Es actor y visibiliza en TikTok el racismo que viven las personas de identidad marrón: “Para muchos policías, nuestro color de piel es signo de sospecha”
David Gudiño cuenta las formas arbitrarias con las que a veces es interceptado por efectivos; y analiza el crimen de Lucas González, el joven de 17 años acribillado por tres policías en Barracas
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“Dame tu DNI”, fue lo único que escuchó David Gudiño cuando un policía de civil se acercó a él mientras caminaba en un parque del barrio porteño de Recoleta. No se presentó ni le dio explicaciones que le permitieran entender la orden. David atinó a preguntarle: “Por qué”. La única respuesta que recibió fue: “Porque soy policía, no un verdulero”.
En ese momento, David, que tiene la piel tan marrón como la tenía Lucas González, no pudo evitar pensar en el joven de 17 años que en noviembre del 2021 fue acribillado por la policía en el barrio de Barracas.
“Pensé en Lucas y me di cuenta de lo difícil que es hacer algo en ese momento, incluso para mí que todo el día hablo y leo sobre discriminación”, afirma David, que tiene 36 años, es actor, dramaturgo y profesor de biología. Además, es parte del colectivo de Identidad Marrón argentina, un grupo integrado por hijas e hijos de indígenas, campesinos y migrantes que buscan visibilizar y combatir el racismo en la Argentina a partir de intervenciones artísticas y campañas sociales en redes y medios de comunicación.
David recuerda esa situación tensa con el policía, ocurrida en abril pasado, en el contexto de un reciente fallo. El 11 de julio, el tribunal que juzgó el crimen de Lucas condenó a cadena perpetua a tres policías. La sentencia tuvo una argumentación histórica: entre los agravantes del homicidio, el tribunal incluyó el “odio racial”. Es decir reconoció que el crimen se produjo en un contexto de racismo, como lo explicó el Inadi.
Esa no fue la primera vez que un policía frenó a David por el color de su piel, según reconstruye: “Todos las personas marrones hemos sufrido racismo y a veces llega a situaciones extremas”, asegura en diálogo con LA NACIÓN. En ese contexto, David, que había empezado a ganar seguidores en sus redes sociales por los videos humorísticos que publicaba, también recibía comentarios que buscaban agraviarlo al señalarlo como “indígena” o “negro de mierda”. Transcurría 2021 y David decidió seguir con el humor pero sumarle reflexiones sobre lo que significa ser una persona marrón y el racismo estructural que existe en la Argentina. Sus contenidos fueron un éxito y hasta llegaron al festival de cine de Cannes. Hoy entre TikTok e Instagram acumula 225 mil seguidores.
@davidangelgudino Lo que cuento me paso el 5 de abril alrededor de las 20hs. En el parque junto a la estacion de Facultad de Derecho en Ciudad de Buenos Aires. El perfilamiento racial ocurre cuando la otra persona presume que por tu étnia/ascendencia sos sospechoso de un delito. Los policías ejercen continuamente el perfilamientl racial. En mi caso solo fueron 2 minutos de mucho miedo en otros casos como el de Lucas González terminan muy mal. Escuchá la charla completa en el canal de YouTube de @Estacion Beligerante 🎙🖤 ♬ sonido original - David Gudiño
En 2014, mientras esperaba el colectivo en el barrio de Balvanera para volver a su casa, a David lo paró la Policía para revisarle la mochila, preguntarle si la computadora que llevaba era suya y pedirle que les enseñe su DNI. “En ese momento yo lo naturalicé, como si fuera algo que le pasa a todos y que ese día justo me tocó a mí”, dice. Lo contó en sus redes sociales, y varios usuarios le comentaron que exageraba porque “no le había pasado nada” y eso lo hizo pensar: “¿Necesito que me maten para que me pase algo?”.
Eso mismo le pasó a Lucas González. Volvía de jugar al fútbol en un club del barrio de Barracas cuando varios policías vestidos de civil y sin placas identificatorias lo acribillaron. Viajaba en un auto junto a sus amigos, cuando los agentes le cruzaron un vehículo y bajaron armados. Los jóvenes pensaron que eran ladrones, se asustaron e intentaron escapar. Sus perseguidores, los policías, abrieron fuego. Dos disparos impactaron a Lucas González en la cabeza.
