“¡Están prostituyendo mujeres!”: Susana Trimarco golpeó la puerta de un presunto prostíbulo y volvió a visibilizar la explotación sexual
La referente en el tema y madre de Marita Verón, secuestrada en 2002 y desaparecida hasta la fecha, llegó al lugar después de denuncias de vecinos y de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, “cansada de que no salga el allanamiento”; el caso vuelve a poner el foco sobre una problemática extendida a lo largo del país; el año pasado 331 personas fueron rescatadas de redes de trata
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Fue ayer a la mañana, en pleno microcentro de San Miguel de Tucumán. Susana Trimarco, referente de la lucha contra la trata con fines de explotación sexual y presidenta de la Fundación María de los Ángeles −que lleva el nombre de su hija, Marita Verón, secuestrada el 3 de abril de 2002 y desaparecida hasta la fecha−, golpeó una puerta en el tercer piso de un edificio sobre la calle 25 de mayo al 300.
Cuando un hombre abrió, Trimarco, que estaba acompañada por un grupo de abogados y periodistas, le dijo: “Hay una denuncia y un expediente de que en este departamento están prostituyendo mujeres. Y eso es ilegal”.
La periodista Mariana Romero contó el minuto a minuto en un hilo de Twitter, comenzando por explicar que Trimarco se había acercado al lugar “cansada de que no salga el allanamiento”. Según informaron desde la Fundación María de los Ángeles en un comunicado que se difundió hoy, su presidenta fue “en el marco de las denuncias realizadas por vecinos, la administración del edificio, la fundación y la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAyF) y ante la inacción de la Justicia”.
En una charla telefónica con LA NACION, Trimarco cuenta que desde ayer a hoy recibieron en la fundación “otras 15 denuncias de edificios donde estos delincuentes ejercen la prostitución ”. Por otro lado, agrega que, esta mañana, fueron a la justicia federal a presentar la documentación recolectada, que incluye fotos, videos de cámaras de seguridad, y “todo lo que filmó ayer la prensa cuando los dejaron pasar al departamento: había bolsas de preservativos y un cartel de Mercado Pago para que los clientes pagaran por ese medio”.
Trimarco explica que van a “exigir que investigue la Gendarmería o la Policía Federal, no la de la provincia, porque integrantes de esa fuerza iban uniformados al prostíbulo, como mostraron las cámaras de seguridad: es una vergüenza. Son clientes. Son cómplices”.
A una semana de que se conmemore el Día Mundial contra la Trata, los hechos denunciados por la Fundación María de los Ángeles ponen de forma cruda sobre la mesa una problemática tan compleja como actual. A pesar de los avances que se dieron en lo normativo (en 2008, nuestro país sancionó la ley N° 26.364, que se modificó en 2012 y pasó a ser la N° 26.842, de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas), en la Argentina la explotación sexual de niñas, adolescentes y mujeres sigue siendo una realidad.
Según datos oficiales, desde 2008 a la fecha se rescataron unas 17.400 víctimas de este delito, 331 durante 2021. Sin embargo, cuando se habla de crimen organizado y clandestinidad, las cifras con las que se cuentan son siempre apenas la punta del iceberg. La pobreza, la exclusión social y la violencia machista son las principales causas que arrastran a las víctimas a la trata. Muchas son mujeres que sufrieron un abanico de violencias desde su infancia, y que dejan sus casas engañadas con falsas promesas de trabajo.
Cuando llegó al edificio, Trimarco se encontró con que en el departamento en cuestión estaban los presuntos inquilinos (una pareja) junto a una mujer. “Por la mañana entraban entre 30 y 40 tipos; por la tarde, otros 30 o 40″, dijo a las cámaras. Y agregó: “Los vecinos se quejan porque no pueden dormir, cuentan que tienen que poner la televisión a todo volumen y que los chicos preguntan: ‘Mamá, ¿por qué llora esa señora? ¿Por qué se queja?’”. Con respecto al material que se presentó junto a las denuncias, detalló: “En la filmación hay nenas de 14, 15, 17 años. Yo las vi”.
