Guadalupe Belén Lucero Cialone está perdida desde el 14 de junio de 2021
Tenía 5 años cuando desapareció el 14 de junio de 2021 en la ciudad capital de San Luis. La última vez que la vieron estaba jugando afuera de la casa de su tía, junto a otros niños. Su mamá, Yamila, tiene la certeza de que está viva y podría estar en otra provincia u otro país. Tiene un lunar grande, alargado y oscuro, debajo de la patilla y muy cerca de su oreja izquierda.
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Guadalupe Belén Lucero Cialone
Tenía 5 años cuando desapareció el 14 de junio de 2021 en la ciudad capital de San Luis.
La última vez que la vieron estaba jugando afuera de la casa de su tía, junto a otros niños.
Yamila Cialone describe el cumpleaños número 5 de su hija Guadalupe Lucero como el día más feliz en la vida de la niña. Ese 8 de febrero de hace dos años atrás, la torta estaba decorada con los personajes de la película Frozen, en tono blanco y celeste. Las fotos y un video de ese momento la muestran rodeada de otros niños, soplando las velitas con forma de estrella. Y, minutos después, con la cara repleta de crema, riendo a carcajadas. Los ojos grandes y achinados, las pestañas larguísimas y las cejas generosas.
“Así es como la recordamos con su hermano Benja: feliz y con su enorme sonrisa”, dice Yamila, 25 meses después de aquel día. Además de Guadalupe y Benjamín (10), la mujer es mamá de Marti, un bebé de seis meses, que todavía no pudo conocer a su hermana.
Ese fue el último cumpleaños que Guada, hoy de 7 años, pasó con su familia. El 14 de junio de 2021 por la tarde, la niña desapareció mientras jugaba frente a la casa de su tía en el barrio 544 Viviendas de la ciudad de San Luis. Aunque hubo decenas de rastrillajes, allanamientos y declaraciones de testigos, no hubo avances significativos en la causa, que ante los reclamos de la familia pasó al fuero Federal, ya que se sospecha que detrás de la desaparición podría haber una red de trata de niños.
Su mamá recuerda bien esas primeras horas que siguieron a la ausencia de la pequeña: “Empecé a ver un montón de gente del barrio que se juntaba y a la policía y en un momento hice el click: caí al suelo de rodillas, gritando su nombre. Supe que de ahí en adelante iba a pasar por un montón de cosas, porque las primeras horas eran cruciales, importantísimas para encontrarla”.
Sobre las características de su hija, Yamila subraya que es una niña “con un carácter peculiar, bastante fuerte, muy parecido al mío”. Sin embargo, aclara: “También es un poco tímida con la gente que no conoce. Igual que yo”. Además, la describe como “muy coqueta”. Le gustaba siempre elegir sola su ropa. “Muchas veces peleábamos porque no le combinaba nada o se quería poner algo que no era acorde a la ocasión. Es tremenda”.
Maquillarse era para Guada una diversión garantizada. Así fue como le rompió a su mamá y a su tía más de un lápiz de labio. “Eso sí: no le gustaba que la peinaran. Eso era un lío”, dice Yamila. Cuenta que la niña disfrutaba de “charlar con sus muñecos”, pasear con una carterita donde guardaba sus pertenencias más queridas y dibujar. “Tengo muchísimos garabatos de ella en los muebles. Hay una cajonera en su cuarto donde hasta el día de hoy está toda su ropita, y en la parte de atrás ella hizo sus dibujos. Le encantaba pintar todo lo que se imaginaba: casas, soles, nubes, flores, animales, su hermano, nuestras mascotas, todo”, dice Yamila.
Hasta el momento de su desaparición, Guada compartía su cuarto con su hermano Benja. “Hoy su cama está vacía. Me cuesta verla armada, por eso guardé sus sábanas y el acolchado de princesas”, señala su mamá. “Pasaba tanto tiempo conmigo que recuerdos hay muchísimos. Era muy cargosa con su hermano Benja: siempre andaba detrás de él y sus amigos, siguiéndolo para todos lados y defendiéndolo cuando lo peleaban otros nenes. Ella se enojaba mucho”.
Las fuerzas para seguir adelante, Yamila las saca de sus otros dos hijos y de la certeza de que es ella quien impulsa la causa de su niña. “Si yo no estuviese cuerda y fuerte, ¿quién buscaría a Guada? Soy yo la que llama todo el tiempo a la fiscalía”. Actualmente se ofrece una recompensa de 5 millones de pesos para quien pueda aportar información sobre la pequeña.
La vida de Yamila cambió totalmente desde aquel 14 de junio. “Es difícil. Pasé de estar viviendo con Guada y Benja a que me falte mi hija… Entrar a la pieza y ver sus cosas, que no se usan, es complicado. Hoy cuando veo a las nenas jugar en el barrio, no lo tolero y me meto adentro de la casa”.
Ella tiene la certeza de que su hija está viva. “La siento así. Mi abuela toda la vida nos curó el empachó a mí y a mis hijos y siempre me dice: ‘Le curé el empacho a Guadita en estos días, estaba mal de la pancita la negra’. Esa es la esperanza que me mantiene firme. Siento que debe estar en algún lado. No sé si acá en la Argentina, porque no puede ser que no se la encuentre con sus rasgos tan particulares, pero quizás en otro país”.
Muchísimas veces piensa en el reencuentro con Guada: “Siempre me imagino abrazándola y contándole a todos que ella apareció”.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470