El jardín de un barrio del conurbano que busca que la educación Montessori llegue a todos
Al entrar al aula del jardín Arcoíris, en el barrio San Blas, en Bella Vista, llama la atención la prolijidad y tranquilidad que reinan en el ambiente. Los chicos juegan con materiales frágiles, como vidrio o porcelana, siempre guiados por una maestra o guía, como se la denomina en el sistema educativo Montessori.
"Los alumnos no juegan a cocinar, cocinan; las actividades se realizan con materiales reales, estéticos, rompibles y limitados ya que esto los estimula a aprender a esperar", cuenta Yohana Cantero, una de las asistentes del jardín para niños de entre 3 y 5 años.
Esta escuela fue creada en 2013 por las fundaciones Comprometerse Másy María Montessori y es una de las 11 instituciones que brindan este tipo de educación a chicos y chicas de barrios vulnerables. Además, esta es la única que da clases de inglés a sus 20 alumnos. "El desafío es poder llegar a todos y que éste tipo de educación no quede limitada a la enseñanza privada o a una sola parte de la población", explica María Laura Di Ciancia, cofundadora de la organización Comprometerse Más.
La prolijidad del aula responde a un principio esencial de esta pedagogía: el orden externo fomenta el orden interno de los chicos, promoviendo la claridad de pensamiento y la concentración. Además, sorprende la autonomía con la que se manejan los chicos en todo momento, consecuencia de otra de las consignas de este método educativo: el learning by doing, o aprender haciendo, que fomenta el aprendizaje multisensorial y promueve el uso de materiales con los que puedan trabajar todos sus sentidos. "Nuestro rol es observar, buscar las necesidades de los niños y acercase a ellos si necesitan ayuda", asegura Cantero.
Los chicos eligen qué actividad realizar y los materiales de acuerdo a su interés. Algunos trasvasan semillas de un vaso a otro, mientras otros, los más grandes, tejen con agujas de plástico y puntas redondeadas. "Todos los materiales son acordes a su tamaño para que puedan manipularlos sin ayuda", afirma la guía.
También, pueden repetir la misma actividad todas las veces que sea necesario: los materiales son autocorrectores y les permiten descubrir sus errores, aceptarlos y corregirlos. "Según esta pedagogía, los niños aprenden mejor cuando están interesados; esto ayuda a la concentración y comprensión", agrega Cantero.
Comprometerse Más trabaja en el barrio San Blas desde 2007, con el objetivo de brindar a los chicos un espacio de contención y cuidado. Además, crearon una sala pediátrica y el Centro Retoños, un espacio donde se les brinda una merienda y apoyo escolar a los chicos más grandes del barrio.
Hoy, necesitan ayuda económica para reponer materiales escolares, donación de alimentos, ropa y juguetes para el jardín y el centro; y medicamentos, pañales y leche para la salita pediátrica. Para ayudar, podés ingresar a su página web o contactarte al mail info@comprometersemas.org.ar o al teléfono 011 4326-0005.
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