Estudiantes de la UBA quieren convertir un basural en una plaza
Es para mejorar la calidad de vida de los chicos de la villa La Cárcova
Durante los 9 años que estuvo en la cárcel, Waldemar Cubilla (34) pasaba gran parte del día en la biblioteca del penal N°48, leyendo y estudiando. Allí, entre Borges, García Lorca y tantos otros autores, descubrió que la lectura era la puerta para sentirse libre a pesar del encierro. Así fue como en pocos años se recibió de sociólogo en la Universidad Nacional de San Martín con un promedio de 9,25, el mejor entre todos los alumnos dentro y fuera del penal.
Cuando recuperó la libertad, en 2011, volvió a la villa que lo vio crecer, La Cárcova (partido bonaerense de San Martín) para cumplir con el sueño de fundar una biblioteca popular en su barrio.
Pero ¿por qué crear una biblioteca en vez de un comedor, en un lugar en el que mucha gente pasa hambre? "Mi objetivo es saciar el hambre de saber -argumenta Waldemar-, brindarles la oportunidad de acceder a los libros y a una educación que los aleje del delito y de la cárcel."
Convencido del camino a tomar, y con el apoyo y esfuerzo de toda la comunidad, finalmente logró construir un espacio "educativo" que es único en el barrio. Además de brindar acceso a los libros a 200 personas, la Biblioteca Popular La Cárcova brinda talleres de arte, música, teatro, plástica, fotografía y deportes como hockey y fútbol, todos ellos dictados por voluntarios, la mayoría estudiantes universitarios de diferentes carreras de la UBA.
Además, desde hace más de un año, gracias a un grupo de estudiantes de Arquitectura de la UBA-FADU llamado Banco de Trabajo, comenzaron un taller al que concurren chicos de entre 4 y 12 años. "La idea fue generar un espacio en el que los chicos pudieran pensar cómo mejorar su barrio, su biblioteca y los diferentes lugares con los que conviven a diario", explica el líder social Felipe Xaus (25).
Uno de los voluntarios que dictan el taller de arquitectura agrega: "El objetivo es que puedan proyectar su vida hacia adelante, tener una idea y llevarla a cabo".
La villa (una de las que forman el cordón que recorre el Camino del Buen Ayre) está ubicada en una zona de conflicto con la basura, debido a su proximidad con la Ceamse y a la presencia de basurales ilegales a cielo abierto. Esto conlleva graves problemas de salud en el lugar.
"Estando en contacto con la comunidad empezamos a detectar muchas necesidades. No tienen un espacio público, un lugar de encuentro. Frente a la biblioteca hay un terreno baldío que actualmente los vecinos usan para depositar basura, autos incendiados y neumáticos. Al no tener un uso fijo, este espacio, único en el barrio, se encuentra en riesgo de ser ocupado por basurales clandestinos y viviendas informales."
Como respuesta a este problema, Banco de Trabajo creó un proyecto para que los chicos dejen de jugar en la basura. "El objetivo es fomentar los vínculos sociales y mejorar su calidad de vida", explican.
El proyecto contempla cuatro etapas. En la primera, se construirá una plaza de juegos para que la comunidad pueda compartir un espacio público. "Necesitamos tener un espacio recreativo que apueste a la salud social y ambiental y que además funcione como una antesala de la biblioteca para poder atraer a los que todavía no se han acercado", cuenta Waldemar.
Los materiales a utilizar en su mayoría serán elementos reciclados: neumáticos, pallets y listones de madera, los cuales requieren de otros materiales de unión, como bulones, tornillos, clavos, pintura, hormigón. También será necesaria la compra de las herramientas para la construcción.
Cómo colaborar
Banco de Trabajo
bancodetrabajo.info@gmail.com
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