Carlos pasa sus noches en la guardia del Hospital Fernández desde hace tres años; Gastón, el encargado de un local gastronómico de Palermo, lo empleó como bachero y su vida empezó a dar un giro determinante
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Carlos Fernández lleva tres años durmiendo en las calles de la Ciudad de Buenos Aires, la misma cantidad de tiempo que pasó sin poder comunicarse con su familia, tener comida asegurada y dormir de corrido y en una cama.
Hace un mes y como todas las mañanas, fue a un café para pedir agua caliente para prepararse unos mates. Lo que no se esperaba era que Gastón, el encargado de Esquina Cortés, le ofreciera una oportunidad que buscó durante todo el tiempo que llevaba en la calle: “Te puedo ofrecer un trabajo como lavacopas”.
Carlos aceptó y quedaron en que empezaría al día siguiente. “Desde que vine de Chaco, busqué trabajo todos los días. Las noches las pasaba en plazas, hospitales y estaciones de servicio. Pasé frío, me empapé varias noches de tormentas y tuve hambre”, cuenta Carlos, que tiene 45 años y es oriundo de Resistencia, la capital chaqueña.
El 12 de enero pasado, luego de hacerle la propuesta, Gastón pensó que Carlos no se presentaría a trabajar. Ya le había ofrecido trabajo a otras personas en situaciones similares pero nunca tomaron la oferta. Sin embargo, al día siguiente Carlos se hizo presente. Hoy ya lleva más de un mes trabajando en este café y restorán ubicado en Palermo, sobre la avenida Cerviño al 3300.
Carlos, que vino a Buenos Aires en busca de oportunidades laborales, quedó en situación de calle y alejado de su familia. Hace unos días, pudo comprarse un celular, contactó a su familia y les contó cómo está. Sin embargo, su situación habitacional sigue siendo complicada: cuando termina de trabajar, pasa la noche en la guardia del Hospital Fernández, a pocos metros del café.
“Hace tres años que sueño con apoyar mi cuerpo en un colchón, dormir cómodo y tener un techo sobre mi cabeza. No dejo de buscar un lugar para vivir pero no encuentro algo que pueda pagar y sea en la Ciudad. Pero no pienso bajar los brazos”, le confiesa Carlos a LA NACIÓN, sentado en una mesa del local, un rato antes de que empiece su turno laboral.
“Me pasaba el día entero caminando”, dice. Antes de entrar a Esquina Cortés, Carlos había pasado por más parrillas, cafés y panaderías de las que puede contar. En ocasiones para pedir un vaso de agua o algo de comida, y siempre preguntando si tenían algún “trabajito” para él. Mientras tanto, aceptaba cualquier changa que le ofrecieran, que en general eran de albañilería o como pintor, empleos que solía realizar en Chaco, además de trabajar de forma permanente en una chacra.
Al Hospital Fernández llegó por un dolor de garganta pero una vez que lo atendieron, decidió quedarse de manera permanente. “Es mucho más seguro que otros lados”, explica. En estos tres años, Carlos ha dormido en plazas, veredas e incluso otros hospitales. Además, probó pasar por algunos paradores de la Ciudad de Buenos Aires y hasta un hogar de Cáritas.
“En ninguno me sentí cómodo con las otras personas que compartían el espacio conmigo y me tuve que ir”, explica. Ahora en el hospital, duerme sentado en una silla en la guardia.
La situación por la que está pasando Carlos no es inusual. En Argentina hay por lo menos 9440 personas durmiendo en la calle, de las cuales 8028 fueron identificadas en la Ciudad de Buenos Aires. La mayor parte de ellos están en edad económicamente activa, según un reciente relevamiento hecho por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
“Me preocupa que siga durmiendo en el hospital”, dice Sandra, una de las mozas del restorán que estuvo presente el día que Carlos fue a pedir agua. “A veces llega muy cansado a trabajar porque le resulta imposible dormir al lado de las ambulancias”, añade angustiada.
Gracias a ella, la historia de Carlos se volvió viral en Facebook donde miles de usuarios se conmovieron con él. “La incógnita era si Carlos aparecería al día siguiente, todos creíamos que no, pero nos cerró la boca cuando llegó antes que el resto de nosotros”, escribió en su cuenta y hoy añade: “Estoy muy orgullosa porque es responsable, trabajador, buen compañero y buena gente”.
Gastón había visto muchas veces a Carlos entrar a Esquina Cortés para pedir agua caliente. La última vez que lo hizo, decidió preguntarle por qué venía tan seguido: “¿Tenés a un familiar internado en el hospital?”, le dijo. Cuando él le contó la realidad de su situación, no dudó en ofrecerle un trabajo.
“No era la primera vez que ofrecía algo así”, dice el encargado y continúa: “Sí fue la primera vez que la persona aprovechó la oportunidad. Yo siempre que puedo ofrezco porque si veo a alguien que lo necesita y puedo ayudar, lo hago”.
En Chaco, Carlos tiene 12 hermanos y a sus tíos, con quienes vivía cuando estaba allá. “Cada uno tiene a su familia y problemas propios. Ninguno podía darse el lujo de ayudarme a mí”, aclara. Su papá y su mamá, que eran albañil y ama de casa, fallecieron 20 años atrás.
“Llevo tres años pasando las fiestas solo y ahora en marzo va a ser el primer cumpleaños que pase acompañado en mucho tiempo, gracias a que voy a estar trabajando con mis compañeros”, dice Carlos entusiasmado pero se entristece al recordar que ninguno de sus hermanos va a poder saludarlo por estar incomunicado nuevamente.
“En todo este tiempo, lo más difícil de la calle para mí fue la lluvia, dormir a la intemperie, mojándome. Cuando llueve y hay mucho viento me pongo mal y lloro. Pero ya no quiero seguir así”, asegura. Ahora Carlos está enfocado en conseguir alguna habitación para alquilar por mes en donde pueda pasar las noches y aunque es difícil, tiene esperanza: “Nunca nadie me había ofrecido una oportunidad como la que me dio Gastón y yo no la voy a desperdiciar. Soy joven, tengo sueños, quiero trabajar y quizá un día, formar una familia”, dice.
Más información
- Si querés ayudar a Carlos, podés acercarte a Esquina Cortés (Cerviño 3300) o llamar al local (+5491130142071).
- Si tenés una empresa o comercio y creés que podés ofrecer un empleo para una persona que estuvo en situación de calle, podés comunicarte con Cultura de Trabajo por WhatsApp al 11-6573-5096 o a través de su cuenta de Instagram.
- Cuál es la mejor forma de ayudar a quienes están en situación de calle: La Nación armó una guía con 50 maneras de solidarizarse con las personas que duermen a la intemperie. Podés entrar haciendo click aquí.