El video de la médica que se volvió viral por cantar "A mi manera"
A Patricia Imbroglia todavía le sorprenden las repercusiones que generó el video que la tiene como protagonista y que, días atrás, se volvió viral en las redes sociales. En el mismo, se ve a esta médica clínica de 57 años en una de las salas del Hospital Penna, en Parque Patricios, cantando "A mi manera" frente a un grupo de pacientes y familiares que sonríen y hasta se animan a sumarse con su voz.
"La idea no era que se supiera", dice con humildad respecto al video que filmó la nuera de Estrella, una de las pacientes. Su mayor satisfacción fue recibir los mensajes de los muchos que se ofrecieron para sumarse como voluntarios a partir de conocer su historia: "Desde una radióloga que baila ritmos caribeños hasta un señor que me trajo un cancionero de tango hecho por él mismo y que quiere bailar con su mujer en la sala de espera. Fue como en la película Cadena de favores, cuando algo pequeño genera algo grande", asegura.
Cuando empezó a trabajar en el Penna, hace casi 32 años, Patricia encontró en el canto una forma de llevar un momento de distención y compañía a quienes estaban allí internados. "Tenía 25 años, estaba de guardia y veía que algunos pacientes no tenían visitas. Muchos vivían lejos y sus familiares no podían venir a verlos porque los viajes eran largos y no tenían para el boleto en colectivo. Pensé: ‘Lo que yo puedo hacer, es cantarles’", cuenta.
Una gran vocación
Patricia siempre quiso ser médica. "Según mi familia, a los tres años ya lo decía", recuerda. En la escuela, comenzó a participar del centro musical que tenía la institución. "Cuando llegó el momento de decidir qué iba a hacer después del secundario, a todo el mundo le decía: ‘Quiero ser médica y actriz de teatro musical’".
Durante su carrera universitaria, trabajó atendiendo el kiosco de sus padres, incluso los fines de semana. "No tenía tiempo de hacer otra cosa –recuerda– y ahí quedó como dormido el canto, pero pensaba: ‘Cuando yo pueda, en cualquier cosa que haga, voy a cantar’". Así lo hace con sus pacientes cada vez que puede, "cuando todos los que están en la sala quieren y están de humor".
"Se genera mucha risa, alegría, alivio y compañerismo. Yo me siento extremadamente feliz: no solamente los pacientes necesitan recargarse de energía, el médico también", concluye.