres indigentes, el 17,8% de las que están en situación de pobreza y el 13,5% de las no pobres. Las dificultades comienzan en la búsqueda de un empleo de calidad ya que casi la mitad de las madres solteras tiene un trabajo no calificado y más de un tercio de las separadas y divorciadas no son alcanzadas por los beneficios de un empleo registrado.
Katerin, con 21 años, forma parte de ese grupo de mujeres todoterreno que ejerce esos dos roles y otros más, ya que está estudiando para terminar la secundaria y recientemente fue ascendida en el servicio de catering donde trabaja. Pero no fue todo color de rosas en su vida, ya que debió armarse de resiliencia para caminar cuesta arriba y derribar el sinfín de obstáculos que implicaba criar una hija sin pareja ni vínculo familiar y siendo una adolescente.
Ella recuerda pocas cosas de ese día, pero sí tiene grabada a flor de piel la desesperación que sintió. Esa mañana fría de junio, antes de ir a la escuela, Katerin temió lo peor cuando fue a comprar un test de embarazo. Una hora más tarde, su cuerpo de 15 años le notificaría que se convertiría en madre.
A pesar de la titánica tarea que implica ser madre en soledad, un reciente estudio del Observatorio de la Maternidad demuestra que esta modalidad es una tendencia en alza de los últimos veinticinco años. Mientras que en 1985 se hallaban sin una pareja estable el 6,7% de las madres, en 2010 lo estaban el 14,7% de ellas.
La monoparentalidad, a pesar de tratarse de un desafío tanto para hombres como para mujeres, que alcanza a una de cada cinco familias en el país, parecería tener rostro de mujer ya que, según el observatorio, casi nueve de cada diez hogares monoparentales tienen a una madre en su jefatura.
Sin pareja
Entre las razones por las cuales las madres no tienen pareja para compartir el cuidado de los hijos aparece el abandono por parte del padre, y también como resultado de las separaciones o divorcios (8%), porque son madres solteras (5,4%) o han quedado viudas (1,3%), según cifras del observatorio.
"Es difícil ser chica, ser madre y tener que madurar de repente", dice Katerin que a pesar de tratarse de un embarazo no deseado producto de una violación de su padrastro tomó la decisión de ser madre. "Hay un montón de cosas que dejé de lado por mi hija", declara, mientras recuerda con lágrimas cuando se escapó de su casa en Florencio Varela, cómo fue a vivir de prestado en casas de amigas, y las tardes en que salía a buscar cartón en el carrito con su beba de dos años y medio.
Pero Katerin no está completamente sola. Su vida dio un giro gracias a la contención que recibe desde hace tres años en el Hogar Padre Moledo de la Fundación Nuestra Familia, que aloja en su casa de Parque Patricios a 10 mamás solas de entre 13 y 21 años. Celia Beatriz Lottini, presidenta del hogar, explica que estas madres están solas porque en general fueron abandonadas tanto por sus familias como por el padre de sus hijos.
"La población que atendemos es muy vulnerable en el plano socioeconómico. Pero no influye el hecho de la falta de dinero ya que también hay madres solas en otros sectores. Aunque es cierto que en el hogar hay una característica que las une: todos los embarazos fueron no deseados". Y agrega: "Puedo contarte con los dedos de las manos las veces que ha aparecido una figura paterna importante con respecto a los nenes que hemos tenido", explica Lottini.
Precariedad educativa y laboral
Carina Lupica, coordinadora del Observatorio de la Maternidad, hace hincapié en los estudios alcanzados por las madres: mientras la madre soltera es generalmente más pobre y con un alto grado de vulnerabilidad, entre las madres separadas o divorciadas -numerosas de clase media o media alta- "hay muchas que tienen estudios universitarios completos y son profesionales y reciben buenos ingresos, y además por lo general reciben ayuda del padre de los niños".
Justamente, la mitad de las madres del hogar Moledo no terminó la secundaria. "Existen dificultades propias de la pobreza como el difícil acceso a la educación, la atención sanitaria y la transmisión cultural de la población de barrios marginados que hace aún más difícil su inserción laboral", dice Lottini.
Norma Beatriz González, de 19 años, también vive en el hogar, actualmente trabaja como empleada doméstica en casas de familia y tuvo que dejar sus estudios cuando tuvo a su hija, Francesca. "Se me complicaba con los horarios del colegio tener dónde dejarla y cómo mantenerla", dice González, y luego añade: "Me bajoneó no sentir apoyo de familiares. Bancártelo sola es difícil, y por eso hacés lo que podés".
