La escuela correntina que convirtió al Carnaval en una original salida laboral
Llega febrero y la capital de Corrientes se viste de lentejuelas, cristales y plumas. La gente sale a la calle disfrazada y con la cara maquillada y cuando se cruzan con alguien de su misma comparsa, se funden en un abrazo y festejan el formar parte de esta tradicional fiesta comunitaria que se celebra en la provincia hace más de 80 años. Después de meses perfeccionando los trajes, la utilería y los pasos de baile, podrán desplegar todo su arte en un desfile del que participan cerca de 10.000 personas por noche. Son muchos los que se lucirán arriba de las carrozas, pero son aún más aquellos que trabajaron en el detrás de escena del imponente Carnaval de Corrientes.
Los días previos a la presentación del corso, los directores de las comparsas se encuentran siempre ante la misma problemática: una reducida mano de obra que cobra precios altísimos por la confección de trajes, carrozas, accesorios e iluminación. Victoria Quincose (46), expresidenta de la comparsa Sapucay, encontró en esa cuestión la oportunidad para combinar su pasión por el Carnaval y su compromiso social. En 2018, junto a su amiga Gabriela Garrido (43), fundó la primera Escuela Provincial de Carnaval de Corrientes -de carácter gratuito- con el fin de dar una salida laboral rápida a personas que necesitan un ingreso extra. Hoy, asisten a la escuela unos 150 estudiantes: la mayoría son jefas de hogar que vieron en las clases una oportunidad para desarrollar su talento y despertar su profesión.
"Para el comparsero todo el año es carnaval. Siempre está trabajando y con la cabeza puesta en eso", asegura Victoria. Es abogada y desde que nació, le han inculcado la pasión carnavalera: su papá confeccionaba carrozas y su mamá era vestuarista. De grande, eligió Sapucay como su comparsa y de 2013 a 2017 fue presidenta de la misma. "Formar parte de la organización fue muy enriquecedor para mí porque pude ver las necesidades que habían. Siempre se requerían más talleristas de los que estaban disponibles y terminaba siendo muy poco rentable el desfile", recuerda Victoria. Fue entonces que para 2014 decidió junto a su amiga Gabriela, quien pertenece a la comparsa rival Ará Berá, organizar talleres de formación de artesanos en técnicas del carnaval. "Logramos una fusión perfecta porque trascendimos la camiseta. A nosotras nos unieron las ganas de generar talentos y despertar empleos que no estaban formalizados", explica.
Trascendimos la camiseta. A nosotras nos unieron las ganas de generar talentos y despertar empleos que no estaban formalizados.
Tras varios años de dictar capacitaciones itinerantes y luego de ver la amplia e inmediata salida laboral que tenían sus estudiantes, las comparseras optaron por profesionalizar aún más el oficio y en 2018, fundaron la primera Escuela Provincial de Carnaval de Corrientes, de carácter gratuito. Con apoyo gubernamental, contactaron a los profesores, a quiénes les paga la provincia mediante un aporte a la Fundación Carnaval & Art; eligieron como sede el Centro Estación Cultural, que depende del Instituto de Cultura de la provincia; y abrieron las puertas del establecimiento a los más de 700 inscriptos.
La escuela funciona de abril a diciembre, los jueves, viernes y sábados: "La idea es que quienes quieran asistir para ejercer el oficio y ganar un ingreso extra, puedan hacerlo sin faltar a sus respectivos trabajos", explica Victoria. Las clases son intensivas y sus temáticas variadas: les enseñan sobre diseño, bordado, herrería artística, maquillaje, construcción de carrozas, iluminación, corsetería y plumaje. Entre los docentes, destacan los nombres de grandes artistas correntinos como el diseñador Juan Carlos Maidana o el maquillador Juan Ramón Zaracho. "La calidad de la capacitación es muy buena y los conocimientos que adquieren les permiten desarrollarse en otros ámbitos además del carnaval, como en moda o en marroquinería. También hay varios que están trabajando en grandes teatros", sostiene la expresidenta de Sapucay.
Las clases de la escuela son intensivas y sus temáticas variadas: les enseñan sobre diseño, bordado, herrería artística, maquillaje, construcción de carrozas, iluminación, corsetería y plumaje.
