Estudiar en casa: el grupo de WhatsApp que se transformó en una comunidad que ayuda con las tareas escolares
Cuando el lunes de la semana pasada suspendieron las clases en los colegios por el coronavirus, Vanesa Mattera, madre de tres chicos, se sintió agobiada. En primer lugar, tenía que ocuparse de tener la casa abastecida y, en segundo lugar, pero no menos importante, tenía que explicarles a sus hijos que el aislamiento obligatorio no era sinónimo de vacaciones. "Al principio, fue un caos: me llegaban un montón de mails de la escuela bombardeándome con actividades para hacer", cuenta. Sin embargo con el correr de los días, fue encontrando la manera de organizarse. Su gran sostén en esta situación, terminó siendo un grupo de WhatsApp de vecinos del barrio Banco Provincia, llamado "Estudiar en Casa", donde docentes, psicopedagogas y un psicólogo brindan asesoramiento gratuito a padres sobre las tareas escolares. "Saber que están ahí para ayudarme me tranquiliza un montón", cuenta Vanesa.
La idea del grupo "Estudiar en Casa" se fue dando en comunidad, entre algunos de los 1800 habitantes que residen en Banco Provincia, en Francisco Álvarez (al oeste del Gran Buenos Aires). Jorge Pandini, periodista y psicólogo, fue el disparador de esta iniciativa: "La verdad es que hay un montón de chats de vecinos y en todas estas conversaciones surgían comentarios negativos sobre el aislamiento. Por eso, se me ocurrió tratar de sacar algo positivo de esto y mover la pata solidaria", relata. Decidió ofrecer vía WhatsApp "contención psicológica gratis" a quienes lo necesitaran durante la cuarentena obligatoria. Al final del mensaje que difundió a sus vecinos, añadió una invitación a que otras personas también hicieran su aporte durante este período: "Todos tenemos algo para ofrecer, puede ser un e-book, una receta o ayuda académica", escribió.
Todos tenemos algo para ofrecer, puede ser un Ebook, una receta de cocina o ayuda académica
El mensaje de Jorge enseguida se llevó las felicitaciones de todos y de a poco fueron llegando los ofrecimientos de otros. Las primeras en sumarse fueron Fernanda Menoyo, psicopedagoga que estaba dispuesta a compartir actividades a chicos y adultos para mantener el cerebro flexible, y Laura Lacovetta, también psicopedagoga y directora de una escuela de nivel inicial. En cuanto leyó sus propuestas, a Jorge se le encendió la lamparita: teniendo en cuenta que los chicos del barrio no estaban teniendo clases, se le ocurrió armar un grupo de WhatsApp para orientar a los padres que necesitaran ayuda con el seguimiento del calendario escolar. "Ambas estuvieron de acuerdo y alertamos a los vecinos sobre esta nueva idea. Sorpresivamente, empezaron a llegar montones de mensajes de madres que necesitaban ayuda y de docentes que querían formar parte del grupo", recuerda el psicólogo.
Al día de hoy, "Estudiar en casa" está conformado por 11 psicopedagogas y docentes de especialidades variadas: de matemática, de ciencias naturales y sociales y de inglés, entre otras materias, a las que ya acudieron más de 14 familias en una semana.
La modalidad del grupo es sencilla: los padres envían un mensaje contando en qué necesitan ayuda y Pandini se encarga de hablarles por privado y preguntarles cuántos hijos tienen y de qué edades, para así brindarles el número de una docente acorde a sus necesidades. Además de actuar como intermediario, el periodista ejerce también su profesión de psicólogo: "Trato de explicarles que estamos viviendo en una situación sin precedentes donde es importante que les pongamos a los chicos hábitos o rutinas de clase fijas. Hay que ser firme con sus recreos y tratar de que se organicen", recomienda.
Al respecto, Fernanda Menoyo, psicopedagoga e integrante de "Estudiar en Casa", añade: "La idea tampoco es ser muy exigente porque hay considerar todo lo que los más pequeños están viviendo: por un lado, tienen que procesar lo que sucede con la pandemia, por el otro, no pueden ver a sus amigos ni salir de sus casas y sumado a todo esto, tienen que estudiar. Tenemos que marcarles una agenda sin volvernos demasiado estructurados y tratar de entenderlos".
En el grupo se brinda ayuda a chicos de todas las edades y por eso mismo, es que participan tanto docentes de la escuela primaria como profesoras de secundaria o universitarias. Según Pandini, la materia más temida a la hora de estudiar desde casa es matemática: "Es el cuco para los chicos", cuenta.
Contención para los padres
Menoyo opina que esta red de contención da una solución a las madres y padres que están "desbordados" por tratar de seguirles el ritmo a los chicos con sus tareas escolares: "Hay veces que no saben por dónde arrancar o no recuerdan algunos contenidos de las materias. Y también los nenes están perdidos con las actividades del colegio porque apenas tuvieron una semana de integración este año", describe la licenciada. Por esa razón, es importante que los papás tengan a quién recurrir: "Ya con saber que hay personas dispuestas a apoyarlos, los alivia un montón. Están muy agradecidos y empezando a descubrir una nueva conexión con sus hijos", valora.
En paralelo, la psicopedagoga creó otro grupo llamado "Estimulando las neuronas", donde envía juegos, acertijos, ejercicios de matemática, refranes y canciones a los adultos mayores. "Estamos ante una situación anormal y hay que tratar de mantener la mente ocupada", afirma. De hecho, si bien ella continúa atendiendo a sus pacientes por videollamada, haber creado este grupo donde comparte los insumos de su trabajo también le sirve a modo de distracción durante la cuarentena.
Es fundamental mantener la salud mental durante el aislamiento
Organizar la rutina de los chicos
Vanesa Mattera está pasando la cuarentena con sus tres hijos: una nena de 3 años, un nene de 9 y un adulto de 22. Por lo diversas que son las edades de los chicos, al principio se le complicaba mucho tratar de organizar sus horarios y repartirse entre los tres. "La rutina se había modificado por completo y yo tenía miedo de ponerme en el rol de maestra cuando hay cosas que desconozco", cuenta. Fue entonces que cuando escuchó de "Estudiar en Casa" por una amiga, pidió que la incluyeran en el grupo.
Una vez que Pandini le designó docentes para las materias que había solicitado- matemática y ciencias-, Vanesa se sintió mucho más confiada a la hora de ayudar a sus hijos con las tareas."Los chicos saben que están las maestras atrás y tratan de ponerle más onda", asegura. Además, esta madre de tres hace hincapié en el trato de las integrantes del grupo: "Si me dan una mano con algo, después mandan un mensajito y preguntan cómo seguimos la actividad. Admiro enormemente el esfuerzo y ayuda que están brindando sin pedir nada a cambio", concluye.
Tenía miedo de ponerme en el rol de maestra cuando hay cosas que desconozco
Multiplicar las buenas acciones
Tanto Pandini como Menoyo tienen la esperanza de que su accionar se replique en muchos barrios más. Después de todo, lo único que se necesita para armar estos grupos solidarios es un celular: "Es muy fácil de replicar, pero hay que tener disposición e iniciativa para hacerlo", manifiesta la licenciada. Pandini coincide y añade: "Yo me doy por contento de que acá funcione y considero que está al alcance de la mayoría de las personas, ojalá logremos inspirarlos".