Felices los Niños: cómo es por dentro la fundación que fue intervenida
Allí viven 52 chicos judicializados que reciben comida y contención, y van al colegio; el gobierno de la provincia de Buenos Aires alega serias fallas administrativas
La Fundación Felices los Niños parece estar ligada a una eterna polémica y suma otro escándalo a su historial: una nueva intervención por no presentar información contable desde 2008, ni un balance o memoria de los 18 millones de pesos que recibe cada año por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Por eso, se ha decidido su cierre en el transcurso de los próximos dos años.
La institución estuvo acéfala desde 2009 hasta 2014 después de las denuncias contra el padre Julio César Grassi por abuso sexual agravado y corrupción de menores, quien el 23 de marzo pasado fue condenado a 15 años de cárcel. En 2014 con Daniel Scioli como gobernador de la provincia, hubo una intervención por 90 días hasta que se nombró al abogado Juan Manuel Casolati como presidente de la Fundación. Hoy, es el mismo Casolati quien debe abandonar su puesto por negligencias administrativas.
Mientras tanto, en la institución viven 52 menores judicializados que tienen hasta 12. Muchos arrastran historias de abusos, abandono y violencia con varios casos de grupos de hasta cuatro hermanos que no tienen hogar. Algunos están a la espera de ser adoptados, y otros volverán a sus casas cuando sea posible restituir el vínculo con algún referente familiar.
Los días en el Hogar comienzan temprano, a las seis y media de la mañana, cuando empieza a sonar el reggaeton por los parlantes, porque a los chicos les gusta despertarse así. Los cuartos se dividen por edades: de recién nacidos a dos años, de tres a seis, y de siete a 12 años. Por un lado, las mujeres, y por el otro, los varones.
Son 47 los educadores que trabajan en distintos turnos rotativos para poder atender a los 52 menores durante las 24 horas del día, los siete días de la semana. Además, hay dos enfermeras y un equipo interdisciplinario de trabajadores sociales y psicólogos. En el Hogar, los chicos reciben todas las comidas, tienen un gimnasio techado para hacer educación física, y van a la escuela.
Cuando los chicos están dentro de la casa, los caminos que conectan las distintas instalaciones del predio se ven desiertos, en un silencio que pareciera contar todas las historias que se esconden entre esos rincones. Cuando están afuera, enseguida corren hacia los juegos que están en el parque, agarran la pelota, o improvisan juegos con alguno de los educadores.
Paredes pintadas
Dibujos de princesas pegados arriba de las camas y frases escritas con marcadores ocupan casi todas las paredes de los cuartos. Algunas camas están hechas con prolijidad por los mismos chicos, y otras tantas ni siquiera tienen los colchones puestos porque son varios los que se orinan de noche y se les debe cambiar el colchón. En las puertas y muros cada tanto se ven marcas o hendiduras, que los directivos del Hogar atribuyen a "esos momentos en que los chicos descargan las heridas que traen por sus historias".
Parte del escándalo que envuelve a la Fundación Felices los Niños corresponde a una denuncia de maltrato. La acusación se disparó por el caso de un menor que vive en el Hogar, y fue un psicólogo del municipio quien elevó la denuncia que se encuentra en la Fiscalía General de Morón.
Por su parte, Gabriel Valenti, director del Hogar Convivencial, niega los maltratos, asegura que hace seis meses no reciben financiamiento del gobierno provincial, y agrega: "Tenemos el caso de un bebe de tres meses con VIH, y hace un mes y medio estamos esperando una respuesta del Estado para poder trasladarlo".
La directora ejecutiva del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia, Pilar Molina, expresó que el ingreso de ese bebe al Hogar fue hecho sin aprobación del gobierno y que la primera vacante que se libere en una institución apropiada, será para él. Además, agregó que la institución no está desfinanciada, sino que este año en lugar de cobrar un millón y medio de pesos por mes, cobraron un millón por demoras en los pagos.
"Estas demoras se deben a la renovación que tuvieron que hacer por sus convenios vencidos y el proceso tardó por lo endeble que es la Fundación en cuanto a papeles. No se trata de una retención hecha de forma discrecional, el expediente sigue su curso y probablemente se cobre en unos días", explicó Molina, quien define que a pedido de la gobernadora Vidal, la gestión de Desarrollo Social de la provincia debe controlar si los fondos realmente están llegando a las personas que deben recibirlos.
Según Molina, durante 2016 se hicieron 130 visitas de control de gestión que antes eran inexistentes, se renovaron los convenios vencidos, y se aumentaron un 102% las becas a los hogares. De las 2875 fundaciones que están inscriptas en la provincia de Buenos Aires, ya fueron intimadas 685 por tener irregularidades, sin una adecuada rendición de los fondos que reciben del Estado. La intimación a Felices los Niños llegó en septiembre de 2016, y en noviembre se comprometió a un plazo de regularización que jamás cumplió.
Por eso, el actual presidente de la Fundación, Casolati, será desplazado por los abogados Ramiro Colombo, Paula Expósito y Pablo Grillo, que formarán una comisión liquidadora. Durante los dos años que dure la intervención, se analizará cuáles son las medidas que se aplicarán en el caso de cada uno de los menores: ya sea la reubicación a otro hogar, la concreción de una adopción o la restitución a su familia.
"La Fundación Felices los Niños acarrea deudas con organismos oficiales, proveedores y juicios laborales", aseguran desde el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires. Sostienen, que en todo el proceso, ningún chico perderá su asistencia.
Puertas adentro
El día a día de los chicos que encuentran ahí un hogar
Protesta. El jueves, empleados protestaron contra el cierre; Manuel Casolati, su director, quedó detenido por "instigación al delito"
Al aire libre. Cuando los chicos están afuera, enseguida corren hacia los juegos que están en el parque y juegan con la pelota
Por edades y sexo. Los cuartos se dividen por grupos: de recién nacidos a 2 años, de 3 a 6, y de 7 a 12 años
Sin familia. Algunos de los chicos están a la espera de ser adoptados y otros volverán a sus casas si es posible restituir el vínculo
Para saber más
Fundación Felices Los Niños (011) 4452-1848