Respecto a las modalidades que suelen usar los tratantes para captar a las mujeres, Trimarco le explicó a LA NACION: “Con la fundación se contactaron como cinco chicas y contaron cuál era el sistema. Sacan un aviso en las redes sociales o en una página de Internet, les ofrecen trabajo y les dicen que van a ganar un montón de plata desde sus casas. Cuando van, las captan. Me contaban que iban médicos del sanatorio que está enfrente al departamento, integrantes del Poder Judicial y de la policía. Una de las chicas que vino ayer temblaba de miedo y no tenía ni para comer. Quiere declarar en Cámara Gesell porque le tiene terror al proxeneta. Dice que mientras estaba en un servicio, él la miraba desde la puerta con un arma y le decía: ‘La próxima tenés que esforzarte más’”.
“Son utilizadas de la peor manera”
“Las putas no nacen de un repollo: vienen de la pobreza. Muchas víctimas ven a sus explotadores como alguien que las va a sacar de esa situación, cuando en verdad son utilizadas de la peor manera en que puede ser usado un ser humano, que es la esclavitud”, dice Alika Kinan, que fue explotada sexualmente desde los 18 años hasta su rescate en 2012. Su caso resultó paradigmático: fue la primera víctima en convertirse en querellante y lograr que la Justicia condenara a sus explotadores, reconociendo la connivencia estatal. Hoy es presidenta de la fundación que lleva su nombre.
Kinan, que además es directora del Programa de Estudio, Formación e Investigación sobre Trata de Personas de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), subraya que, “el día después del rescate”, los desafíos para las mujeres atravesadas por este delito siguen siendo enormes: desde encontrar una contención adecuada y sostenida para juntar los pedazos de un cuerpo y una psiquis rota por las violencias, hasta acceder a un empleo digno. Sin vivienda, sin oportunidades y sin atención psicológica, cortar con ese círculo de explotación es una utopía.
En esa línea, el informe Una mirada desde las sobrevivientes. La asistencia del Estado destinada a las persona víctimas de trata y explotación sexual y/o laboral, de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, destaca que si bien la Argentina es un país que cuenta “con normativa de avanzada” en cuanto a la sanción, persecución del delito de trata y respuesta a las víctimas, “de acuerdo con las sobrevivientes y las organizaciones sociales que las asisten, en la actualidad –tanto a nivel local como nacional– no se garantiza una asistencia integral”.
Kinan subraya que la trata “es un delito económico que vulnera los derechos humanos y la dignidad de las mujeres y nadie quiere hablar de eso. La Justicia no es la única responsable de dar curso a las causas, necesitamos fiscalías comprometidas y un Estado que acompañe a las víctimas para que puedan pensar un proyecto de vida digna”. Para la activista, uno de los grandes dilemas es que, a pesar de ser un delito frecuente, “parece muy lejano”. “Tenemos que entender que esto puede pasar en el mismo edificio o barrio donde vivimos. ¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien que nos dice: ‘Che acá pasa algo raro, entra y sale mucha gente’, y nadie se compromete porque tiene miedo o porque no sabe cómo hacerlo”?, se pregunta.
Involucrarse y denunciar (puede hacerse de forma anónima) a la línea 147, por ejemplo, puede marcar una diferencia. Todos los llamados son atendidos por profesionales capacitadas del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el delito de Trata de Personas, que administra la central de recepción de denuncias de todo el país.
“Ya no podremos saber quién era”
En el comunicado difundido hoy por la Fundación María de los Ángeles, se informa que el 6 de julio pasado, la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) representada en la provincia por el Daniel Weisenberg, “solicitó un allanamiento fundamentado en elementos probatorios basados en fotos, videos y testimonios de vecinos que evidenciaban gritos y llantos de mujeres, disturbios, ruidos molestos a altas horas y un constante ingreso y egreso de hombres a uno de los departamentos del tercer piso, señalado como un posible prostíbulo, lo que podría configurar el delito de trata de personas. Por razones que aún no han podido esclarecerse, esta medida nunca se cumplió”.