“Mi hijo marcó un antes y un después en cuanto a la confirmación de que existe el racismo en nuestro país, pero tuvo que correr sangre para lograr esto”, asegura Héctor González, papá de Lucas, en una conversación telefónica con LA NACIÓN. “A él y a sus amigos los estigmatizaron. Los vieron ‘morochitos’, saliendo de una villa, y los esperaron para matarlos. Fue una condena social, por odio hacia su color de piel”, afirma con la voz quebrada.
Una de las organizaciones que busca visibilizar y denunciar el sesgo o discriminación con la que actúan muchos integrantes de las fuerzas de seguridad en todo el país es la Correpi (Coordinadora contra la represión policial e institucional), que lleva un archivo de víctimas de gatillo fácil. Desde la restauración de la democracia, en 1983, hasta la actualidad, contabiliza 8710 víctimas. “Lo que surge del archivo es que el 80% de las víctimas pertenece a los sectores más vulnerables”, asegura la abogada y titular de la organización, María del Carmen Verdú.
“Siento que el fallo de Lucas es ejemplificador. Permitió preguntarnos cuántos casos relacionados al racismo institucional hay y cuántas personas marrones recibieron disparos por el hecho de serlo”, reflexiona David. Justamente, este lunes 31 de julio comenzó el segundo juicio por el asesinato de Facundo Ferreira, el niño tucumano de 12 años al que dos policías persiguieron y le dispararon sin motivo cuando iba como acompañante en una moto conducida por otro adolescente en una avenida de la capital provincial, en 2018. Quizá el precedente que sentó Lucas se traslade a otros tribunales.
“Las situaciones de discriminación pueden comenzar como un comentario en redes, llevar a que un policía te pida sin explicaciones que abras la mochila y hasta que te disparen”, dice David y sigue: “Nuestro cuerpo es signo de sospecha y estas prácticas son signos de violencia institucionalizada”.
Esto empieza, por ejemplo, cuando intenta parar un taxi a las 11 de la noche para llegar a su casa y ninguno frena. O incluso en los personajes que, como actor, le ofrecían para que él interpretara. “Cuando me di cuenta de que los papeles que me ofrecían eran de un obrero de fábrica, personal de limpieza o ladrón, me puse a escribir”, cuenta y explica que hay un estereotipo sobre los roles a los que él “está habilitado para interpretar” en los que las personas marrones existen en contextos de pobreza y trabajos precarios.
Según la tercera edición del Mapa Nacional de la Discriminación del Inadi, presentado en 2022, el racismo estructural aparece como el principal tipo de discriminación que sufren las personas por su color de piel, su nacionalidad, su situación socioeconómica, su lugar de origen y su pertenencia étnico-cultural, entre otras.
Con esta idea, creó “La Argentina no es blanca”, un corto que postuló el año pasado para competir en Cannes, el prestigioso festival cinematográfico de Francia. El video, que subió a TikTok y llegó a superar los cuatro millones de reproducciones, resume algunas experiencias racistas de una persona marrón en Argentina. “La llegada que tuvo ese video me demostró la necesidad que hay de hablar del tema, de ver nuestras caras en las pantallas”.
“Es muy difícil hablar de racismo, es como si necesitáramos tener pruebas concretas para hacerlo”, reconoce y sigue: “Lo que primero ve la gente es tu cara y a veces es difícil luchar contra ese prejuicio de que Argentina es blanca y el racismo ‘no existe’. Pero es así como nuestros cuerpos terminan siendo mártires y se olvidan de nuestras historias”.
Más información
- Identidad Marrón es un grupo integrado por hijas e hijos de indígenas, campesinos y migrantes que buscan visibilizar y combatir el racismo en la Argentina a partir de intervenciones artísticas y campañas sociales en redes y medios de comunicación.
Dónde denunciar un acto de discriminación
En el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) se puede denunciar todo tipo de discriminación y recibir asesoramiento para hacerlo. La línea 168 brinda atención gratuita, contención y asesoramiento a personas que sufrieron una situación en la cual sus derechos fueron vulnerados. El INADI cuenta con diversos medios para hacerlo y con un equipo de atención multidisciplinario. Las 24 horas, todos los días, se encuentra abierta la línea telefónica gratuita: 0800-999-2345 para responder dudas y recepcionar consultas.