Generar vínculos. "Cuando vivía en la calle necesitaba más afecto que comida"
"Vi morir a mucha gente en la calle, sola y triste, entonces pensaba ‘yo no quiero terminar así’", confiesa Marcos Maidana que estuvo sin techo desde los 19 años hasta los 30. Durante ese tiempo, el asfalto se convirtió en su colchón: dormía a la intemperie en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires, en plazas, estaciones de tren o donde la noche lo encontrara. "Andaba perdido y estaba tan triste que no aguantaba un minuto sin drogarme", recuerda este salteño que tocó fondo y logró transformar su vida hace tres años cuando, gracias al trabajo de la Fundación Lumen Cor, se sintió "acompañado por primera vez".
Marcos (33) es una de las más de 100 personas que esta organización que brinda asistencia integral e interdisciplinaria a quienes están en situación de calle, logró acompañar, ayudar a conseguir un trabajo estable, un lugar digno donde vivir y retomar el vínculo con su familia.
Jorge Vega (40) fundó Lumen Cor en 2014. Antes de eso, era voluntario de las Noches de la Caridad, una iniciativa surgida del seno de diferentes parroquias porteñas, que se propone llevar un plato de comida caliente a las personas en situación de calle. Pero quiso dar un paso más. "Para poder darle solución a un problema multicausal, había que abordarlo desde una mirada integral y a largo plazo", explica Jorge. Así, desarrolló un modelo basado en la asistencia social, el tratamiento de la salud y lo jurídico a través de un equipo multidisciplinario de profesionales, que hacen un seguimiento de los casos y brindan un acompañamiento "cuerpo a cuerpo".
Hoy cuentan con 70 voluntarios propios, que articulan con los que tienen los 64 centros de las Noches de la Caridad. En la calle, son ellos quienes hacen el contacto inicial con las personas (llevan relevados 900 casos). Luego, los derivan a alguno de los 13 grupos interdisciplinarios de la ONG –a los que llaman Posaderos–y allí se crea un registro sobre las necesidades y características del caso. El equipo elabora un primer diagnóstico y se empieza a trabajar para la reinserción y contención, con seguimiento y reuniones periódicas para hacer un monitoreo de cada situación.
Muchas veces, antes de irse a dormir Marcos llora de felicidad pensando en su presente; sabe el esfuerzo que significó llegar hasta aquí. "A los diez ya consumía alcohol y a los 12 me había dado cuenta de que mi vida era un desastre", cuenta tratando de armar el rompecabezas de su historia, marcada por la adicción a todo tipo de drogas y la soledad. Por miedo a convertirse en un mal ejemplo para sus ocho hermanos se fue de su provincia natal y llegó a Buenos Aires, ilusionado con encontrar trabajo y cambiar su suerte.
Los primeros meses se instaló en la villa 1-11-14, del Bajo Flores, pero pronto la adicción lo empujó a las calles de la Ciudad, donde actualmente viven y duermen unas 4394 personas, de acuerdo al Primer Censo Popular realizado recientemente por más de 40 organizaciones sociales, con el apoyo del Ministerio Público Fiscal, la Defensoría del Pueblo y la Auditoría General. Allí se las rebuscó para sobrevivir haciendo changas, cartoneando, cuidando autos, realizando trabajos de albañilería y armando la feria de San Telmo. Mientras tanto, peleaba para dejar atrás las drogas y, de vez en cuando, se refugiaba en alguna iglesia para rezar y encontrar un momento de paz.
Apuntalar el vínculo
Fue ese deseo el que acercó a Marcos a los grupos de La Noche de la Caridad, y allí conoció a Jorge. Al principio desconfiaba de los voluntarios, pero poco a poco, con insistencia y paciencia, se ganaron su confianza.
"Es como la gota que perfora la piedra. La calle es consecuencia de una herida emocional y de un problema psicológico. Por eso, con un plato de comida o con una solución habitacional, no alcanza. Las ganas de cambiar surgen cuando existe una transformación interior y eso se logra a través del vínculo que generamos", afirma el fundador de la ONG.
"Cuando estás en la calle lo que menos necesitás es un sándwich o comida, eso lo conseguís. Lo que más te falta es afecto, alguien que se interese por vos, alguien que te escuche", expresa Marcos convencido. La carencia pasaba por otro lado. Justamente, el acompañamiento y el foco en lo emocional es lo que caracteriza el trabajo de Lumen Cor: buscan devolverle la confianza a hombres y a mujeres que la perdieron y a los que les cuesta mucho volver a tenerla.