Las chicas que residen en el hogar llegan por derivaciones de la provincia de Buenos Aires, principalmente de La Matanza. Por eso la fundación tiene un convenio de becas con la provincia para cubrir una parte de los gastos de la casa.
Existen otras propuestas desde el Estado para brindar contención a las madres solas sumidas en la pobreza, ya que de ellas depende algo tan esencial como el cuidado de la primera infancia.
En este sentido, Pablo Roviralta, presidente del Observatorio de la Maternidad, sostiene que se han dado señales concretas con la Asignación Universal por Hijo (AUH), "pero resulta necesario profundizar esta dirección y hacerla una política de Estado".
"Los desafíos son muchos y uno de los más grandes tiene que ver con ser el único sostén del hogar, por lo que necesitan trabajar y al mismo tiempo ocuparse de la crianza y el crecimiento de los hijos. Por ese motivo no sólo tenemos programas que facilitan la inclusión laboral, sino que también brindan soluciones adecuadas a la atención de sus hijos mientras trabajan o se capacitan", dice Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social del gobierno porteño (ver recuadro).
Precariedad educativa y laboral
María Fernández, de 45, está sentada en una reposera vendiendo pan, bizcochos, scones y pastaflora sobre una de las transitadas calles de tierra de la villa 31. Desde hace tres años que es viuda y tiene a su cargo a cuatro hijos. Como si fuera un recordatorio que quisiera hacerse, está sentada frente al Centro de Madres y Adolescentes Solas de la villa, al cual asiste semanalmente. "Estoy a cargo de mis cuatro chicos, desde hace años que estoy en la villa y no recibo la ayuda de nadie", dice Fernández. Afortunadamente, su hijo mayor de 23 aporta económicamente en el hogar.
Ella enumera sus obligaciones diarias, desde acompañar a su hija más chica a la primaria todos los días pasando por preparar una comida casera al mediodía y por las noches para sus hijos, seguido por ocuparse de su emprendimiento de venta de comida a la calle, y hasta lavar la ropa, planchar y coser botones cuando encuentra un hueco de tiempo. Y como si esto fuera poco, se propuso terminar la primaria y está cursando séptimo grado. Revoloteando sus manos, que aún acarrean su anillo de casada, dice con resignación: "Todo me cuesta más ahora que no está el padre de mis hijos".
No hay ningún estudio que demuestre que necesariamente las madres solas son más vulnerables a la pobreza que las que están en pareja. Sin embargo, en los hechos hay una sola persona para remar contra la adversidad en vez de dos, y según especialistas aún persiste una desigualdad de género para las mujeres en el mercado laboral: ellas siguen ocupando puestos de menor rango o calidad, o reciben menos ingresos.
"Si se trata de madres pobres o vulnerables a la pobreza, las políticas públicas pueden ser la AUH o una beca escolar para los hijos, por ejemplo. Pero si se trata de madres con mejor situación socioeconómica hay que incluir respuestas como el acceso a la vivienda o la formalización de los empleos", dice Lupica.
Desde 2005 que Carina Corbalán trabaja en la villa 31 desde la Fundación el Pobre de Asís. "La presencia paterna desde el aporte económico esta cada vez más retirada. Hay mucho abandono no sólo hacia los hijos, sino también hacia sus mujeres", afirma Corbalán. Además cuenta que las madres de la villa suelen tener muchos hijos y se ven tironeadas entre salir a trabajar para cubrir sus necesidades económicas o quedarse cuidando a sus hijos porque "los planes sociales no alcanzan para las familias. En general las madres suelen priorizar a sus hijos ante todo. Y salir adelante depende, en definitiva, de la fortaleza y la personalidad de la madre", piensa Corbalán.
El caso de los inmigrantes
En el caso de las mujeres inmigrantes, la situación de vulnerabilidad es aún mayor. Es muy común que los jefes de familia de países limítrofes vengan acá a trabajar, luego traigan a sus mujeres y sus hijos, desarraigándolas de su entorno, y luego las abandonen.
Ese es el caso de María Orellana, de 43 años, que vino desde Bolivia con su marido y ahora esta sola en la villa 31 criando a sus cuatro hijos. "Nadie me ayuda", dice Orellana y cuenta que su marido era "muy machista, me golpeaba y no me daba la plata". Actualmente para vivir recibe el subsidio Ciudadanía Porteña Con todo Derecho y trabaja como ayudante en la feria de la villa los fines de semana.
