Las seis frases que las personas bisexuales están cansadas de escuchar
“¿No te podés decidir?”, “¿Sos gay y no te animás a decirlo?”, “¿Te gustan los tríos?”. Estas son apenas algunas de las preguntas que las personas bisexuales escuchan cuando hablan de su identidad, y que ponen sobre la mesa la invisibilización, los prejuicios y el desconocimiento que existen sobre quienes tienen esta orientación sexual.
¿Qué es ser bisexual? Se trata de personas que pueden sentirse atraídas sexual o afectivamente hacia otras de diferentes géneros de manera indistinta. Desde la agrupación feminista Mala Junta CABA detallan que es una forma de vivir la sexualidad que se contradice con el monosexismo (el sistema normativo que presupone que todas las personas sienten atracción hacia un único género) y el binarismo (la idea de que el mundo se divide en varones y mujeres). En ese sentido, y al contrario de lo que muchas veces se cree, las personas bisexuales no sienten únicamente atracción hacia varones y mujeres cis (es decir, quienes se identifican con el género que les fue asignado al nacer), sino también hacia identidades trans o no binarias, entre otras. “Entendemos nuestro deseo como dinámico”, explica Kar Brett, que tiene 31 años y es integrante de dicha organización.
Los prejuicios más frecuentes
Cada persona vive la bisexualidad a su manera, por eso desde el activismo prefieren hablan de “bisexualidades”. “Hay un montón de mitos asociados a nuestras identidades, mitos que devienen en prejuicios y los prejuicios en violencias”, resume Kar. Estos son algunos de los más frecuentes:
“¿Por qué no aceptás que sos gay / lesbiana?”. Valeria López, que tiene 20 años y también milita en Mala Junta, explica que en la sociedad, en general, se piensa solo en dos posibilidades en lo que se refiere a la orientación sexual de las personas: que sean heterosexuales o gays/lesbianas. “Está instalada la idea de que tenés que sentir deseo o atracción hacia un único género. La bisexualidad no es vista como una posibilidad, sobre todo en las generaciones más grandes. No lo digo desde el enojo, pero hay que romper con eso. Esta es mi orientación sexual, así me defino”, señala la joven.
“Estas confundido. Te tenés que decidir”. La bisexualidad no es un momento de transición ni una elección. Como toda orientación sexual, es hacia dónde se dirige el deseo o la atracción. En este caso, explican, ese deseo es migrante, dinámico. “Se cree que es una etapa, que no nos decidimos. La bisexualidad es una identidad en sí misma, no es que está en el medio de otras identidades”, afirma Kar. En esa línea, Valeria suma: “Se piensan que tenemos un problema, que estamos confundides o no nos podemos decidir. Pero yo sé bien lo que me gusta y no tengo ningún problema al respecto”.
“Seguro te copan los tríos”. Para Kar, este es uno de los prejuicios más instalados: “Se piensa que a todes nos gusta la fiesta, que nos cabe el trío y eso deviene en muchas violencias. En aplicaciones de citas o en las redes sociales, nos invitan permanentemente: algunas personas pueden querer, pero otras no", sostiene. Y ejemplifica: "En general, se acerca la novia de la pareja suponiendo que tenemos que aceptar esa invitación, porque se entiende que a les bisexuales nos gusta todo el mundo y si nos gusta ella, nos tiene que gustar su novio. Eso no es así”.
“Ah, claro, ¡a vos te gusta todo el mundo!”. Este mito se vincula con el anterior e implica asociar a la bisexualidad con la palabra promiscuidad. Sin embargo, Kar aclara que las personas bisexuales no se enamoran ni sienten un mayor deseo sexual que quienes tienen otras orientaciones. “Creo que este mito puede estar asociado a que nos atrae más de un género, pero esto no significa que tengamos mayor o menor deseos sexual que alguien a quien le guste solo un género”, asegura Kar. Y cuenta: “Me acuerdo que el tío de una de las chicas con las que estuve decía: ‘¡Ustedes son unas vivas, pueden estar con todo el mundo!’, dando a entender que todas las personas bi somos fiesteras".
“Son poco confiables / Son infieles”. Nada tiene que ver la orientación sexual con la forma de vincularse. Por eso, hay personas bisexuales que eligen la monogamia para vincularse y otras que no, pero lo plantean abiertamente en sus relaciones.
“¿Por qué tienen que hablar abiertamente de su sexualidad?”. Con la convicción de que lo que no se nombre, se niega, desde el activismo bisexual subrayan que la invisibilización trae aparejada una multiplicidad de violencias. Por eso, consideran que además de ser una orientación sexual, es la base de su activismo político. “Muchas veces nos preguntan si la etiqueta no nos limita, pero decir ‘yo soy esto’ tiene que ver con cómo te parás frente al mundo para pedir por tus derechos. Te parás desde otro lugar que te empodera, no como individuo sino como colectivo, que es mucho más fuerte", describe Kar. "Implica dejar la vergüenza, el estigma, el clóset -continúa-. Dejar de sentir todo el tiempo que tenés que pedir perdón, avergonzarte de quién sos como si estuvieras haciendo algo malo. Es dejar de excusarte. Nombrarte con orgullo es empoderador”.
Sugerencias para romper estereotipos
Buscá información de fuentes confiables. Para Kar y Valeria, esto es fundamental. “Mi peor enemigo cuando era adolescente y niña y no entendía qué era lo que me pasaba, era la falta de información. No sabía que la bisexualidad era una opción legítima. Me patologizaba yo misma y me patologizaba el resto de la sociedad”, recuerda Kar. En ese sentido, ve una diferencia con las nuevas generaciones, que gracias a la educación sexual integral tienen acceso a otro tipo de información. “Saben que esta opción existe, que pueden ir hacia ese espectro de la diversidad sexual que les puede contener en su deseo dinámico y entender que no es una enfermedad, que no están en una etapa de transición, que es lo que son, lo que somos”, enfatiza Kar.
Preguntá desde el respeto. Tené siempre en cuenta que decirle a una persona cualquiera de las frases que ejemplificamos en esta nota, es una forma de violencia. Romper con mitos y prejuicios que arrastramos desde hace tiempo no siempre es fácil, pero sí posible.
Más información
Mala Junta CABA: Es una organización de feminismo popular y disidente. Tienen una “línea violeta” donde asisten a víctimas de violencia.
Agencia Presentes: Es una agencia de noticias que busca visibilizar las violencias contra las personas travestis, transexuales, transgéneros, lesbianas, gays, bisexuales, e intersex, pero también dar cuenta de las conquista del colectivo. Recomendamos leer “No soy lesbiana de a ratos, soy bisexual todo el tiempo”, una nota en primera persona que la periodista María Sanz publicó en Agencia Presentes.
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