Grooming: piden endurecer las penas para este delito de abuso sexual en internet
Luz tenía 14 años cuando fue víctima de grooming. Finalmente, la Justicia condenó a su abusador, un profesor de 28 años, pero tan solo le dieron seis meses de pena en suspenso y tareas comunitarias, por lo que nunca fue a la cárcel y siguió dando clases en otras instituciones. Aunque suene extraño, este caso no es una excepción sino la regla. Desde Grooming Argentina aseguran que la legislación actual “es deficiente y no tutela de manera efectiva el bien jurídico protegido que es el de resguardar la integridad sexual de niños, niñas y adolescentes en Internet”. Por eso, ayer elevaron al Senado de la Nación el proyecto de ley que trabajaron junto a Claudia Ledesma Abdala de Zamora, presidenta provisional de dicha Cámara, que tiene entre otras finalidades el endurecimiento de las penas.
Hoy se conmemora en la Argentina el Día Nacional de la Lucha contra el Grooming. La fecha coincide con un nuevo aniversario de la ley 26.904 que, sancionada en 2013, incorporó al Código Penal la pena de seis meses a cuatro años de prisión para quien, “por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”. Dada la magnitud que alcanzó este delito y el aumento de los casos, los especialistas alertan la necesidad de modificar algunos de los puntos de la normativa.
Luz vivía, como hasta hoy, con su familia en Merlo. Era 2016 y su mamá, Analía, que es docente, la venía notando rara desde hacía meses. Irritable, más ensimismada que nunca. Guiada por la intuición de que algo malo le estaba pasando a su hija, abrió su WhatsApp. Ahí se encontró con decenas de mensajes, diálogos interminables y a cualquier hora, con un hombre que la amenazaba y con el cual la joven había intercambiado fotos y videos de contenido sexual. “Sino hacés lo que te digo, le voy a mandar tus fotos a todos”, “tu familia se va a enterar de lo que hacés”, “vos provocaste esto”, le decía. El abusador era profesor de coro y subdirector de la institución donde Luz iba a clases de música. La estaba acosando desde hacía más de un año. Para Analía fue un cimbronazo.
Eso fue un viernes. El lunes 4 de abril de 2016 hicieron la denuncia. A pesar de las amenazas de su abusador, Luz –su nombre fue cambiado para resguardar su identidad– no borró ningún mensaje. Fue una forma de protegerse. En la Comisaría de la Mujer a Analía la contactaron con la organización Grooming Argentina, que le dio a la chica y su familia “un apoyo clave, invalorable” durante todo el proceso. El 2 de octubre de 2017, el juicio fue el primero que hubo en los Tribunales de Morón por grooming. El profesor fue condenado, pero la pena fue de ejecución condicional.
Hernán Navarro, abogado y fundador de Grooming Argentina, explica que el proyecto de ley que presentaron busca, entre otras cuestiones, que las condenas dejen de ser “simbólicas”, ya que “son en general de ejecución condicional y nada tienen que ver con la realidad del impacto de este delito en las víctimas y sus familias”. El abogado recuerda otro caso de una chica de Mendoza que durante cinco años fue víctima de grooming. Hoy, nueve años después, tiene 20 y su caso continúa en plena investigación. “Por supuesto que no habría pena que alcance para reprimir estas conductas, pero es necesario endurecer las que existen”, subraya.
Para evitar casos como los del abusador de Luz, cuando el delincuente sea ministro de algún culto, encargado de la educación o de la salud, o funcionario público “que se valga de su cargo para la comisión del hecho", se prevé una inhabilitación especial por el doble de tiempo de la condena para el desempeño de su profesión o cargo. “Para nosotros, no debería poder seguir estando en contacto con chicas y chicos”, sostiene Navarro. Por otro lado, además de poner una pena mínima de 2 a 6 años de prisión y de considerar agravantes y penas accesorias, contempla los casos de grooming donde las víctimas son personas con discapacidad intelectual con más de 18 años. “Tenemos muchos casos”, señala Navarro.
Durante la pandemia, los casos de grooming aumentaron significativamente. Según datos del Ministerio de Justicia de la Nación, la cantidad de consultas a la línea de ayuda 137 aumentó un 161% entre el 20 de marzo y el 31 de agosto en comparación con el mismo período de 2019. Unicef realizó una encuesta sobre el impacto de la pandemia en las familias con niñas, niños y adolescentes. El 73% de los adolescentes dijo estar más tiempo frente a las pantallas desde que comenzó la cuarentena y el 17% haber sufrido a situaciones de discriminación o maltrato, cyberbullying, violencia o pornografía. Por eso, Sabrina Viola, oficial de Protección de Derechos y Acceso a la Justicia de Unicef, enfatiza cómo el grooming es un peligro latente para miles de niños, niñas y adolescentes.