"Yo creo que la vulnerabilidad a la pobreza de muchas mujeres en la Argentina se debe a la falta de independencia o ingresos propios, más allá de su situación conyugal. No terminar los estudios secundarios o ser inactiva (no participar del mercado de trabajo) pone en riesgo de pobreza a cualquier mujer, tenga o no hijos, esté casada o no", dice Lupica, que cree necesario seguir investigando sobre la situación de las madres solas para derribar concepciones tradicionales de esta conformación familiar que crece día a día. "Sólo conociendo más la realidad y las necesidades de estas mujeres podremos aportarles soluciones verdaderas desde las políticas", agrega.
Más allá de las exigencias que implica ser madre, la maternidad sigue siendo un elevado anhelo para casi toda mujer. Katerin se toma muy en serio el rol de madre. Actualmente está a punto de egresar del hogar, pero se va a quedar en Parque Patricios para que su hija pueda continuar en la misma escuela. "Será cuestión de tiempo hasta poder alquilarnos un departamento por la zona así puedo acompañar a mi hija caminando hasta la escuela", dice Katerin, mientras sigue soñando con crecer profesionalmente.
Ayuda estatal para las madres solas
A partir de estos indicadores que revelan una fuerte tendencia a que sean mujeres solas las que están a cargo del hogar, La Nacion pidió a los ministerios de Desarrollo Social de la Nación y de la Ciudad que enumerasen cuáles son los apoyos sociales existentes para brindar contención a este grupo. Sólo recibimos respuesta del Ministerio de Desarrollo Social de la ciudad. Además, la ministra Carolina Stanley agregó: "Es fundamental que el Estado brinde apoyo a las mujeres solas, ya que acompañarlas y contenerlas en su maternidad ayuda en la construcción del vínculo madre e hijo. Desde el ministerio se trabaja para promover una real igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres".
A continuación enumeramos los programas de la ciudad de Buenos Aires para las mujeres con hijos en situación de vulnerabilidad:
1) Programa de Alojamiento y Albergue Hogar Eva Duarte para mujeres jóvenes de entre 15 y 18 años embarazadas o con hijos de hasta 18 meses.
2) Programas de subsidio económico
Es una batería de programas de subsidios económicos que contemplan:
- Atención para Familias en Situación de Calle, con fines exclusivamente habitacionales.
- Ciudadanía Porteña Con Todo Derecho: tiene como objetivo asegurar un ingreso mínimo a los hogares de la ciudad en situación de pobreza o indigencia, para comprometer la asistencia escolar de todos los niños y jóvenes y la realización de los controles de salud.
- Estudiar Es Trabajar: ofrece a los jóvenes un subsidio para facilitar la conclusión de los estudios secundarios/universitarios.
- Ticket social: busca asegurar el acceso a productos de primera necesidad (alimentos, productos de higiene personal, limpieza y combustible para cocción) a las familias residentes en la Ciudad que se encuentran en situación de pobreza.
- Nuestras Familias: brinda ayuda económica a familias en situación de vulnerabilidad social.
3) Programa de inclusión, desarrollo y capacitación
Entre los que se encuentran los Centros de Primera Infancia (CPIS); los Centros de Acción Familiar (CAF), que promueven el desarrollo integral de niños/as y adolescentes a revés de su inclusión en espacios institucionales de sociabilización, y un Programa de Formación e Inclusión para el Trabajo, que brinda formación y capacitación laboral, asistencia técnica, económica y financiera para el desarrollo de unidades productivas.
4) Programa de Lactancia
Desde 2009 donde se promueve, a través de la campaña Amamantar, a los empleadores a tomar conciencia sobre la importancia de promover la lactancia materna en los lugares de trabajo y fomentar el desarrollo de los empleados en su rol como trabajadores y padres. La campaña la realizaron junto a Fundalam (Fundación Lactancia y Maternidad).
Datos de contacto
Teléfono: (011) 4124-5800
Web: www.buenosaires.gov.ar/areas/des_social
Observatorio de la Maternidad: www.o-maternidad.org.ar
Fundación Nuestra Familia: www.nuestrafamilia.org.ar
Fundación el Pobre de Asís: www.elpobredeasis.org
Fundalam: www.fundalam.com