En sus últimos tuits, Mariana Romero contó cómo el inquilino del departamento aprovechó un momento de confusión para sacar “a la chica que estaba encerrada” en ese domicilio “por las escaleras a toda velocidad”. “Ya no podremos saber quién era, ni para que declare como testigo ni, eventualmente, como presunta víctima”, se lamentó la periodista. Horas después, agregó: “Son las 16.30 y ya aparecieron tres víctimas. Hablé con las tres. Los relatos son detallados y coincidentes: ahí funcionaba un prostíbulo”.
Alika lamenta que “en el imaginario social” continúa fuertemente arraigada la idea de que “si no sos secuestrada o si podés salir y entrar del prostíbulo a la calle, no sos víctima”. Y es que las redes de trata tienen métodos mucho más sofisticados que un secuestro. “Los tratantes desarman psicológicamente a las víctimas y logran que incluso tengan un cierto agradecimiento hacia ellos”, señala la activista enfatizando el modo en que ese combo pulveriza la autoestima de las mujeres.
Más allá de la responsabilidad indelegable y fundamental el Estado, respecto al compromiso social contra esta problemática, Kinan asegura: “Siempre digo que no vamos a poder salvar a todas las mujeres, pero que sí podemos generar un cambio de paradigma y cultural, desalentando el consumo de la prostitución, algo que no va solo de la mano de una política punitivista, sino educativa. No aspiro a perseguir a los tipos que le pagan a mujeres por sexo, sino a que nuestros hijos varones no piensen en el cuerpo de la mujer como algo por lo cual puedan pagar para obtener sexo. Eso se hace educando”.
Con respecto a la causa penal que la Fundación María de los Ángeles está impulsando, Trimarco cuenta que, además de trata incluiría los delitos de robo y usurpación, dado que, según detalla, los presuntos inquilinos buscaban apropiarse de la propiedad. Detalla que supo que la inquilina tenía varias causas previas vinculadas a estos delitos y que ayer, en medio de la vorágine, le gritó: “Yo sé dónde está tu hija, le hicieron una cara nueva, está espléndida y es dueña de un prostíbulo VIP. Vos lo sabés, si te está mandando plata”.
“Me quería lastimar, es una descarada. Ahora va a tener que ir a decirlo a un juzgado federal”, dice Trimarco. Y concluye: “Nosotros vamos a seguir con esto junto a todo el equipo de la fundación para desarmarle este negocio a los tipos. Antes yo lo hacía mucho: salía todas las noches a hacer los recorridos cuando buscaba a mi hija. Pero llega un momento en que uno se cansa, ya estoy grande. Ayer tomé fuerzas y dije: si la gente me pide auxilio y la Justicia no hace nada, yo tengo que hacerlo, no puedo ser que sigamos en esta condiciones”.
Más información
Dónde pedir ayuda: en la línea 145, que es gratuita, se puede solicitar información, asistencia y denunciar todo tipo de casos de trata de personas. Funciona las 24 horas, todos los días, en todo el país y es anónima. ¿Qué se puede denunciar?
- La desaparición de una persona ante una posible situación de trata, sin requisitos de espera de ningún plazo y sin importar el género, edad o nacionalidad. Las primeras horas son fundamentales para la investigación judicial.
- Cualquier hecho en el que creas que una persona es explotada sexualmente por otra.
- Una situación laboral que consideres cercana a la esclavitud, la reducción a servidumbre o trabajo forzado en cualquier rubro, como talleres textiles, campos, fábricas o casas particulares.
Fundación María de los Ángeles: su objetivo es brindar asistencia integral a las víctimas, recibir denuncias y ofrecer contención y asesoramiento a ellas y sus familiares. Más información haciendo click aquí.
Fundación Alika Kinan: fomenta la prevención y colabora para la restitución de los derechos de las víctimas; brinda asistencia jurídica, psicológica y social durante el proceso judicial y contribuye a la producción del conocimiento académico. Más información haciendo click aquí.