"La vulnerabilidad es tan grande que muchas veces vuelven a caer. A veces son recurrentes porque muchos tienen adicciones o problemas de salud mental. Por eso es tan necesario un seguimiento", advierte Jorge y señala que las necesidades no son solo materiales. "Lo más difícil –agrega– es trabajar sobre la frustración y remontar las recaídas". Recuerda el día, después de más de un año de haberlo conocido, en que Marcos se metió la mano en el bolsillo y, sin vueltas, le entregó la droga que tenía encima. Así fue como lo ayudaron a ingresar a la comunidad terapéutica Cenacolo, ubicada en Villa Rosa, en Pilar, para tratar su adicción, de la que salió hace casi dos meses.
Marcos actualmente trabaja realizando tareas rurales en un campo en las afueras de la ciudad, a donde viaja todos los días desde su hogar que alquila en la villa 31 y tiene dos grandes sueños: desarrollar un emprendimiento para hacer artesanías de cuero crudo como billeteras y cinturones y, también, ayudar a Jorge con un nuevo proyecto de la fundación. Tienen la idea de construir casas urbanas para la reinserción de personas en situación de calle, donde además de un techo y comida, puedan brindarles un acompañamiento integral y la oportunidad de involucrarse en actividades artísticas, deportivas y que participen de La Noches de la Caridad para rescatar a otros.
El modelo Lumen Cor
- Trabajo multidisciplinario: Es fundamental el acompañamiento de un equipo interdisciplinario integrado por psicólogos, psiquiatras, médicos, trabajadores sociales, abogados, acompañantes terapéuticos y terapistas ocupacionales.
- Mirada a largo plazo: Más allá de las necesidades materiales, sostienen que existe un problema de base que es espiritual y psicológico. Por eso, a través del diálogo intentan entender las causas para comprender qué pasó en la familia, si existe un problema de adicciones o de salud mental.
- Seguimiento: La clave consiste en insistir y estar presentes, ya que la vulnerabilidad de la gente en situación de calle hace que muchas veces vuelven a caer, por eso es importante un monitoreo permanente.
- Generar un vínculo: Los voluntarios buscan generar una relación de confianza que sea terreno fértil para la transformación personal. Organizan encuentros con las personas en situación de calle fuera del ámbito de la fundación, como salidas y comidas en restaurantes, integrándolos a sus vidas.
- Articulación: Trabajan en cooperación con Cáritas, La Noche de la Caridad y organismos privados y públicos como, por ejemplo, Sedronar.
- Acompañamiento cuerpo a cuerpo: Los voluntarios están disponibles las 24 horas para asistir a las personas en situación de calle.
Formas de colaborar y contacto
Para colaborar con el proyecto de las Casas urbanas o sumarte como voluntario podés escribir a posaderos@lumenor.org; www.lumencor.org
Llegó el frío, sumate para ayudar
Ya empezaron los días de frío intenso. Conocé qué otras organizaciones, además de Lumen Cor, ayudan a personas en situación de calle.
Más de 60 voluntarios recorren distintos barrios de la la ciudad de Buenos Aires (Balvanera, Flores, Agronomía, Almagro, Caballito y Monserrat) para asegurarles un plato de comida a las personas que más lo necesitan. Además, brindan elementos de higiene personal y los ayudan en otros requerimientos puntuales como cargar la SUBE, comprar pañales y remedios, o acompañarlos en visitas médicas.
caminossolidariosargentina@gmail.com
Desde 2009, los voluntarios de la organización realizan las Recorridas Nocturnas con un plato de comida caliente y abrigo para las personas en situación de calle. Las recorridas se realizan en CABA, GBA, Luján, La Plata, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Tucumán, Salta, Jujuy, Resistencia, Posadas, San Juan, Mendoza y Neuquén.
recorridas@fundacionsi.org.ar
Dentro de los diferentes proyectos que tiene la organización, están las Recorridas Solidarias, una iniciativa que busca mejorar la calidad de vida de las personas en situación de calle en las zonas más vulnerables de la Ciudad, zona oeste de Buenos Aires y en Salta. Además, los voluntarios ofrecen apoyo, contención y organizan actividades para los más chicos.
info@haciendolio.org.ar
El proyecto nació en 2015, en Tucumán, y permite que cualquiera done alimentos para las personas que más lo necesitan los retiren. La heladera social es cargada todas las mañanas con lo que se dejó preparado la noche anterior y, a lo largo del día, sigue recargándose y su contenido queda a disposición de quien lo necesite hasta la 1 de la mañana siguiente.
Este año, Red Solidaria lanzó por octavo año consecutivo el proyecto Frío Cero, una campaña orientada a ayudar y acompañar a la gente que se encuentra en situación de calle. Para conocer más, podés contactarte a través de su página de Facebooko al teléfono 155311774.