Más allá de la pasión o la tradición, lo que motiva a los estudiantes a asistir a la Escuela de Carnaval es la certeza de que conseguirán un empleo bien remunerado: Victoria asegura que en los talleres pueden llegar a pagar entre 25.000 y 30.000 pesos por persona durante los meses de diciembre a febrero. "Siempre estamos buscando sumar capacitaciones y por lo general, preguntamos al director de la comparsa qué es lo que necesita y lo enseñamos a los alumnos. De esa forma, brindamos una oferta especializada", cuenta. Además, sostiene que la gran mayoría de los estudiantes, unos 150, son jefas de hogar que necesitan incrementar sus ingresos. Aunque también, hay varios jóvenes de apenas 16 años interesados en el oficio: "Si bien hay una mayoría de mujeres, en marroquinería tenemos mucha concurrencia de hombres".
Una vez que finalizan el curso, los alumnos reciben un certificado de asistencia: "Más allá de que sea educación no formal, la asistencia da a la gente una chapa diferente. No es lo mismo aprender en tu casa que con estos demostrados artistas. Igualmente, estamos trabajando en la ley de Escuela de Arte y Oficio de la provincia para darle más fuerza a la capacitación", desarolla Victoria. Por otra parte, cuenta que hacen un seguimiento de la inserción laboral de los alumnos y los estimulan a que continúen creciendo dentro de esta industria que "mueve una importante parte de la economía correntina".
Preguntamos al director de la comparsa qué es lo que necesita y lo enseñamos a los alumnos. De esa forma, brindamos una oferta especializada.
En primera persona
A sus 33 años y casi sin pensarlo, Flavia Torres Ríos se inscribió en la Escuela de Carnaval. Desde chiquita y "como buena correntina" siempre estuvo interesada en el mundo de las comparsas y en ocasiones, trabajaba como tallerista desde su casa. "Un amigo de Corrientes me dijo de ir y obvio que acepté. Ahora estoy viviendo en Resistencia y viajo para allá por las clases", cuenta. Si bien hace dos años que recibió su certificado, continúa asistiendo a la Escuela para perfeccionarse en el oficio: "Las clases son muy variadas y siempre hay algo nuevo para aprender. Sobre lo que ya sabemos, año tras año sumamos nuevas técnicas y conocimientos", asegura.
Lo que más valora Flavia de la educación que recibe allí, es que ahora tiene "un aval de su oficio". "Gracias a los contactos que me dieron en la Escuela y al certificado, pude conseguir laburo bien remunerado en talleres importantes e innovadores de Corrientes", explica. Además, describe que para ella fue todo un honor trabajar a la par de sus profesores, que son personas de renombre en la provincia carnavalera: "Son profesionales grosos y nos tienen toda la paciencia del mundo", afirma la tallerista.
Gracias a los contactos que me dieron en la Escuela y al certificado, pude conseguir laburo bien remunerado en talleres importantes e innovadores de Corrientes.
Este año, Flavia decidió replicar el Carnaval en Resistencia, donde vive junto a su marido y sus hijas. Junto a las organizaciones Comedor Fe y Alegría y Fundación Corazones Emprendedores y Solidarios, y con ayuda del gobierno provincial, impulsó el armado de un corso sustentable: todos los materiales que utilizan para construir las carrozas y confeccionar los trajes son reciclados. "Nos organizamos entre amigos y en el proyecto participan chicos vulnerables del barrio. La idea es que el Carnaval de Corrientes se multiplique por todos porque forma parte de nuestra cultura. Es una linda oportunidad para competir sanamente", concluye.
Sembrar cultura
La Escuela de Carnaval funciona en Corrientes Capital pero gracias a la difusión en redes sociales, se ha vuelto una referente en la temática a nivel nacional. Por eso, resulta común que Victoria, Gabriela y el equipo de docentes, viajen a otras localidades e incluso a otras provincias a dictar clases: ya han visitado Buenos Aires, Chaco, Formosa, Córdoba, La Pampa y Santiago del Estero. "El tiempo es tirano y no podemos viajar a todos lados pero está buenísimo sembrar cultura a dónde si llegamos", insiste la abogada.
Grandes Zoomadores
Recientemente, la Escuela Provincial de Carnaval fue una de las premiadas por su aporte a la comunidad con el premio Grandes Zoomadores, de la fundación Vamos a Zoomar. En la competencia participaron aquellas personas, organizaciones y proyectos del NEA Argentino con impacto social que han logrando un cambio positivo en su comunidad, regularmente y por un lapso mayor a un año continuado.