Tiene parálisis cerebral, fue abanderado y hoy se destaca en la universidad
Tiene 19 años y nació con parálisis cerebral. No puede caminar y habla a través de un sistema por computadora llamado Tobii que le permite dirigir el teclado a través de su mirada y transmitir la voz. Sin embargo para Iván Davidovich esto no significa un impedimento a la hora de concretar sus sueños. A los dos años no sostenía la cabeza y era casi imposible imaginar que, con el tiempo, se convertiría en abanderado de la ORT, una escuela común donde se egresó el año pasado. Hoy, estudia Diseño Multimedial en la Escuela Da Vinci a donde concurre con un maestro de apoyo. Este joven persigue un objetivo claro: trabajar de lo que ama.
"Quiero ser lo más autónomo posible en lo laboral y en lo familiar", confiesa Iván que se caracteriza por ser muy creativo. En este sentido agrega: "Me está yendo muy bien en la carrera porque me encanta. Amo esta profesión, me apasiona crear cosas nuevas, diferentes e innovadoras. Darle siempre una vuelta de rosca para llegar al público de la mejor forma o con la mejor propuesta. No quedarme con lo primero que me sale. Soy muy detallista y obsesivo, no paro hasta que algo me convence", dice con el empuje que lo caracteriza.
En este camino de superación y esfuerzo, Iván siempre contó con el apoyo de su familia, sus compañeros y docentes. De hecho, una de las cosas que más feliz lo hacen es tener amigos incondicionales. "En todo momento ellos me hacen sentir uno más, dándome un lugar en el mundo y haciéndome ver que todo se puede", asegura.
Iván fue uno de los primeros alumnos con discapacidad en la escuela ORT y, a partir de esta experiencia, se abrieron las puertas a muchos otros. Desde la institución aseguran que la educación inclusiva no sólo es beneficiosa para el alumno con discapacidad, sino también para todos sus compañeros ya que "forma alumnos mejor preparados para la vida".
La heterogeneidad es un factor que les permite a los chicos crecer y aprender lo que es un mundo más real, más diverso. "Esto los ayuda a desarrollar habilidades psicosociales, como a ser más tolerantes, a ponerse en el lugar del otro, a gestionar conflictos y a poder mirar y a escuchar mejor", explica Patricia Gurfinkiel, directora pedagógica del colegio.
Los amigos de Iván, son ejemplo de esto último y buscan adaptar todo tipo de situaciones para pasar tiempo juntos. Entre ellos, Lucas Colina, explica: "No lo tratamos diferente, él es un amigo más. Incluir es que se sienta parte del grupo. Nos divertimos y disfrutamos de hacer programas. Sabemos que él hace un esfuerzo más grande que nosotros y eso realmente te inspira a salir adelante, además de enorgullecerte como amigo. Para nosotros es un modelo a seguir."
Mientras su amigo dice estas palabras, Iván lo mira feliz y añade: "Me impresiona el entusiasmo que le ponen a la relación para que yo pueda participar en todo. En las salidas los chicos buscan un lugar accesible para la silla de ruedas. Creo que la inclusión tiene que ver con aceptar cómo es cada uno y la forma de llegar a hacer las cosas por medio de diferentes caminos".
Terminar el colegio y arrancar a estudiar Diseño Multimedial en la Escuela Da Vinci para él significó "un empezar desde cero" ya que implicó construir nuevos lazos, crear una imagen propia frente a lo demás, darse a conocer y ganar confianza. "Desde lo académico es un desafío y exigencias nuevas", dice Iván que presta mucha atención en clase y siempre participa. "La transición a esta nueva etapa se dio con mucha naturalidad. Mi equipo y la institución trabajaron para que eso salga bien y fueron muy abiertos e inclusivos", expresa orgulloso.
Una de las cosas que más le entusiasma de la facultad es el proyecto que está ideando para desarrollar una aplicación que funcione como un generador de voz para las personas con discapacidad.Actualmente está trabajando en el diseño de la gráfica de esta tecnología.
Entre los nuevos compañeros de la facultad se encuentra Sofía Roque que comparte el aula con él y comenta: "Somos muy amigos. Lo que aprendí de Iván es que es muy perseverante y nunca se cansa, siempre persigue lo que quiere. Está bueno eso, porque te das cuenta de que todos podemos". A su vez destaca la importancia de la educación inclusiva: "Me parece importante porque todos tenemos derecho a aprender lo que nos gusta y a luchar por nuestros sueños", asegura con una sonrisa.
Dónde denunciar
Toda persona que se enfrente a alguna de estas u otras trabas puede presentar un reclamo frente a la escuela o ante el Ministerio de Educación de su provincia. Además, puede presentar una denuncia en el Instituto Nacional contra la discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) 0800-999-2345 o en la línea nacional de Convivencia: 0800-222-1197.
Más información
ACIJ y Grupo Artículo 24 ofrecen un sitio con información sobre las herramientas que pueden utilizarse para reclamar el efectivo cumplimiento del derecho a la educación inclusiva www.porunaeducacioninclusiva.org