La trampa del grooming: al 35% de los chicos le pidieron que envíen fotos desnudos
Pablo y Tomás tienen 10 años. Son compañeros de curso y amigos. En simultáneo, ambos empezaron a manifestar síntomas de depresión y uno de ellos, incluso, tuvo un intento de suicidio. Aunque los chicos estaban en tratamiento, no podían dar con la razón que había desencadenado todo. Hasta que una tarde, Pablo dejó la computadora abierta y su mamá encontró un video de su hijo y Tomás teniendo relaciones sexuales. El shock hizo que decida llevar el dispositivo a la consulta. Ese fue el puntapié para descubrir que, desde hacía dos años, los chicos eran víctimas de grooming. Un peligro latente para miles de niños, niñas y adolescentes, si se tiene en cuenta que al 35% alguna vez le pidieron que enviaran fotos desnudos o con poca ropa y que el 33% recibió imágenes o videos de contenido sexual de un desconocido que los contactó por Internet.
Las alarmantes cifras se desprenden del informe que presentó hoy la organización Grooming Argentina, tras un año de trabajo en el que entrevistó a más de 4276 chicos y chicas de entre 9 y 17 años de todo el país. Otros de los datos más inquietantes son que seis de cada 10 hablan con desconocidos por Internet y tres de 10 se encontraron alguna vez personalmente con alguien con quien se contactaron por ese medio.
Los nombres fueron cambiados para preservar la identidad de los niños, pero la pesadilla que vivieron está lejos de ser ficción. El "juego" había comenzado entre Pablo y una supuesta chica de su edad, chateando primero y mandándose "fotos sexies", después. Sin embargo, la chica resultó ser un pedófilo que terminó por involucrar a Tomás, quien también había aceptado intercambiar imágenes con ella. Cuando el impostor empezó a pedir la interacción sexual entre ambos chicos y ellos se negaron, amenazó con compartir el material que ya estaba en su poder con los compañeros del colegio, los directores y las familias de los chicos. Terminaron aceptando.
Peligros en red
"Los resultados del estudio son preocupantes y hablan de una ausencia de conciencia del peligro por parte de los chicos y las chicas. Tienen la habilidad para manejar la tecnología, pero no la percepción del riesgo que tampoco se la aporta el adulto, porque la desconoce. Por eso yo hablo de huérfanos digitales", señala Hernán Navarro, fundador de Grooming Argentina.
En cualquier lugar donde haya chats y chicos del otro lado puede haber grooming: puede ser por Facebook, Instagram, WhatsApp, TikTok o juegos online. Es un ciberdelito que se caracteriza por el acoso de parte de un adulto a niños, niñas y adolescentes a través de Internet para obtener algún tipo de gratificación sexual o imágenes sexuales. Generalmente, se hace desde perfiles falsos en los que el groomer (como se conoce a estos delincuentes) se hacen pasar por chicos o chicas para ganarse la confianza de los menores. "La híperconectividad de cuarentena convirtió a los niños, niñas y adolescentes en hípervulnerables", asegura Navarro.
Lejos de constituirse como un delito autónomo, puede estar acompañado de amenazas como la extorsión, el abuso sexual y la producción, distribución y comercialización de material de abuso sexual contra las infancias.
Para conocer más sobre el alcance de esta problemática fue que Grooming Argentina realizó el trabajo de investigación entre junio de 2019 y febrero de 2020, incluyendo a las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Santa Fe y Santiago del Estero.
Entre otras cuestiones, el informe advierte sobre la figura del pederasta digital como un nuevo delincuente sexual, que suele dirigir acciones de grooming a varias víctimas en simultáneo. En el 30% de los casos estas son conocidas de la víctima originaria (denunciante), lo cual demuestra que el pederasta se vincula con su entorno (amigos, compañeros de escuela, contactos de sus redes sociales). Ese fue el caso de Tomás y Pablo.
El 49% de los niños, niñas y adolescentes fueron agregados a un grupo de WhatsApp por desconocidos sin su consentimiento; mientras que el 33% de los que utilizan juegos en red, hablaron por privado con desconocidos a partir de invitaciones recibidas.
¿Cómo puede impactar en los chicos y las chicas el haber sido víctimas de grooming? Silvia Ongini, psiquiatra infantojuvenil del departamento de pediatría del Hospital de Clínicas y coautora junto a Silvina Valiente y Denise Tempone del libro El súperpoder de la educación sexual, explica que cuando a un niño, niña o adolescente se lo expone a ser víctima de grooming, "lo que se constituye es una situación traumática exactamente igual a la del abuso sexual" porque "se los expone a cuestiones sexuales para las que muchas veces no están preparados ni psíquica ni madurativamente para poder procesar". Además, detalla que otra de las trampas del grooming es que la víctima termina considerando que también es culpable de lo que pasó. Para salir adelante, va a necesitar contención inmediata y una respuesta favorable de la familia.
