El juego del calamar: cómo hablar con los chicos sobre la violenta serie que es tendencia en Netflix
En los últimos días, creció la preocupación entre madres y padres por el furor de la serie surcoreana que muestra crueldad explicita y los juegos en línea inspirados en ella; a partir de qué edad se recomienda y qué hay que tener en cuenta si nuestras hijas o hijos la están viendo
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“¿Vieron El juego del Calamar? ¡Es tremenda y todos los chicos la están viendo!”. “SOS: mi hija está reenganchada con la serie y por lo que vi es muuuuuy violenta. Me dice que en su curso la miran todos, ¿ustedes se la dejan ver?”. “Nacho está jugando en Roblox a los desafíos de El juego del calamar, ¿alguien sabe si es recomendable?”. En los últimos días, mensajes como estos se replicaron con fuerza en chats de madres y padres de todo el país. La preocupación creció al ritmo del furor que la serie surcoreana está generando en chicas y chicos de la Argentina y el mundo entero: se estrenó a mediados de septiembre en Netflix y se posicionó entre lo más visto de la plataforma.
El juego del calamar, cuyo contenido es extremadamente violento, narra la historia de un grupo de personas que son invitadas a participar de una competencia de juegos infantiles, pero adaptados de manera perversa. El premio puede convertirlos en millonarios, pero las posibilidades de perder son muchas y el precio es el más alto: la propia vida. Desde la plataforma de streaming, incluso se alertó sobre escenas que pueden afectar a los espectadores fotosensibles.
Si bien está recomendada para mayores de 16 años, la realidad es que son muchos los niños, niñas y preadolescentes que la están mirando. ¿Qué debemos tener en cuenta como adultos? ¿Cuáles son las recomendaciones para hablar del tema con las chicas y los chicos? Estas son algunas sugerencias de María Zysman, psicopedagoga, especialista en orientación a padres y madres y quien lleva años trabajando sobre el uso responsable y seguro de Internet.
Diferenciar la serie del juego online
Para Zysman, es importante empezar por diferenciar la serie de los juegos disponibles en Roblox, la plataforma de videojuegos en línea en la que los usuarios pueden generar distintas dinámicas y donde, en los últimos días, se empezaron a recrear escenarios similares a los de El juego del calamar.
“Lo que hizo Roblox es tomar los juegos que proponen la serie y que tienen la particularidad de ser algunos de los más conocidos de la infancia, como la rayuela y las estatuas. Pero el juego, que no deja de ser uno de supervivencia y alianzas como muchos otros, no es ni de casualidad tan violento como la serie, donde el nivel de crueldad y sangre es inimaginable, espantoso”, explica la especialista. En ese sentido, a los padres y madres que pueden estar preocupados porque sus hijas o hijos están jugándolo, les diría que a lo que hay que estar atentos es a lo mismo que en cualquier otro tipo de juegos en línea: “Si los chicos no se pueden desprender, si ocultan que lo juegan, si aparecen terrores nocturnos, o cualquier otra señal que pueda estar manifestando una adicción”. En ese sentido, prestar atención a cuánto tiempo juegan, con quién, cómo se sienten cuando tienen que dejar de hacerlo, si hay cambios en su comportamiento o en la alimentación o, si hacen transmisión en Twitch, qué muestran desde su espacio privado, son algunas de las recomendaciones. Además, la psicopedagoga sugiere estar siempre alerta a delitos como el grooming, ya que los ciberdelincuentes siempre buscan instalarse en las plataformas populares entre las chicas y los chicos.
Mirar al menos un capítulo para tener argumentos
Con el objetivo de que las madres y los padres pueden tener argumentos a la hora de hablar con los chicos y las chicas, Zysman considera que es fundamental que vean al menos un capítulo para saber de qué se trata. “Esto les va a permitir poder poner en palabras por qué prefieren que no la vean y es algo a tener en cuenta siempre que surge un fenómeno masivo”, señala la especialista.
Indagar en los motivos por los cuales genera interés
Mostrar interés en por qué los chicos y las chicas eligen ver la serie es otra de las claves. “Puede ser porque la ven todos sus compañeros, porque no quieren quedar afuera o se sienten presionados, porque la engancharon de casualidad o porque alguien se las compartió. Como fuera, está bueno que se los preguntemos”, sostiene Zysman. También recomienda indagar si la ven solos o acompañados (por ejemplo, por hermanos mayores) y qué piensan respecto a lo que están viendo. Otras preguntas que podemos hacerles son: ¿qué es lo que más te gusta de la serie?, ¿qué te llevó a verla?, ¿cómo te sentís al verla? .“Seguramente los chicos digan: ‘Mamá, es solamente una serie, vi mil’. Pero cuando una se pone de moda, hay que aprovechar la oportunidad para poder conversar con las hijas y los hijos, ya que las series pueden ser disparadoras de charlas”, dice Zysman. En el caso de El juego del calamar, por ejemplo, señala: “Una de las cosas feas de la serie es que no hay lugar para el error: cualquiera que se equivoca es acribillado”.
Ser firmes con los límites
La serie está recomendada para mayores de 16 años y Zysman considera que el “que haya niños pequeños viéndola, es gravísimo”. “Para poder decirles por qué no queremos que la vean, hay que tener argumentos. Que fulanito la ve, no puede ser una excusa para ellos. Está bueno recuperar el ‘mis papás no me dejan’. Igual que haríamos con una película con contenido sexual”. La especialista subraya que El juego del calamar tiene una advertencia respecto a tener contenido de sexo, violencia y suicidio, al igual que Por 13 razones. “Me preocupa que cada vez está más bajo el umbral de tolerancia, porque los chicos ya vieron cantidad de series donde explota gente y vuelan los sesos de todos. Esto hace unos años no era posible“, reflexiona Zysman. La psicopedagoga cuenta que varios colegas y psicólogos le comentaron en los últimos días sobre pacientes que están viendo la serie y presentando problemáticas como terrores nocturnos. Y agrega: “Es una oportunidad para reforzar que hay que darle bolilla a las recomendaciones de las aplicaciones y las series cuando tienen una advertencia respecto a la edad sugerida, y poder decirles a los chicos: ‘Es mejor que no la mires’”.
Si la ven, que no lo hagan a escondidas
Más allá de que está prevista para mayores de 16 y que Zysman recomienda con firmeza que no la vean niñas o niños (por ejemplo, de 8 o 9 años), en el caso de preadolescentes de 13, 14 o 15, advierte que es muy posible que la vean de todas formas. “Mi postura es que, si la van a ver, es mejor que no lo hagan a escondidas. Si nuestro hijo tiene 15 años, por ejemplo, y nos cuenta que la está viendo, sugiero que la veamos también, aunque no sea junto con ellos, porque por ahí no quieren. Tenemos que aprovechar momentos como la mesa o el auto para comentarla”, concluye.