Fue vendida al nacer y se estrenó un documental que cuenta su historia
Clara Lis Pereyra tenía 27 años cuando, en una visita al médico por un problema de salud, el especialista le preguntó de qué tipo de cáncer había muerto su mamá. Ella no supo qué responder; no lo sabía. Clara fue criada por los padres de Lidia quien, ella creía, era su madre biológica y hasta ese momento había crecido con la historia de que su mamá había muerto de cáncer cuando ella tenía un año. Buscando respuestas en su entorno familiar, llegó a la casa de una tía materna. "Cuando me mostró una foto de mi madre sonriendo, no sentí nada. Si bien era la primera vez que veía una foto de ella contenta, yo la sentí como una desconocida", recuerda. Finalmente, su tía le contó la verdad: Clara había sido vendida al nacer por la partera Nidia Civale de Álvarez, quien actualmente está procesada y condenada (aunque no fue a prisión) por la venta de Clara y dos mujeres más, Andrea Belmonte y Patricia Uriondo.
Ahora tiene 40 años y es una de los cuatro protagonistas de Secreto a voces, el nuevo documental de Misael Bustos, recién estrenado. La película narra cuatro historias unidas por la temática del tráfico y la apropiación de bebés en nuestro país (las de Norma Kaensig, Clara Lis Pereyra, Silvina Luján Sotelo y Patricia Maiuro). "Con Diego Braude, el periodista con el que investigamos durante cuatro años, buscábamos historias que nos mostraran lo más ampliamente el contexto de este drama y que dieran un panorama claro de lo que ocurre hace más de 50 años en la Argentina", explica el director.
Bustos cuenta que llegó a esta temática casi por casualidad: "Estaba escribiendo una serie y una de las protagonistas me contó que era apropiada. Yo inmediatamente lo vinculé con la época de la dictadura, pero ella tenía 60 años por lo que no me cerró que estuviera relacionado con eso".
El tráfico de bebés en nuestro país y en el mundo es una de las problemáticas más antiguas. Este delito consiste en la venta de un recién nacido, generalmente por una partera, y la apropiación por parte de un matrimonio o una madre que lo inscribe como propio aunque no lo sea. Según la abogada y exdirectora de Búsqueda e Identificación de Personas Desaparecidas, Adriana Gallo, la invisibilización de este conflicto se debe tanto a un tabú que se tiene en cuanto a la tramitación de una adopción, como a la dificultad de comprender la complejidad del delito.
Si bien las organizaciones sociales del país consideran que son 3.000.000 de personas las afectadas por este conflicto, no existen cifras oficiales. "Somos un país líder en hacer respetar el derecho a la identidad, pero nosotros no tenemos un acompañamiento serio e integral", expresa Clara. "Para nosotros lo más importante es encontrar a nuestra familia y para esto necesitamos que el Estado tenga un organismo que vincule a los padres e hijos que buscan su identidad", explica.
Según Clara Lis, uno de los tabúes que fomenta la naturalización de la apropiación de bebés se relaciona con la justificación: "Yo tuve una crianza hermosa y no tengo rencores, pero eso no justifica el delito. El amor no va nunca de la mano con robarle las raíces a otro ser humano".
Dónde ver el documental: Espacio INCAA Sala Gaumont
Más información:
Red de Trabajo sobre Identidad Biológica
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