7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes utilizan la telefonía celular para comunicarse
"En el afán de evitarlo, Pablo y Tomás terminaron llevando su comportamiento a límites traumáticos, que sostenidos en el tiempo, dañaron su salud mental y los subsumieron en una terrible fragilidad psíquica. Deprimidos y quebrados, no podían poner en palabras lo que habían vivido", explica Ongini, quien, junto con su equipo, siguió el caso. Agrega que, sino hubiese sido por esa madre atenta que se animó a indagar, "tal vez no hubiéramos podido dar con la clave de su derrumbe psicológico ni terminar de entender las profundas implicancias que esto tuvo en ellos". Afortunadamente, los chicos recibieron tratamiento y la Justicia actuó.
La especialista subraya que, aunque no podemos controlar todas las variables, hay ciertas cuestiones relacionadas a la educación que pueden hacer que los chicos y las chicas "estén menos proclives a morder ciertos anzuelos". "Debemos enseñarles a los niños y adolescentes a cuidarse para evitar abusos y, en el peor de los casos, a defenderse de ellos contando con nosotros como aliados. El problema es que por más educados que estén nuestros hijos e hijas, debido a la inmadurez de su cerebro, definitivamente algunas cosas no podrán enfrentarlas solos", subraya Ongini. Esta es una de las razones por las cuales indica que lo ideal es que hasta los 14 años los chicos no deberían crear perfiles en las redes ni usarlas de la manera en que lo hacemos los adultos, es decir, con total privacidad y sin que nadie tenga acceso a sus cuentas.
En esa línea, desde Grooming Argentina alertan sobre la necesidad del compromiso de los adultos para que fortalezcan su conocimiento en materia digital. "Así podremos construir normas de convivencia en Internet, a partir de acciones de prevención y adoptando un uso responsable y seguro de la tecnología. La falta de información en los adultos incide en una notable cantidad de potenciales denuncias que nunca llegan a la Justicia, conviviendo en la impunidad de las cifras negras", concluye Navarro.
Consejos para madres y padres
- Involucrarse: el adulto siempre es responsable, no existe eso de que "los chicos manejan solos la tecnología, entienden más que yo". Por el contrario, los niños y las niñas deben sentir que cuentan con el apoyo de un mayor, aun cuando se trate de Internet.
- Informarse acerca de qué es y las consecuencias del grooming: saber cómo funciona, cuántos casos hubo últimamente, si se dan nuevas modalidades, etcétera.
- Dialogar con los chicos: al igual que lo haríamos respecto de otros riesgos que pueden enfrentar en su vida, con confianza y generando un marco de contención.
- Enseñarles reglas básicas: explicarles que del otro lado de la pantalla una persona puede estar mintiendo sobre su identidad; que no deben hablar con desconocidos, y si llegan a hacerlo, limitar la conversación a los temas en cuestión, por ejemplo, si están jugando online, conversar sobre la estrategia; nunca revelar datos como dirección, teléfonos, nombres de la escuela a la que asisten y mucho menos acceder a pedidos tales como sacarse la ropa, mostrar una foto o seguir conversaciones de carácter sexual. Y si eso llega ocurrir, saber que deben pedir ayuda y que el contacto debe frenarse.
- Otros consejos a la hora de conectarse: limitar la cantidad de gente que aceptan como amigos o contactos en redes o grupos; controlar la gente con la que dialogan y el tipo de contenido que utilizan en esas comunicaciones.
- En los dispositivos: conocer los sistemas de navegación; leer las políticas de privacidad a la hora de bajar aplicaciones, como por ejemplo, si es menester ser mayor de edad para descargarlas; entre otros.
Dónde denunciar casos de grooming
- En la App de Grooming Argentina, disponible para Androide y Iphone. www.groomingargentina.org
- Fiscalía de Cibercrimen de la Procuración General de la Nación: cibercrimen@mpf.gov.ar
- En la ciudad de Buenos Aires, se puede denunciar en la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravernciones Informáticas (Ufedyci), que depende del Ministerio Público Fiscal porteño: 0800-3334-7225 / denuncias@fiscalias.gob.ar
- En cualquier dependencia policial o fiscalía del país tienen la obligación de tomar la denuncia.
- Línea 134: información, asesoramiento o denuncias.
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