En la misma línea, un reciente informe de Grooming Argentina, alertó que al 35% de los chicos y las chicas alguna vez le pidieron que enviaran fotos desnudos o con poca ropa y que el 33% recibió imágenes o videos de contenido sexual de un desconocido que los contactó por Internet. Además, reveló que seis de cada 10 chicos y chicas, de entre 9 y 17 años, hablan con desconocidos por Internet y tres de 10 se encontraron alguna vez personalmente con alguien con quien se contactaron por ese medio. En cualquier lugar donde haya chats y niños o niñas del otro lado puede haber grooming: Facebook, Instagram, WhatsApp o juegos online. Generalmente, se hace desde perfiles falsos en los que el groomer (como se conoce a estos delincuentes) se hacen pasar por chicos o chicas para ganarse la confianza de sus víctimas. Pero también puede ocurrir que manifiesten abiertamente su identidad, como el abusador de Luz.
Para Analía y su familia, el recorrido por los tribunales fue agotador. Pidió licencia en la escuela donde trabaja y se dedicó de lleno a buscar justicia. “Fue un camino largo y tedioso que nos generó mucha tristeza. Pero me puse la mochila, dije: esto no le tiene que pasar a nadie más", cuenta. La posibilidad de que la ley se modifique, le da “una felicidad que no puede explicar”. “Los abusadores se mudan de jurisdicción y muchas veces parecen personas amables, reconocidas en lo que hacen. Hace un mes me llamaron de un coro en la ciudad de Buenos Aires para contarme que estaba como profesor ahí y preguntarme por la denuncia. Yo les pasé toda la información”, cuenta la madre. Y concluye: "No puede ser que las penas sean tan bajas y que estas personas sigan dando clases como si nada o en contacto con chicas y chicos, como pasó con el abusador de mi hija”.
Más información
En esta nota te ofrecemos más información sobre qué es el grooming, cómo prevenirlo y dónde denunciarlo.
Con el apoyo de Unicef Argentina, Canal Encuentro estrena hoy a las 20 el telefilm Grooming, que también se transmitirá en directo en las redes del canal (YouTube y Facebook Live). Fusionando el lenguaje de las redes y la danza contemporánea para desentrañar qué es y cómo prevenir esta forma de acoso sexual en la web, Grooming propone una historia de ficción protagonizada por una adolescente y su propio padre, que se representa a través de la danza y el trap.
Consejos para padres
- Involucrarse: el adulto siempre es responsable, no existe eso de que “los chicos manejan solos la tecnología, entienden más que yo”. Por el contrario, los niños y las niñas deben sentir que cuentan con el apoyo de un mayor, aun cuando se trate de Internet.
- Informarse acerca de qué es y las consecuencias del grooming: saber cómo funciona, cuántos casos hubo últimamente, si se dan nuevas modalidades, etcétera.
- Dialogar con los chicos: al igual que lo haríamos respecto de otros riesgos que pueden enfrentar en su vida, con confianza y generando un marco de contención.
- Enseñarles reglas básicas: explicarles que del otro lado de la pantalla una persona puede estar mintiendo sobre su identidad; que no deben hablar con desconocidos, y si llegan a hacerlo, limitar la conversación a los temas en cuestión, por ejemplo, si están jugando online, conversar sobre la estrategia; nunca revelar datos como dirección, teléfonos, nombres de la escuela a la que asisten y mucho menos acceder a pedidos tales como sacarse la ropa, mostrar una foto o seguir conversaciones de carácter sexual. Y si eso llega ocurrir, saber que deben pedir ayuda y que el contacto debe frenarse.
- Otros consejos a la hora de conectarse: limitar la cantidad de gente que aceptan como amigos o contactos en redes o grupos; controlar la gente con la que dialogan y el tipo de contenido que utilizan en esas comunicaciones.
- En los dispositivos: conocer los sistemas de navegación; leer las políticas de privacidad a la hora de bajar aplicaciones, como por ejemplo, si es menester ser mayor de edad para descargarlas; entre otros.
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